Por Martín
Piqué
Si no se ponen de acuerdo
entre ellos, ¿por qué lo debemos apoyar nosotros?
Anoche, la reflexión era repetida una y otra vez por los senadores
del PJ. Había terminado la reunión del bloque y 10 de los
28 legisladores que habían participado del encuentro en el segundo
piso del Congreso anunciaban que la bancada no prestará el quórum
necesario para que el Senado trate hoy el proyecto de recorte de sueldos
y jubilaciones propuesto por el Gobierno. Chrystian Colombo pidió
revieran la medida: Cada uno sabrá la responsabilidad que
le cabe, declaró a última hora de ayer.
Los senadores justicialistas tenían que enfrentarse con la paradoja
de ser oposición y mayoría al mismo tiempo. Como oposición,
no querían pagar los costos de votar el ajuste salarial del 13
por ciento. Pero como mayoría, estaban presionados a colaborar
de alguna forma para que la iniciativa oficial se tratara en el recinto,
cumpliendo así con su política de oposición
razonable que repite el presidente del bloque, José Luis
Gioja. Atrapados en la disyuntiva, finalmente decidieron enfrentarse con
el Ejecutivo. No bajarán hoy al recinto y pedirán que el
paquete de medidas económicas pase a comisión.
El encargado de explicar la decisión fue el mismo Gioja. A primera
hora de la noche, en una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado
por un grupo de sus pares, subrayó que el justicialismo quiere
proponer otras alternativas a la contención de gastos porque hay
partidas presupuestarias y sectores económicos que no se tocaron
con este ajuste. Pero la principal razón que argüía
en defensa de la resolución de no dar quórum era que no
existe unanimidad en el oficialismo.
De todas formas, en diálogo con Página/12, Gioja destacó
que la bancada del PJ había decidido suspender el tratamiento
del proyecto. Así, remarcó que la resolución era
no tratarlo en el día de mañana (por hoy). La
cautela del sanjuanino motivó diversas interpretaciones, algunas
esperanzaron al Ejecutivo, que aún confía en que el ajuste
pueda tratarse esta semana. Sin embargo, el pase a comisiones del texto
votado en Diputados puede demorar hasta una semana el debate en el recinto.
Gioja, al explicar la postura de su bloque, se preocupó por llevar
un mensaje de tranquilidad a los mercados. No compartimos la rebaja
salarial como método para alcanzar el déficit cero. El principal
desacuerdo es que no existe unanimidad en el oficialismo sobre el piso
salarial. Ahora el problema es de ellos. De todas formas, nosotros no
provocamos ningún bache, porque sigue vigente el decreto 896/01,
dijo a este diario. Esto no debe espantar a nadie. Los mercados,
que se queden tranquilos, porque el Poder Ejecutivo cuenta actualmente
con las herramientas para cumplir con las metas fiscales, agregó
después ante los periodistas destacados en el Parlamento.
Apenas se conoció la decisión de la bancada del PJ, comenzaron
las especulaciones y los análisis. Varios miembros del bloque contaron
que lo que los terminó de decidir en ese sentido fue la información
de que el oficialismo no lograría reunir los votos suficientes
para sancionar la norma. Es que los legisladores peronistas estaban
dispuestos a dar quórum, hasta se habían comprometido en
ese sentido, pero el acuerdo no iba más allá: los radicales
debían encargarse de juntar los 19 votos necesarios para convertir
en ley el proyecto. Ese número es el mínimo necesario para
ganar un debate en una sesión con el quórum estricto, de
37 senadores. Sin embargo, según los senadores del PJ, hasta ayer
el radicalismo sólo podía aportar 15 votos.
Aparte de las dificultades de la UCR, en la reunión de tres horas
que tuvo lugar en el segundo piso del Congreso quedaron en evidencia las
diferencias entre los peronistas. Alberto Tell contó a Página/12
que durante el encuentro se analizaron las posibilidades de echar
mano de otros puntos de vista, buscando el equilibrio cero, de hacer invitacionesa
otros poderes del Estado para que hagan medidas de ajuste. En esos
puntos, precisamente, hubo desacuerdos: mientras algunos senadores proponían
nuevos impuestos sobre la actividad financiera compartiendo en este
sentido las opiniones del interbloque 17 de Octubre, otros en cambio
prefirieron mostrarse cautos ante medidas de ese tipo.
En la decisión de postergar el tratamiento del recorte pesaron
las presiones de la CGT oficial de Rodolfo Daer, con quien los legisladores
se reunieron al mediodía, y ciertos duros mensajes que hicieron
llegar los gobernadores justicialistas, quienes se quejaban porque el
Ejecutivo no había cumplido los compromisos del Pacto por
la Independencia. Por eso, Gioja recibió ayer varios llamados
telefónicos que lo instaban a asumir un tono de confrontación.
Otro fue el mensaje que les llegó del Gobierno: el jefe de Gabinete
aseguró que los perjuicios serán muy altos si
se posterga el tratamiento de la iniciativa.
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