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LA CONSULTORA MOODY'S PROVOCO UNA SUBA DEL RIESGO HASTA 1520
Una señal que bajó la nota de la Argentina

Frente a las malas noticias del mercado financiero, el equipo económico insiste en que el déficit cero salvaría a la Argentina de un default que, asegura, contraería la economía entre 8 y 12 por ciento, eliminaría posibilidades de recuperación en los siguientes tres o cuatro años y provocaría una brutal fuga de depósitos y un crac en la cadena de pagos.

Por Claudio Zlotnik

Ante lo que definió como “incremento significativo” del riesgo a que la Argentina deje de pagar la deuda, la agencia estadounidense Moody’s –la más importante junto a Standard & Poor’s– degradó ayer la calificación de los títulos de deuda argentinos, de “B3” a “Caa1”. Con este descenso, el segundo que aplica Moody’s este mes, la Argentina comparte la posición con países como Ucrania, Moldavia o Pakistán. Y quedó siete escalones por abajo del “Investment Grade”, el máximo lugar del podio que Fernando de la Rúa prometió alcanzar, junto a Estados Unidos, Inglaterra, Dinamarca y Suiza.
Al fundamentar su decisión, Moody’s citó razones tanto económicas como políticas. Pero a pesar de la desconfianza internacional y de las propuestas de algunos economistas, en el Palacio de Hacienda niegan en forma rotunda la posibilidad de la cesación de pagos. E incluso mencionan la chance de un salvataje internacional siempre y cuando el Gobierno demuestre primero firmeza para aplicar el ajuste.
En este contexto, al que se sumó el nerviosismo de los financistas tras la postergación del debate en el Senado, el riesgo país escaló 130 puntos y terminó en los 1520.
La decisión de Moody’s no sorprendió a los inversores. Tanto en la city como en Wall Street se instaló el debate sobre lo que ocurriría si se agravara la crisis y la Argentina cayera en default. En todo caso, lo que hizo la agencia fue institucionalizar la polémica. Y, quizás la consecuencia más grave, empujó a compañías de seguros estadounidenses a desprenderse de títulos públicos argentinos. Por normas de regulación, algunas aseguradoras tienen prohibido invertir en papeles con riesgo alto de default. En forma maliciosa, anoche en la Casa Rosada recordaban que Moody’s no pudo prever la caída de Rusia ni la crisis del sudeste asiático. “Ahora se quieren tomar revancha, justo con nosotros, y nos bajan la calificación ‘por las dudas’”, señaló a este diario un alto funcionario de Balcarce 50.
En rigor, la nota “Caa” da cuenta de “títulos de baja calidad”, que forman parte de emisiones que “pueden haber incumplido pagos o contener elementos de riesgo con respecto al cobro”, tanto de capital como de intereses de la deuda.
La advertencia de la calificadora, en realidad, no hizo más que poner al descubierto la percepción de Wall Street de que la Argentina no tendrá más remedio que declararse en bancarrota. Al respecto, según dijeron a Página/12 en un importante banco de inversiones de Nueva York, la Reserva Federal está preocupada por la exposición que tienen las entidades financieras estadounidenses en la Argentina. Y les advirtió a los bancos que monitoreará de cerca sus tenencias en bonos de la deuda argentina. En la entidad consultada por este diario entendieron que esa fue una “sugerencia” de Alan Greenspan para ser cautelosos respecto de los títulos argentinos.
El hecho de que anteanoche los senadores postergaran la sanción del ajuste en el gasto público significó una desmejora del riesgo país y una caída de las acciones desde el arranque de los negocios. Poco antes de la novedad de Moody’s, el riesgo se encontraba en 1478 puntos. Pero se disparó hasta 1543 no bien las agencias de noticias divulgaron la información. Finalmente, el indicador quedó en 1520 puntos, los bonos cayeron 7 por ciento en promedio, y las acciones perdieron 2,5 por ciento. Con este nuevo declive, la Argentina volvió a superar a Ecuador en el ranking del riesgo país y quedó detrás del puntero Nigeria (1790).
Pero por fuera de las novedades del día a día, tanto entre los financistas como en Economía se trazan escenarios probables en los que podría desembocar la crisis. Para la escuela ortodoxa de la cual son devotos los inversores no existe la alternativa de que el Gobierno vaya a una reestructuración de la deuda en forma consensuada. Lo mismo ocurre con los analistas (voceros) de los bancos. Claro está, todos son juez y parte. En Economía piensan exactamente lo mismo, a pesar de que Domingo Cavallo regresó al Palacio de Hacienda pronunciando diatribas contra los que denominó “miopes”. Para que no queden dudas de que lo último que haría el ministro es dejar de cumplir con los inversores, en su equipo formulan un panorama desolador para el caso de un default. Todo lo contrario a lo que proponen algunos políticos del radicalismo, como Rodolfo Terragno. En diálogo con Página/12 un estrecho colaborador de Cavallo planteó cómo sería ese escenario:
En el primer año, la economía sufriría una contracción de entre 8 y 12 por ciento.
No habría posibilidades de recuperación por los próximos tres a cuatro años.
Se daría “una brutal” fuga de depósitos, acompañado de posibles quiebras bancarias y de un crac en la cadena de pagos.
u n caso de que en los próximos meses caiga la recaudación y Economía se vea obligada a profundizar el ajuste, se plantearán dos opciones (en realidad no muy distintas entre sí): o se realiza un nuevo “ajuste ordenado” o caerá en un “ajuste forzado y caótico”. Un eufemismo para referirse a lo que sucedería si hay cesación de pagos y una eventual devaluación: “caída brutal de los salarios y corte abrupto de la cadena de pagos”.
Por tal motivo, en el entorno de Cavallo aseveran que lo mejor que puede pasar es que el Senado convierta en ley el ajuste tal como se sancionó en Diputados y el plan de Déficit Cero se cumpla sin mayores sobresaltos para poder gestionar después asistencia financiera.

