Por José
Natanson
En una cumbre improvisada,
la primera plana del Frepaso decidió ayer que por ahora no habrá
ruptura formal con el Gobierno ni con la UCR. Apoyo crítico,
es la fórmula que guiará de acá en más la
política del partido. De todos modos, aclararon que todo cambiará
si Fernando de la Rúa continúa con sus políticas
de ajuste (aunque, en realidad, ya habían dicho lo mismo dos o
tres ajustes atrás).
El encuentro, planeado como reservado, se desarrolló ayer, después
del mediodía, en el despacho de Aníbal Ibarra. Estaban,
además del jefe de Gobierno porteño, todos los integrantes
de la mesa chica del Frepaso: los diputados Darío Alessandro, Rodolfo
Rodil, José Vitar e Irma Parentella, el ministro de Desarrollo
Social, Juan Pablo Cafiero, la ex ministra Graciela Fernández Meijide,
y el secretario de Empleo, Horacio Viqueira.
El tema más importante era la relación con el Gobierno.
En el análisis, los frepasistas coincidieron en que el camino no
es ni el apoyo total a las políticas de Rosada ni la emigración
masiva al ARI de Elisa Carrió. Eso es seguidismo, para un
lado o para el otro, dijeron.
La idea era buscar una postura intermedia. Tenemos que avanzar por
el camino más difícil: tratar de mantener los valores del
Frepaso pero sin sacarle el cuerpo a la crisis, aseguró Alessandro
en la reunión. Aunque no lo dijo, la sugerencia sintoniza con una
perspectiva extendida en el partido: la renuncia de Chacho Alvarez creen
muchos frepasistas no les deja mucho espacio para futuros portazos.
Quedarse es complicado, pero irse también, aseguró
ayer Fernández Meijide.
La conclusión, entonces, es que no romperán ni con el Gobierno
ni con el radicalismo. El objetivo es tratar de plantear el punto
de vista del Frepaso sobre los problemas de la Argentina. Sabemos que
estamos devaluados, pero creemos que no nos recuperamos ni rompiendo ni
acompañando todo, sino tratando de marcar nuestra identidad desde
los lugares que tenemos, resumía después uno de los
integrantes de la mesa. La postura sintoniza con una idea de Chacho Alvarez:
días atrás, cuando le preguntaron qué hacer ante
el ajustazo, el jefe en las sombras sugirió: no se vayan,
mejor que los echen.
Con matices Parentella fue más crítica, Rodil siempre
se mueve más cerca del Gobierno, los frepasistas admitieron
que es complicado, pero al final coincidieron en la fórmula del
apoyo crítico. Superado este asunto, pasaron a otros
temas. Por ejemplo, acordaron que harán lo imposible para que el
Gobierno respete el piso de los mil pesos en el recorte, postura que Alessandro
había defendido en la reunión de gabinete (ver recuadro
aparte).
Además, por primera vez en meses, los frepasistas analizaron seriamente
la complicada perspectiva electoral: la idea es que, a diferencia de lo
que ocurrió en los tiempos inaugurales de la Alianza, cuando desde
la conducción nacional se presionaba a las provincias para que
se asociaran al radicalismo, esta vez cada distrito tendrá libertad
de acción. Igual, ayer acordaron que la Capital y la provincia
de Buenos Aires buscarán una estrategia conjunta de sociedad con
la UCR.
Hay que aguantar el chubasco, sostuvo uno de los dirigentes
en referencia a las (difíciles) elecciones de octubre. Tenemos
que mirar todo como un proceso, dijeron, con los ojos puestos en
el panorama postelectoral: según los cálculos frepasistas,
después de octubre se dará una confluencia natural de los
sectores progresistas para los comicios del 2003: el Frepaso, una parte
del radicalismo, el ARI.
La reunión se concretó en uno de los peores momentos del
Frepaso, cuya sangría interna es cada vez más evidente:
además de los sucesivos desprendimientos (el Socialismo Democrático,
Alicia Castro, la Democracia Cristiana), cada vez son más los sectores
internos que creen que ha llegado el momento de romper con el Gobierno:
diputados importantes como María América González,
referentes del interior como Rafael Flores, elprincipal operador de Ibarra,
Ariel Schiffrin, el único senador frepasista, Pedro del Piero,
y hasta la mismísima esposa de Chacho
Alvarez, Liliana Chiernajowsky.
