Por Irina Hauser
El masajista de Carlos Menem,
Miguel Buongiorno, nunca trabajó en el Banco de La Rioja pero cobra
a través de esa entidad una jubilación de 2.139 pesos por
mes. El profesor de tenis de Zulemita, Edgar Romero Chacón, consiguió
su jubilación bancaria de 1.092 pesos a los 33 años. Silvia
Estela Leo, esposa del asesor de gobierno riojano y ex titular del organismo
que otorgaba las jubilaciones Diego Alvarez, dispone de 2.152 pesos al
mes como si hubiera prestado servicios en el banco norteño. A Marta
Rivadera, ex diputada y candidata por la corriente de Eduardo Menem, le
tocan 2.918 pesos. Ese es sólo el comienzo de la lista de 148 beneficiarios
de jubilaciones riojanas truchas que el fiscal Guillermo Marijuán
resolvió ayer citar a indagatoria por falsificación de documentos
y por haber defraudado al Estado en 10 millones de pesos. A los funcionarios
implicados los investiga por asociación ilícita.
Este es, según palabras de Marijuán, el comienzo de un megaproceso.
Para ilustrar la magnitud del caso explica que no tiene dónde guardar
los casi 200 expedientes jubilatorios secuestrados y en la misma resolución
pidió a la Corte Suprema que habilite un lugar especial para ellos.
Los casos investigados en base a una denuncia que hizo la propia ANSeS,
son en total 747 y el fraude correspondiente escalaría a 60 millones
de pesos. El fiscal pidió también que se dejen sin efecto
los beneficios jubilatorios irregulares, que en algunos casos rozan los
6.000 pesos.
La falsificación de jubilaciones en la tierra de Menem fue posible
según explica el dictamen de la fiscalía a partir
de una legislación especial que la provincia estableció
en 1994 para los empleados bancarios, que les permite cobrar un retiro
después de 15 años de servicio sin importar su edad. Los
aspirantes a ser jubilados vip que no eran empleados del Banco de La Rioja
se las arreglaban presentando fotocopias de contratos de locación
de servicios con la entidad con los que simulaban una relación
laboral; quienes sí trabajaban para el banco pero no tenían
la antigüedad suficiente, modificaban la fecha de ingreso.
En los papeles que presentaban figuraba la firma (adulterada) de tres
directivos. Entre ellos, Francisco Valdez señaló sin rodeos
al dar testimonio ante la Justicia que la firma que aparecía con
su nombre no le pertenecía; Luis María Sosa y Víctor
Julio Bestani declararon que los convenios exhibidos no correspondían
a la forma de contratación habitual. Algunos de los contratos,
incluso, aparecen suscriptos sábados, domingos y feriados. Más
aún, hay personas que consignan un documento fechado, por ejemplo,
en 1975 aunque lo sacó muchos años después.
La repetición del mismo mecanismo en tantos casos hace pensar que,
evidentemente, existía un aceitado sistema de jubilaciones truchas
propiciado por funcionarios que, según apunta la pesquisa, podrían
ser acusados de asociación ilícita. De hecho, los formularios
y documentación entregados en el trámite de jubilaciones
llevaban un certificado de autenticidad de los organismos que las otorgaban,
es decir, el Instituto de Previsión, Seguridad y Acción
Social de La Rioja (IPSAS) y el llamado Organismo Interjurisdiccional
(órgano mixto, nacional y provincial). Si el juez Rodolfo Canicoba
Corral hace lugar, como es probable, a las indagatorias pedidas por el
fiscal, las declaraciones comenzarían en setiembre. Recién
después serán indagados los funcionarios involucrados.
El gerente de Control y Prevención del Fraude de la ANSeS, Juan
José Laxajeborde recordó que al momento de su cierre, el
Banco de La Rioja tenía 183 empleados, por ende, es imposible que
más de 700 cobraran jubilación de esa institución.
Dijo, además, que se están investigando maniobras similares
en Santiago del Estero, Catamarca, Río Negro y San Juan.
Amenazas en la ANSeS
Las intimidaciones a los investigadores han sido una constante
en la causa de las jubilaciones riojanas. Ayer el gerente de la
Anses, Juan José Laxajeborde, reveló que recibió
amenazas en su casilla de e-mail, al igual que sus colegas Rita
Navarro y Oscar Cuzza, quienes participaron en la denuncia original.
La primera vez que fue a La Rioja, a allanar el Banco de La Rioja
residual, el fiscal Guillermo Marijuán denunció que
el gobernador Angel Maza dijo a la prensa que su presencia era persecución
política. La semana pasada recibió en su despacho
un pequeño ataúd con la advertencia cortala
con las jubilaciones. En el ínterin, el camión
que traía los expedientes jubilatorios desde La Rioja fue
baleado cuando ingresaba a Capital Federal.
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Pertenecer tiene sus
privilegios
Ya está demostrado. La mayoría de las jubilaciones
truchas del Banco de La Rioja, obtenidas casi todas en 1999, eran
para los parientes y amigos:
Domingo Dasso, actual
funcionario de la Secretaría de Producción y Turismo
de La Rioja, consiguió con 48 años una jubilación
de 1.843 pesos mensuales afirmando que pasó por el banco
riojano entre 1985 y 1992. El contrato que exhibió está
firmado un domingo.
El masajista de Carlos
Menem, Miguel Buongiorno, obtuvo su jubilación alegando que
había firmado un contrato de locación de servicios
con el Banco de La Rioja en 1955, cuando tenía 16 años.
La candidata justicialista
Marta Rivadera, jubilada con 43 años, cobra sus 2.918 pesos
mensuales gracias a un contrato falso con el Banco de La Rioja que
está fechado un día feriado.
David Orlando Millicay,
jugador de fútbol en La Rioja e hincha de Menem,
logró su retiro vip de 1.254 pesos a los 47 años.
Gladys Susana Maza, pariente
del gobernador riojano Angel Maza, logró una jubilación
de 1.037 pesos a los 44 años. Reportó para eso que
trabajó para el Banco de La Rioja entre 1972 y 1975 pero
su contrato aparece firmado por Carlos Giudici, quien dejó
la entidad en 1970.
Herminia Gaset Waidatt
de Pérez, hermana de la concejal peronista Liliana Gasset
Waidatt, se jubiló a los 44 años y lleva cobrados
23.632 pesos de jubilación privilegiada. Su contrato con
el Banco de La Rioja, lleva la firma falsificada de Francisco Valdez
y está fechado un sábado.
Edgar Romero Chacón,
el profesor de tenis de Zulemita, se jubiló a los 34 años
y lleva percibidos 42.603 pesos. Su supuesto contrato con el banco
es de un día sábado y lleva la firma de Luis María
Sosa, quien en ese momento no pertenecía a la institución.
Lucio Córdoba,
director del diario oficialista riojano El Independiente, cobra
1.743 pesos como jubilado bancario.
Silvia Estela Leo, es
la mujer de Diego Alvarez, asesor del gobierno riojano y ex titular
del Organismo Interjurisdiccional que otorgaba las jubilaciones.
Se retiró a los 44 años y desde entonces cobra 2.152
pesos mensuales. Lleva percibidos 58.908 pesos. María del
Carmen Leo, que sería pariente cercana, se jubiló
a los 42 años con ingresos de 1.436 pesos.
Pedro José Páez
se jubiló a los 35 años y cobra el retiro más
alto: con 5.927,51 pesos al mes lleva acumulados 314.158, 03 pesos.
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