 

Se fueron 5459 millones

En medio de la crisis, la situación del sistema financiero es la variable más atendida por los financistas. Desde que se inició la corrida, el último miércoles 4, hubo una sola jornada en la cual no hubo salida de depósitos. El martes pasado (último dato disponible) se fueron 455 millones, totalizando 5459 millones en casi tres semanas. En ese lapso, el promedio de salida resultó de 390 millones diarios.
Ayer volvió a ser una jornada tensa. A las caídas en el mercado bursátil se sumó que la tasa interbancaria volvió a saltar hasta 27 por ciento anual en pesos. Y el Banco Central asistió a los bancos con el monto récord de 2174,6 millones.
Por otra parte, el Gobierno y los bancos “creadores de mercado” ya tienen cerrado el acuerdo para que éstos canjeen 1200 millones de dólares en Letes por un título a un año de plazo. “Estamos esperando que el Senado apruebe el ajuste para firmar el acuerdo”, dijo un banquero a este diario, dando cuenta de las condiciones que imponen los bancos. Para completar las necesidades de financiamiento del año, las AFJP aportarían otros 2300 millones y otros 700 millones los fondos comunes de inversión.
El dato curioso de las negociaciones lo dio el Credit Suisse First Boston, de David Mulford. El amigo de Cavallo dijo que sólo aceptaría prestarle al Gobierno al 40 por ciento anual. En el Palacio de Hacienda dicen que Mulford y Cavallo ya no son amigos.

 

Datos de la crisis
El riesgo país subió 130 puntos, hasta los 1520.
Las acciones cayeron 2,5 por ciento.
Los bonos perdieron 7 por ciento en promedio.
El Banco Central ya asistió a los bancos con 2174 millones. De este total, 247 millones   fueron en pesos al 20 por ciento anual.
Moody’s degradó la calificación de la Argentina a “Caa1”, el mismo nivel que Ucrania y Pakistán. Dijo que aumentó el riesgo a un default.
Los depósitos volvieron a caer y acumulan 5459 millones en 14 días hábiles. El martes pasado se fueron 455 millones.
Daniel Marx siguió de gira por los Estados Unidos, buscando el apoyo del FMI. El    organismo podría adelantar fondos ante la profundización de la crisis.
La tasa interbancaria se elevó al 27 por ciento anual.
Las tasas de interés pasivas a 30 días en pesos se ubican en el 27,4 por ciento anual. Y en    el 30,4 por ciento en los depósitos a más de 60 días.
Nigeria es el único país con más riesgo país que Argentina: 1790 puntos.