Con diferencias de estilo, todos recomendaron la emancipación definitiva.
Algunos hasta plantean directamente una coalición con el ARI: el
secretario de Vivienda de la Ciudad, Eduardo Jozami, anunciará
hoy que la corriente que lidera en el Frente Grande no apoyará
a los candidatos de la Alianza sino a Alfredo Bravo para las elecciones
de octubre.
Huérfano de liderazgo, en estado de asamblea permanente, con discusiones
internas cada vez más fuertes, el Frepaso avanza a la deriva. Es
difícil que resolvamos las cosas antes de octubre, y es imposible
hacerlo sin Chacho, definía ayer una de las principales figuras
del partido.
LA
FUA ANUNCIO SU PLAN DE LUCHA CONTRA EL AJUSTE
Una voracidad sin límites
Para completar las protestas
contra el recorte oficial lanzadas por los rectores y los docentes universitarios,
los estudiantes anunciaron ayer su plan de lucha, con clases públicas
y cortes de calles incluidos. La Federación Universitaria Argentina
(FUA) realizará en agosto un total cinco marchas, en Buenos Aires
y en el interior del país, y se sumará así a la decisión
del gremio docente (Conadu) de no iniciar las clases en el segundo cuatrimestre.
En ese escenario, el ministro de Educación, Andrés Delich,
opinó que en el ámbito universitario, más allá
del enojo que puede generar, hay una voluntad de participar del
ajuste que impulsa el Gobierno.
A juzgar por la solicitada firmada por el Consejo Interuniversitario Nacional
(CIN) que se publica en la página siete de esta edición,
los rectores de las 37 universidades nacionales no parecen pensar lo mismo.
Tampoco parece compartir esa idea la conducción de la FUA: La
pretensión de recortar el presupuesto educativo a través
de la rebaja salarial de investigadores, docentes y no docentes y de una
subejecución global del mismo sólo puede ser entendida como
una propuesta de laboratorio, disparó Manuel Terrádez
(de Franja Morada, la agrupación radical que rompió con
el Gobierno tras el anuncio del ajuste). Lo que en realidad persiguen
es privatizar el sistema público educativo, fundamentalmente la
educación superior, porque ven en ella un fenomenal mercado. Tienen
una voracidad sin límites, concluyó el titular de
la federación.
La protesta de la FUA se encarnará en una serie de marchas regionales:
habrá actos, clases públicas y cortes de calles. La primera
será el martes 7 de agosto y se hará en la ciudad de Santa
Fe, donde confluirán las federaciones estudiantiles del Litoral,
Rosario y Entre Ríos. Al otro día, la movilización
se trasladará a Resistencia, con las federaciones del Nordeste,
Misiones y Formosa. El martes 14 será el turno de Salta, con los
estudiantes locales y los de Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero,
La Rioja y Catamarca. El miércoles siguiente, marcha y acto se
concretarán en Buenos Aires, con la FUBA, la federación
de La Plata y las del Conurbano y la provincia. En Córdoba, el
jueves 18, será la quinta protesta. Participarán las federaciones
de Río Cuarto, Villa María, San Luis, Mendoza, San Juan
y la de la Universidad de Córdoba.
Frente a las cámaras de TV, en el programa que anima Mirtha Legrand,
Delich dijo ayer que los rectores no han hechos los ajustes
y consideró que hay que mostrarles que en este aspecto también
tienen que acompañar el gesto de austeridad y esfuerzo de todo
el país. El ex dirigente estudiantil puso como ejemplo a
su propia cartera: El ajuste llegó en un 50 por ciento...
y se ahorró en viáticos y gastos protocolares, lo que permitió
empezar antes las clases en las siete provincias más pobres.
También dijo que Educación tiene ahora veinte autos
menos. Para terminar, dedicó algunas frases al rector de
la UBA, con quien mantiene una áspera relación. Entre ellas,
saludó la decisión de Oscar Shuberoff de no buscar otra
reelección porque son necesarias las rotaciones en el poder.
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