Por David Cufré
Es un plan impresionante,
que va más allá de lo que pide el FMI y que debería
generar confianza entre los inversores. Con esa efusividad, el subsecretario
del Tesoro de Estados Unidos, John Taylor, saludó ayer la política
de déficit cero del gobierno argentino. Taylor es el número
dos de Paul ONeill, quien días atrás tuvo expresiones
menos simpáticas para con Argentina, al afirmar que han estado
entrando y saliendo de los problemas durante 70 años o más.
Les gusta ser así. Nadie los forzó a ser como son.
Después de semejantes declaraciones, el Gobierno no pudo armar
una respuesta unificada, sino que osciló entre el reproche moderado
y la justificación. En Economía admiten que entre los inversores
extranjeros se profundizó la visión pesimista sobre el futuro
argentino, por lo cual el viceministro, Daniel Marx, viajó a Washington
a dar explicaciones, más que a pedirlas.
Marx se entrevistó con Taylor en el Departamento del Tesoro, y
le explicó en detalle el plan para eliminar el déficit fiscal.
El anfitrión se mostró tan satisfecho que recomendó
al FMI apurar la revisión del programa argentino para efectuar
de inmediato un desembolso de 1200 millones de dólares. Esos fondos
son parte del blindaje financiero, pero serán entregados sólo
después que el directorio del organismo verifique el cumplimiento
de las metas del segundo trimestre. El problema es que dicho cuerpo saldrá
de vacaciones en los próximos días y volverá al trabajo
recién en setiembre. Frente a la exhortación de Taylor,
desde el FMI respondieron que por ahora no está previsto cambiar
los plazos fijados.
Fue un gesto para demostrar el apoyo del gobierno estadounidense
a la Argentina, pero no es un verdadero problema si los fondos vienen
ahora o en setiembre, indicó Marx, en diálogo desde
Washington con Página/12.
¿Está negociando un aporte extra del FMI o del Tesoro
estadounidense? preguntó este diario.
Ya tenemos un programa importante con el FMI y por ahora nos vamos
a mantener en lo que hemos acordado.
¿Puede haber un pedido de fondos para más adelante?
Veremos, pero por ahora no está en los planes.
Marx no cerró completamente la puerta a una posible renegociación
con el FMI para requerir más fondos, y otras fuentes de Economía
dijeron que es una alternativa que se analiza. Por ahora el Gobierno quiere
mostrar a los mercados que está resuelto a imponer el ajuste fiscal.
Pero no descarta que más adelante pueda necesitar una nueva ayuda
del FMI, en caso de que el riesgo país no baje tanto como esperan
en el Palacio de Hacienda, y sigan cerrados los mercados financieros internacionales
para colocar títulos de deuda.
A pesar de su entusiasmo por el ajuste que dispuso el gobierno, Taylor
insinuó que el Tesoro estadounidense no participará de un
eventual rescate de la Argentina. Todavía tienen la posibilidad
de retirar 7000 millones de dólares de su acuerdo con el FMI,
recordó. Pero mientras Taylor se esforzó por resaltar la
política de déficit cero, desde Londres ONeill volvió
a formular declaraciones que el Gobierno hubiera preferido no escuchar.
El secretario dijo que no cree que sea útil para nadie tener sistemas
de convertibilidad.
Semestre con buenas
notas
El Gobierno logró un superávit fiscal de 297,5 millones
de pesos en junio, con lo que subrecumplió la meta de déficit
del primer semestre en 195,2 millones. Ese resultado facilitará
la tarea con la misión del FMI que se encuentra en Buenos
Aires, ya que la principal meta que le importa al organismo fue
respetada. El superávit de junio fue igualmente mucho menor
al de igual mes del año pasado, cuando ascendió a
874,4 millones. Pero la Secretaría de Hacienda aclaró
que hace un año se obtuvieron 498,8 millones por la liberación
de garantías sobre títulos Brady. En el semestre,
el déficit trepó a 4743,8 millones, contra los 4989
millones pactados con el FMI.
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SUBIO
LA BOLSA CON IMPULSO EXTERIOR
El amigo americano
La Bolsa de Comercio de Buenos
Aires ganó 1,37 por ciento, en tanto los bonos de deuda argentina
subieron el 0,25 por ciento. En consecuencia el riesgo país descendió
hasta los 1402 puntos luego de haber llegado a 1450. Por su parte, en
la tasa interbancaria, que se mantuvo en alza, se notó la inercia
de la fuga de depósitos registrada en los últimos días.
Se pactó en 29 por ciento en pesos y 18 en dólares.
Siempre atentos a la intensidad del ajuste, los mercados locales se mostraron
ayer indecisos. Al final de la jornada subieron levemente impulsados,
en principio, por el apoyo otorgado por la Secretaría del Tesoro
de Estados Unidos al plan de déficit cero, pero fundamentalmente
porque acompañaron la tendencia de los principales mercados del
mundo. En Wall Street, el Dow Jones de las principales firmas industriales
subió 1,6 y el Nasdaq (informática y biotecnología),
el 1,26 por ciento.
Por su parte, el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos para Asuntos
Internacionales, John Taylor, instó al directorio del FMI a proceder
con rapidez en la revisión del programa argentino, lo que permitiría
al país recibir nuevos fondos en el marco del blindaje
acordado el año pasado. La sola muestra de buena voluntad fue rápidamente
interpretada por los mercados y se reflejaron en la mencionada suba de
los papeles de la deuda local.
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