Ayer siguió el tira y
afloja entre el Gobierno y los líderes de los piqueteros que anunciaron
cortes de rutas para el próximo martes, en repudio por el ajuste
lanzado por la administración delarruista. Desde el Ejecutivo siguieron
jugando una carrera contra reloj para tratar de evitar las protestas.
Y la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, mostró una baraja
fuerte: intimó a la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA)
para que se abstenga de sumarse a los piquetes. También salieron
a descalificar los cortes el vocero presidencial, Juan Pablo Baylac, y
el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo. Sin embargo,
Luis DElía, uno de los organizadores del piquete masivo del
martes, aseguró que el primero que tendría que acatar
las órdenes de la Justicia es el Gobierno, que no respeta los fallos
judiciales contra el ajuste.
El martes pasado, en una parroquia de San Justo, más de dos mil
delegados de grupos de desocupados resolvieron hacer una semana después
un corte de rutas simultáneo en las principales cincuenta ciudades
del país, en repudio por el modelo económico y en particular
en rechazo al ajuste elegido por el Gobierno para llegar al déficit
cero. Desde el mismo momento del anuncio de la protesta, el Ejecutivo
se dedicó a tratar de desactivar los piquetes, y hasta Bullrich
mantuvo una reunión anteayer con DElía, titular de
la Federación Tierra y Vivienda (FTV), y con otro de los líderes
piqueteros, Juan Carlos Alderete.
Pero de la reunión no surgió ningún acuerdo, y cada
parte se plantó en su posición. Fue un diálogo
medio subido de tono, reconoció Alderete, porque nosotros
le hemos dicho que no estamos dispuestos a humillarnos como argentinos,
que se nos lleven nuestras riquezas. Por su parte, Bullrich dijo
que la charla con los piqueteros fue muy civilizada.
Alderete no se privó de revelar algunos tramos jugosos de la conversación
con la ministra de Trabajo y con el viceministo de Interior, Lautaro García
Batallán. La ministra y el señor Batallán han
reconocido, no sé si lo harán públicamente, que es
real que en el sector financiero es el que impone todas las medidas,
dijo el líder de la CCC. Y también afirmó que Bullrich
le dijo que le iba a comunicar al señor presidente para que
le dijera a sus voceros que no sean tan bocones.
Precisamente, uno de esos bocones, según Alderete,
es Baylac. El subsecretario de Comunicación, que el jueves había
dicho que los cortes de ruta eran actos sediciosos, ayer redobló
sus ataques. Con los cortes habrá que aplicar la ley. Los
jueces deberán actuar, las provincias deberán pedir ayuda,
y, si es necesario, la fuerza pública deberá resolver la
transitabilidad de las rutas. afirmó.
En esa línea, ayer Bullrich activó otro plan para voltear
la protesta. A través del subsecretario de Relaciones Laborales,
Juan Manuel Velazco, intimó a la CTA a no participar de los
cortes de rutas que han sido programados para este martes 31 de julio,
así como a abstenerse de cualquier acto de violencia, u obstaculizar
la libertad constitucional de trabajo y la libre circulación.
La ministra le recordó a la Asociación de Trabajadores del
Estado (ATE) y a la CTA que por ser sindicatos están planteando
una metodología que toda la jurisprudencia coincide en señalar
que no se puede utilizar.
El Ministerio de Trabajo, en un comunicado, agregó que responsabiliza
a estas asociaciones sindicales por cualquier violación a la citada
intimación, y sin desmedro de las acciones penales y por daños
y perjuicios que pudieran corresponder. Otro integrante del gabinete
que se sumó al ofensiva contra el piquete fue Gallo, al considerar
que hay mucha gente confundida, entre quienes cortan rutas.
Vamos a actuar con firmeza y prudencia. Firmeza porque nosotros,
como Gobierno, somos los custodios de la ley. Y prudencia, porque hay
gente que puede estar allí suponiendo que esa una manera de expresar
esa protesta. indicó Gallo. Para dejar claro su rechazo a
los cortes de ruta. el secretario presidencial dijo que los principios
son muy sencillos ytenemos que recordarlos cada vez que podamos: la libertad
de uno termina cuando empieza la del otro, pontificó.
Por lo pronto, dentro de tres días el Gobierno sufrirá un
corte que promete ser masivo, y hasta ahora no ha podido conseguir el
levantamiento de la protesta. Ayer, Gallo y Baylac siguieron con la presión
verbal hacia los dirigentes piqueteros. Y le dejaron a la piba
Bullrich la tarea de ahuyentar a los sindicatos de la protesta. No obstante,
DElía fue claro: Los piqueteros de la Asamblea Nacional
seguimos con las medidas hasta obtener la derogación del decreto
de ajuste y la libertad de todos los compañeros detenidos y procesados,
concluyó.
OPINION
Por Vilma Ripoll *
|
Lo ilegal es el recorte
El Gobierno viene intensificando su campaña contra los cortes
de ruta. Con tono de diálogo como la ministra
Bullrich, o con amenazas directas como el prepotente secretario
de Seguridad. Los que aumentan la desocupación les piden
a los desocupados que sean creativos y cambien
los métodos...
¡Ellos, que sólo tienen creatividad para recortar salarios,
jubilaciones, salud y educación, siempre con el mismo método:
ajustar a los de abajo! ¡Más cínicos no pueden
ser!
Un trabajador ocupado tiene el derecho de huelga. Para lograr un
reclamo, puede parar la producción. Pero la enorme mayoría
de los desocupados no lo son por voluntad propia sino porque han
sido despedidos y porque este modelo implica un desempleo estructural.
Aun sin empleo, son trabajadores. Por eso tienen el derecho de parar
la producción del único modo que pueden: cortando
las rutas o las calles. Es la única manera real y concreta
que tiene un desocupado hoy para hacerse oír por este Gobierno.
Eso es lo legítimo y eso es lo legal.
Aquí lo único ilegal es el recorte del Gobierno. No
sólo porque viola el derecho adquirido del salario, la jubilación
y los subsidios familiares, sino porque De la Rúa y Cavallo
los ataron a la recaudación. Y los pronósticos reconocen
que ésta bajará. ¿Qué nos espera entonces?
¿Menos sueldo y más hambre sólo para honrar
una deuda externa ilegítima y fraudulenta, que en realidad
habría que dejar de pagar? ¿Es legal gobernar
para el FMI? ¿Es legal el genocidio económico?
¿Es legal que en nuestro país muera un
bebé cada 48 minutos por causas evitables ligadas a la pobreza?
No, señor. Los piqueteros tienen su legalidad bien ganada,
porque los que se mueren son sus hijos. Y hoy están peleando
por todos nosotros, ejemplo que tendrían que tomar los dirigentes
de las centrales sindicales. Por eso llamamos a apoyarlos y el martes
próximo estaremos otra vez junto a ellos. Reclamando, al
mismo tiempo, que Moyano y De Gennaro convoquen a un nuevo paro
general de 36 horas con movilización. Porque los trabajadores,
ocupados y desocupados, tenemos una misma necesidad: derrotar este
ajuste y terminar con este modelo que nos quiere condenar a todos
por igual.
* Diputada porteña (MSTIzquierda Unida).
|
|