Hebe de Bonafini solicitó
a la Justicia francesa que reclame la apertura de los archivos de las
fuerzas armadas de ese país para obtener información acerca
de los militares que formaron a los represores argentinos.
La presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo también
pidió al juez Roger Le Loire que investiga la desaparición
de ciudadanos franceses en Argentina que incluya en el expediente
el ataque sufrido por su hija Alejandra el 25 de mayo pasado. Como
no condenan a los asesinos, siguen torturando, afirmó Bonafini
a Página/12 desde París.
Queremos saber quiénes fueron los argentinos que aprendieron
y quiénes los franceses que enseñaron. Le pedimos
al juez que él investigue, porque nosotras no tomamos por ciertas
las afirmaciones de los militares, dijo la presidenta de la Asociación
de Madres de Plaza de Mayo, que estuvo en Génova participando de
las manifestaciones contra el G-8.
Las vinculaciones entre los represores argentinos y los franceses se confirmaron
luego de que a principios de este año el general Paul Aussaresses
publicara un libro en el que confesara detalles de los tormentos aplicadas
durante la guerra de Argelia. Después de torturarlos, la
mayoría de las veces los ultimábamos. ¿Acaso eso
me planteó problemas de conciencias? No, la verdad es que no,
declaró el militar. Una de las consecuencias del reconocimiento
público del general que reabrió un debate en la sociedad
francesa fue la ratificación de que los oficiales que participaron
en la guerra de Argelia instruyeron en sus prácticas a los militares
argentinos desde 1957.
El juez Le Loire, que también investiga casos de desapariciones
durante la dictadura chilena de Augusto Pinochet, está en posesión
desde hace cinco o seis días de archivos militares vinculados con
estos temas. Así lo reveló Nuri Albala, abogado francés
de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, quien expresó
que el organismo de derechos humanos quiere tener acceso a los documentos
para cotejar estas informaciones con las obtenidas en Argentina. Tenemos
documentos, cartas en las que se habla de la creación de cursos
de formación organizados por militares franceses, que estaban en
las embajadas (de Francia) en América latina, sobre todo en Brasil,
afirmó Albala.
Bonafini comparó la represión en los cortes de ruta en Argentina
con lo ocurrido en Génova, donde relató había
un grupo que provocaba para que la policía reprima y luego dijeron
que la gente era la violenta, como en Mosconi. La presidenta de
la Asociación de Madres de Plaza de Mayo agregó que de
cualquier manera los pueblos siguen movilizados aunque los asesinos nunca
van a la cárcel. La dirigente de derechos humanos le pidió
al juez Le Loire que agregue a la causa en la que se investigan las desapariciones
durante la última dictadura, el incidente en el que su hija fue
golpeada y torturada en su casa de La Plata el pasado 25 de mayo. Alejandra
Bonafini sufrió un ataque en el que unos hombres que ingresaron
a su vivienda le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza y
la quemaron con cigarrillos. Aunque se abrió una investigación,
no hubo siquiera una pista, y menos un detenido, en relación al
hecho. Para Bonafini, este episodio es consecuencia de la impunidad. Como
no condenan a los asesinos, siguen torturando, afirmó.
A 25
AÑOS DE LA NOCHE DE LOS APAGONES EN JUJUY
La continuidad de la lucha
Es importante la continuidad
de la lucha, aunque las formas hayan variado y la situación no
sea la misma, y con una generación desaparecida me parece que lo
rescatable es que se continúe resistiendo a este modelo impuesto
por la dictadura militar. Así reflexionó Luis Ramón
Aredes, hijo de Luis, el intendente de Libertador General San Martín
detenido durante la Noche de los Apagones y que luego desapareció.
A 25 años, familiares de las víctimas realizaron diversos
actos en Jujuy. En la plaza de Libertador General San Martín cantó
Ignacio Copani.
Nosotros vemos la lista de desaparecidos y no eran ni los más
encumbrados políticos ni los líderes más prestigiosos,
pero ocupaban lugares claves dentro de las organizaciones sociales en
que estaban, agregó Aredes. La noche del 27 de julio de 1976
la usina de Libertador General San Martín cortó el suministro
eléctrico en todo el departamento mientras policías, gendarmes,
militares y capataces de Ledesma comenzaron a allanar y saquear viviendas
en los pueblos de Libertador General San Martín y Calilegua. En
vehículos de la empresa fueron trasladados más de cuatrocientos
trabajadores, estudiantes y profesionales a los galpones de mantenimiento
de la empresa, donde permanecieron días y hasta meses atados y
encapuchados. Tras la tortura e interrogatorios, algunos fueron liberados,
otros enviados a comisarías, cuarteles militares o cárceles
de distintas provincias. En Calilegua fueron halladas tres tumbas y 30
vecinos permanecen desaparecidos, según reflejó el informe
Nunca Más de la Conadep.
Aredes es un empleado bancario que trabaja en San Miguel de Tucumán.
Su padre fue detenido durante el apagón de Ledesma, lo liberaron
un año después y luego lo volvieron a secuestrar en la calle.
Desde entonces permanece desaparecido. Era médico del sindicato
de azucareros de Ledesma. En estos años pudimos encontrar
el eslabón de continuidad entre esta lucha que llevaban los detenidos
desaparecidos y la que hoy está llevando nuestro pueblo, sobre
todo aquí en el norte, agregó Aredes. Y destacó
que los Blaquier, dueños parciales del ingenio, lo viven
como una victoria, como que hicieron bien su trabajo coordinando con las
Fuerzas Armadas, la policía provincial y su propio equipo de seguridad,
y están disfrutando los 25 años que les garantizó
el proceso de reorganización nacional de impunidad y de poder llevar
adelante sus empresas sin ningún costo social.
Ayer a la mañana las Madres de Detenidos-Desaparecidos de Ledesma
colocaron una placa en la Escuela Normal para recordar a los 16 alumnos
desaparecidos. De allí fueron a Calilegua y emprendieron la Marcha
por la Justicia contra la Impunidad hasta el ingenio Ledesma e hicieron
un acto frente a La Rosadita, la casa de los Blaquier. Por
la noche organizaron una Peña Solidaria que recaudó fondos
para los inundados de Palmasola.
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