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CAVALLO DICE QUE RESISTIRA UN INTENTO DE DEVALUACION
“Todo listo para dolarizar”

Casi con insidia, el banco norteamericano planteó un escenario con devaluación para Argentina catastrófico, sugiriendo que la crisis será peor que la de Rusia. Reacción indignada en el Gobierno, que acusa a la entidad de �cierto ánimo revanchista�.

Facsímil de la primera página
del informe del Bank of America.
La presión de los bancos por poner
a la devaluación en escena.

Mientras Standard & Poor’s y Moody’s difundían pronósticos inquietantes sobre el futuro de la economía y se conocía en Buenos Aires un informe del Bank of America alertando sobre la posibilidad de que Argentina deba abandonar la convertibilidad, los lectores del diario brasileño Valor conocían la visión opuesta, en letra del ministro de Economía argentino. A través de una columna de opinión, Domingo Cavallo descartó con abundantes argumentos la posibilidad de devaluar el peso tanto como la de reestructurar la deuda, opciones que calificó de “desastrosas”.
En su afán de tranquilizar los ánimos, Cavallo hasta se animó a esbozar un desafío. “A la primera señal de la devaluación, los argentinos corren para cambiar sus pesos por dólares (...); el Gobierno está preparado para la dolarización de la economía, si ese fuera el deseo de los argentinos.” La intención del ministro no es alentar esta variante sino transmitir la idea de que el Estado tiene los dólares necesarios como para afrontar una corrida, pero siempre defendiendo la convertibilidad.
“La verdad simple y pura es que Argentina no maduró y no está preparada como para una mayor flexibilidad”, sentenció Cavallo para quien la imposibilidad de emitir moneda es un corsé imprescindible para el sector político, presuntamente proclive a financiar gastos a través de la emisión de moneda. Sin embargo, admite que el actual régimen monetario dejó un resquicio para que la dirigencia busque financiamiento a través de la deuda.
“Quien sea un inversor en la Argentina sabe que tendrá fuertes emociones. Es como si el país, tal cual un adolescente rebelde, precisase estar siempre al borde de una crisis para que prevalezca la razón”, señala Cavallo en la introducción del artículo, donde desecha la posibilidad de abandonar el régimen convertible y renegociar la deuda, en el marco de un eventual default.
Cavallo rechazó que la actual paridad entre el peso y el dólar represente un obstáculo para la competitividad, ya que “los salarios del sector privado en los últimos años cayeron casi 7 por ciento en términos nominales”. Si a esas remuneraciones se las corrige por productividad, el retroceso “es del 45 por ciento desde 1993”.
A partir de este razonamiento, el ministro abundó en las razones que justificarían evitar por todos los medios una devaluación, amén del señalado más arriba. “Provocaría la reducción de los salarios reales y esto profundizaría la recesión”; provocaría una “dolarización automática y derrotaría de raíz la posibilidad de un ajuste en la tasa de cambio”. También repercutiría en el sector financiero, “porque sus pasivos están en dólares” y sus activos respaldados por garantías cuyo valor puede licuarse en el supuesto caso que el peso se depreciara.
Tampoco la reestructuración de la deuda, que el mercado percibe como inevitable, es para quien comanda el Palacio de Hacienda una salida ineludible, en principio, porque el problema no sería de la envergadura que se lo percibe. “La carga es totalmente manejable”, aseguró en el artículo, luego de detallar que representa el 44 por ciento del PBI y los intereses, para los próximos cuatro años, el 3,8 por ciento anual.
“Debería quedar claro que la probabilidad de moratoria implícita en los precios de los títulos de la deuda de Argentina está exageradamente sobreestimada”, concluyó Cavallo en la nota publicada por Valor, un mensaje que los mercados hasta el momento parecen haber desconocido.
Un día antes de esta publicación, el hombre fuerte de Economía había opinado en similar sentido en el desayuno que compartió con los corresponsales extranjeros. Allí negó rotundamente que Argentina estuviera analizando la posibilidad de reestructurar su deuda, y aclaró que con bancos y AFJP está negociando un canje de Letes por 4800 millones de pesos para prorrogar vencimientos. Algo que, a su juicio, poco tiene que ver con una reestructuración de pasivos.

