Por Luis Bruschtein

“Acá estamos en la Casa de Gobierno porque nos cambiaron todos los esquemas”, regañó Mirtha Legrand al presidente Fernando de la Rúa, que no se dejó y le contestó: “No, ustedes me cambiaron todo a mí, porque yo pensaba que venían temprano a grabar para pasarlo después”. Tras otras presentaciones poco felices en la televisión, el Presidente insistió ayer en “Almorzando con Mirtha Legrand”, aunque en realidad no almorzó, porque, como dijo ante las indirectas de la conductora, “aquí también aplicamos el ajuste”. De la Rúa, que se esforzó en señalar que “ya pasamos el peor momento de la crisis”, jugó de local en la Casa de Gobierno, donde conoce muy bien las entradas y salidas, por lo que evitó así deambular por el estudio, como le pasó con Tinelli, cuando imitó a su imitador.
Desde el lunes muchos periodistas se había acreditado en Canal 7, pero ayer a la mañana fueron avisados por teléfono de que el programa se realizaría en la Casa de Gobierno por cuestiones de la agenda presidencial, pero allí se advirtió que no habría lugar para la prensa en el Salón Verde, donde se llevaría a cabo la entrevista.
La primera imagen fue una foto del presidente y su familia y luego la cámara recorrió otras, donde se lo veía acompañado por el Papa, el presidente de México, Vicente Fox, y el de Estados Unidos, George Bush Jr. “Nos avisaron hace apenas unas horas que habían cambiado los planes así que tuvimos que traer todo para acá”, dijo Legrand, y agregó que aunque no sabía si iban a almorzar, “igual se vino también Luisa”, que es la señora que sirve la mesa. Fueron dos bloques sin almuerzo, de 40 minutos en total con De la Rúa, porque en el resto del programa estuvieron el ministro de Educación, Andrés Delich; el secretario de Agricultura y Pesca, Marcelo Regúnaga, y el ministro de Salud Héctor Lombardo.
“Voy a preguntar cosas que nadie se anima a preguntar” anunció la conductora, que vestía un traje sastre rojo al cuerpo que la obligó más tarde, al sentarse, a cubrirse las rodillas con un pañuelo “porque estoy muy descocada”. Las primeras tomas a De la Rúa lo mostraron con esa sonrisa de político con asesor de imagen, a la defensiva, un tanto inquieto, como si esperara un gancho de izquierda de la Legrand. Pero cuando atajó los primeros tanteos, se relajó y hasta se permitió algunos chistes, que no son su lado fuerte. Aclaró que estaba perfecto de salud después de la operación y que por eso tenía una cara “tan saludable”. Y con respecto a los cómicos que lo imitan subrayó que no le molestan “porque yo soy muy amplio, ya ve el tiempo que lo están haciendo, pero a mí de chico me enseñaron que se puede criticar pero no ridiculizar la investidura presidencial”.
El presidente dijo que veía poca televisión, que sólo le gustaban los programas históricos y de animales y que había visto “Almorzando con Mirtha Legrand” donde “a veces me da algunos palos”. Y ante la sonrisa de su interlocutora agregó: “Ya ve que en Canal 7 hay total libertad”.
Entonces entró de lleno en el tema económico y repitió conceptos de su discurso del 9 de Julio: “No se puede vivir pendiente del crédito porque se recorta nuestra independencia para tomar decisiones” y subrayó que con la política de déficit cero –a la que definió como “una política de distribución equitativa de lo que hay”–, “hemos superado un momento sumamente peligroso”. Explicó así los programas de competitividad y empleo, su llamado a la unidad nacional y subrayó que no habrá default.
El presidente hablaba ya como si estuviera en cadena. “Bueno, déjeme hablar a mí también” lo interrumpió Legrand.”¿No le molesta que digan que usted es lento?”. “No, porque no es cierto, si me ven caminar, yo camino más rápido que los demás y cuando tomo decisiones igual”, respondió. Y la conductora lo desconcertó: “¿Usted duerme la siesta?”. Respondió que no, pero aclaró que no necesitaba más de diez minutos de siesta.
De la Rúa señaló que le tocó “la peor situación” y que durante la campaña pensaba que el déficit era la mitad. Sobre la detención de Carlos Menem opinó que se trata “de una situación judicial y yo, como Presidenterespeto la división de poderes”, aunque “nunca pensé que le aplicarían esta figura de asociación ilícita”.
A los piqueteros les advirtió que “hay que respetar la libertad de los demás y no se puede impedir la libre circulación de los ciudadanos”.
El Presidente dijo que el “grupo sushi” no existe y que las versiones sobre la influencia de sus hijos “son pavadas”. Entre preguntas y respuestas, Mirtha Legrand obsequió un candelabro de cristal a De la Rúa y éste le retribuyó con una medalla. La conductora lanzó una pregunta: “¿usted no almuerza nunca o lo contagió el ministro (Adalberto) Rodríguez Giavarini que se alimenta con un yogur por día?”. “Tiene razón –respondió De la Rúa– se alimenta con yogurt, es flaquito pero inteligente.”

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