 

LA SEPI RESPONDIO DURAMENTE AL PORTAZO DE EURNEKIAN
Los tironeos por Aerolíneas

La española Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) dio por caída la oferta del empresario Eduardo Eurnekian para adquirir la mayoría del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas e informó que restan todavía ocho propuestas de adquisición, de las cuales cuatro tienen hegemonía de capitales argentinos, según informó su presidente, Pedro Ferreras. El holding español contraatacó así al gesto de dar un portazo con el que el ex titular de Aeropuertos Argentina 2000 pretendió forzar a los españoles a ceder espacios en la dura negociación que venían sosteniendo.
Fuentes vinculadas a la propia SEPI admitían que el empresario argentino “no ha cerrado todas las puertas” sino que dejó espacios suficientemente abiertos como para poder reconstruir la mesa de negociaciones. Las declaraciones públicas de Eurnekian fueron consideradas sólo una “estrategia” para forzar un mayor compromiso del gobierno nacional, atarlo a su propuesta y dar así mayor solidez a su posición en las conversaciones con SEPI.
En declaraciones radiales, Eurnekian criticó el estilo de negociación del holding estatal español. “Lo que yo no voy a hacer es ir a un remate”, expresó en declaraciones radiales. “Yo creo que la estrategia de la SEPI no es correcta, no creo que pueda estar negociando con tres o cuatro a la vez”, consideró. En concreto, para el empresario –a quien se le imputa la intención de querer monopolizar el mercado aerocomercial– la SEPI debería negociar sólo con un oferente. Según versiones, Eurnekian habría propuesto al consorcio estatal español hacerse cargo del pasivo de Aerolíneas con sus proveedores, a quienes incorporaría como socios, a cambio de que la SEPI pague las indemnizaciones al personal que quede cesante.
El camino de presión pública elegido por Eurnekian parece haber sensibilizado a los negociadores españoles, que ahora consideran “caída” la oferta del empresario argentino y destacan que avanzan en el análisis de las ocho propuestas restantes. De éstas, cuatro cuentan con capitales mayoritariamente argentinos, dos son norteamericanas y dos son operadores aéreos latinoamericanos.
En Madrid mantienen “la voluntad” de no liquidar la empresa y de lograr una venta antes del 17 de agosto, cuando se volverá a reunir la asamblea de accionistas tras el cuarto intermedio decidido el pasado lunes 23. El todavía presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, descartó desde Madrid toda posibilidad de quiebra de Aerolíneas y aseguró que “vamos a tener un comprador” antes de esa fecha.
Ayer, trabajadores de Aerolíneas, mayoritariamente de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), realizaron una protesta frente al edificio que la compañía posee en Bouchard 547, para reclamar el pago de salarios adeudados y la recuperación de las rutas que suspendió la compañía. Los petardos lanzados por los manifestantes provocaron el estallido de dos ventanas del edificio, que recibió también una lluvia de tomates y huevos.

 


 

El agro con su plan procompetitivo

El Gobierno y entidades representativas del sector agropecuario firmaron el largamente anunciado programa integral de competitividad para el campo y la agroindustria. El plan supone la eliminación de los repudiados impuestos distorsivos, entre ellos los tributos a los intereses sobre préstamos bancarios y a la renta presunta. También, la promesa de que se agilizará la devolución del IVA para las exportaciones.
Por medio de ese convenio, los productores agropecuarios se verán favorecidos por la exención completa de los impuestos a la Ganancia Mínima Presunta y al Endeudamiento, además de que podrán computar el pago de aportes patronales a cuenta del IVA. Asimismo, prevé una descarga del IVA sobre eventuales anticipos impositivos, a realizar o ya realizados y busca priorizar con bajas impositivas a las actividades más postergadas del sector, en especial a las afectadas por adversidades climáticas.
Además, definido el actual marco general, la semana próxima comenzarían a firmarse los convenios de competitividad por sectores específicos de producción, los que responderán a los acuerdos alcanzados en negociaciones con los representantes de los diferentes subsistemas productivos.
El titular del Palacio de Hacienda también anticipó que se pondrá en marcha un mecanismo para la devolución prácticamente automática del IVA e Impuestos Internos y remarcó que el único requisito que se deberá cumplir es que el pago del IVA a los proveedores se haga a través de transacciones financieras registradas en el sistema bancario, para evitar la evasión.
En cuanto al Plan de Competitividad, el ministro de Economía remarcó que el sector agropecuario quedará eximido del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta; y al Impuesto al Endeudamiento, mientras que las cargas patronales podrán computarse como crédito fiscal del IVA. En los próximos días se firmarán acuerdos específicos para los sectores vitivinícola, yerbatero, bananero y de cítricos, en tanto recordó que ya se suscribió para los de la industria cárnica, algodón, frutícola y arrocero.

 

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