 


 

EL GOBERNADOR DE LA RIOJA TRAZO CUADRO DRAMATICO
“Estando Menem, esto no pasaba”

El gobernador de La Rioja, el menemista Angel Maza, trazó un cuadro apocalíptico al describir la actual situación económica, señalando que el país se debate entre “la cesación de pagos, la devaluación o un quiebre institucional en las próximas horas”. Un día antes de la reunión de los gobernadores y senadores justicialistas que deberán definir si prestan su apoyo al plan de déficit cero con el voto de los últimos en la Cámara alta, el mandatario menemista responsabilizó al presidente Fernando de la Rúa de haber llevado el país al actual estado de “fragilidad extrema, porque no es Carlos Menem, que tenía autoridad, sabía conducir”.
Maza sostuvo que los mil millones de pesos que requiere el Gobierno como aporte de las empresas privatizadas y bancos, para financiar el Fondo Fiduciario en apoyo de las provincias, “no están”, lo cual dificultará un acuerdo político y terminará generando “el temor de la gente”. “Se irán sobre los plazos fijos”, vaticinó el gobernador riojano, “se empezará a retirar todo el dinero del circuito bancario y nuestro país puede entrar en cesación de pagos”. El mandatario menemista aseguró que “son horas decisivas para el futuro de nuestro país, pero no se toma conciencia de la gravedad institucional del momento que estamos pasando”.
En declaraciones formuladas desde Buenos Aires a una radio de su provincia, Maza justificó la actitud del bloque justicialista de senadores al destacar que “bajaron (al recinto el miércoles), dieron quórum, pero la verdad es que ni ellos (por el oficialismo) estaban totalmente de acuerdo sobre qué instrumento sacar”.
Luego criticó la actitud de la Alianza hacia el anterior gobierno, señalando que “con mucha caradurez siguen hablando hoy de la fiesta y todo eso, cuando hace un año y ocho meses que ellos están en el gobierno”. En esa misma línea, el mandatario interpretó que “todo esto tiene por finalidad querer presentar este ajuste, que no lo han podido resolver por su propia incapacidad para gobernar, con el rostro” del ex presidente Menem.
Maza señaló que los gobernadores justicialistas tenían previsto reunirse el lunes próximo, “pero recién me habló (el ministro del Interior, Ramón) Mestre, estuvimos conversando también con (el jefe de Gabinete, Chrystian) Colombo, y dicen que no saben si llegamos al lunes”. Destacó que mientras “nos piden a nosotros (gobernadores y senadores justicialistas) una actitud altruista, ellos realmente no la tienen con las provincias, porque no tienen los fondos que se habían comprometido a enviar en julio”. De todas maneras reiteró que en la Nación “no hay plata” y “esto se nos pone muy difícil a nosotros”, ya que las provincias no están en condiciones de pagar el medio aguinaldo a sus empleados. “No nos mandan dinero, nos piden colaboración y encima no mejoran las cosas sino que las empeoran con declaraciones, creando mayor inestabilidad.”.Pero concluyó señalando que , pese a la situación, “nos vamos a manejar con la serenidad y la prudencia necesaria, con un sentido positivo”.

 


 

Un dólar “entre 2 y 4,5 pesos”,
pronostica el Bank of America

“Una devaluación en Argentina podría llevar el tipo de cambio a un nivel en el rango de 2 a 4,5 pesos por dólar, dependiendo de la credibilidad de las políticas económicas post devaluación”, aventura un documento lapidario sobre las chances argentinas de superar la crisis que elaboró el Bank of America. El informe fue preparado para los clientes de la entidad, que buscan asesoramiento para sus inversiones. “Me parece lamentable que se sigan equivocando tanto los que juzgan a la economía argentina”, respondió, con transparente indignación, el jefe de asesores de Economía, Guillermo Mondino, en diálogo con Página/12. Otras fuentes del Palacio de Hacienda recordaron que el Bank of America no participó de la última operación de Letras del Tesoro, que se licitó al 14 por ciento, debido a que su oferta de tasa superó la expectativa oficial. Además, dijeron que el banco estadounidense presentó una propuesta para avanzar con un canje de Letes que finalmente no prosperó, por lo que –especularon– su último paper destilaría cierto ánimo revanchista.
“¿Cómo sería la devaluación?” (What would a devaluation look like?), se titula el informe de Bank of America Securities, división del Bank of America encargada de analizar los mercados financieros emergentes. Se trata de uno de los habituales documentos para sugerir a los clientes cómo moverse. En uno de sus párrafos centrales señala lo siguiente: “Mantenemos nuestra recomendación del 29 de junio pasado de evitar la exposición en los mercados latinoamericanos, porque le asignamos un alto riesgo a la posibilidad de que Argentina abandone la Convertibilidad y entre en cesación de pagos”. Semejante descripción de lo que le esperaría a la Argentina se está transformando en la opinión generalizada de los analistas de Wall Street.
Para el Bank of America, “más allá de que la política de déficit cero del Gobierno es encomiable, puede haber llegado demasiado tarde para reinstaurar la confianza y, en este momento, una mayor austeridad fiscal es como cortar las posibilidades de crecimiento en el corto plazo”. En general, los economistas estadounidenses consideran que al Gobierno se le hará casi imposible mantener una política tan asfixiante como la del déficit cero, por más que su intención sea firme. Y si lo logra por un tiempo, los efectos recesivos de esa política lo pondrán en la disyuntiva de seguir profundizando el ajuste, por la caída de la recaudación, o finalmente tirar la toalla y declarar el default. Tarde o temprano, estiman, la cesación de pagos será inevitable, y de allí que se repitan las recomendaciones a los inversores de evitar toda exposición en Argentina.
Pero el documento del Bank of America tiene una dosis de dramatismo que estremece. “Una devaluación en la Argentina debería ser más severa que las anteriores en otros países”, advierte, comparando la salida de la convertibilidad con las devaluaciones en el sudeste asiático, Rusia y Brasil. Lo atribuye “al importante stock de deudas en dólares (de los ciudadanos), a una conducta de fijación de precios basada en el dólar (que llevaría a una disparada de la inflación), a los efectos sobre el crédito y a una prolongada incertidumbre producto de la reestructuración de la deuda del gobierno”. De entre todas estas gravísimas consecuencias, el banco alerta a sus clientes que una devaluación puede llevar a una escalada inflacionaria, a niveles que oscilarían “entre el 40 y el 70 por ciento”.
“Si la economía argentina es incapaz de recuperarse, los consumidores continuarán perdiendo confianza y será difícil detener la incipiente corrida de los depósitos. Si se dan pérdidas adicionales en los niveles de depósitos, el Gobierno puede estar obligado a abandonar el régimen de Convertibilidad”, agrega el trabajo. Pero uno de los párrafos más lacerantes, y que hacen sospechar en cierta intencionalidad, es el que recomienda al FMI “ser realista” y, en vez de tratar de evitar la devaluación en Argentina, “conservar fondos que podrían necesitar Turquía,que tiene una importancia geopolítica mucho más importante para Estados Unidos, o Brasil, para combatir el contagio desde la Argentina”.
Una de las alternativas que estudia el Gobierno es capear el temporal por unos meses y, cuando ya haya demostrado al mundo que no cederá en la política de déficit cero, solicitar ayuda al FMI y a otros organismos internacionales. El Bank of America parece que quisiera que esa posibilidad esté cerrada de antemano.

 

Documento �lamentable�, según Mondino

“Las opiniones son como el corazón, todo el mundo tiene uno”, dijo, con algo de ironía, el jefe de asesores del Palacio de Hacienda, Guillermo Mondino. En principio, su respuesta fue que no “tiene sentido” estar respondiendo a cada informe. Pero luego no pudo dejar de calificar al que elaboró el Bank of America de “lamentable”. Más allá de ese punto, Mondino aprovechó para enviar un mensaje a los senadores, a quienes el Gobierno quiere convencer de que sancionen la ley que impone el ajuste. “Los políticos saben que una devaluación generaría una caída de salarios y jubilaciones a un cuarto de los niveles actuales. Saben que eso sería llevar a la Argentina a una situación de extrema pobreza y crear una crisis de distribución del ingreso aun pero a la del año ‘89. Habiendo pasado por esa experiencia, nuestros políticos muy racionalmente lo van a evitar”, profetizó. Página/12 le preguntó si el Gobierno negocia un aporte de capitales del FMI, adicional a lo pactado en el blindaje. “Hoy seguro que no”, afirmó, pero después abrió una puerta, al señalar que “primero nos vamos a ayudar nosotros mismos llegando al déficit cero, y después veremos que escenario internacional se nos presenta”.

 

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