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Por Emanuel Respighi
 Desde su llegada a los sistemas
televisivos de cable en la Argentina, la señal E! Entertainment
se encargó de desnudar la vida de numerosas personalidades del
mundo del espectáculo, mostrando sin velos aquello que en general
el periodismo banal de espectáculos oculta. Segmentos como “The
E! True Hollywood Story”, “Mysteries & Scandals” o
“E! News Daily” ya son, incluso, parte del escándalo
que Hollywood se permite. Pero su programación estaba en deuda
con el público y los artistas latinoamericanos. Comenzando a revertir
esa realidad, el canal estrenará esta noche, desde las 22, “Historias
verdaderas”, un programa que intenta desentrañar la vida de
los divos del espectáculo al sur del río Bravo. Para su
primera emisión, el canal eligió contar la traumática
historia de Gloria Trevi, la cantante mexicana que tuvo un ascenso artístico
tan fulminante como su posterior caída. Trevi está presa
en Brasil, actualmente.
El documental (que se repetirá el 5 de agosto a las 17, el 9 a
las 14 y el 14 a las 18) intenta explicar los motivos que convirtieron
a Trevi, símbolo de la rebeldía juvenil a comienzos de los
90 –con más de cinco millones de discos vendidos– en
la figura rodeada de problemas que ve pasar sus días en una cárcel
de Brasil, acusada de secuestro, abuso y prostitución de menores.
Imágenes de archivo, entrevistas a allegados y una nota a Trevi
en el penal en el que está detenida, refrescarán al publico
argentino datos de una historia como de película. Baste recordar
que hace poco más de un lustro la Madonna latina llegó a
declarar su intención de postularse como presidente. No es un presidente
o ex presidente no pueda estar preso, o merecer la cárcel, sino
el abismo que existe entre aquel pasado relativamente cercano y su presente.
Trevi era un vestuario provocador, en el que no faltaban las medias desgarradas,
minifaldas rotas y camisas desabrochadas, y canciones que criticaban las
convenciones de la sociedad mexicana, reivindicando el papel de la mujer
y de los adolescentes. Numerosos intelectuales, entre ellos Carlos Monsiváis,
la consideraban una figura clave de un nuevo imaginario cultural latinoamericano.
Incluso, en 1995, cuando los escándalos de la “Madonna mexicana”
no trascendían los límites del escenario, la escritora Elena
Poniatowska dijo: “Creo que es la más auténtica de
las artistas mexicanas y es desde ahora parte esencial de la realidad
nacional. Para mí, Gloria es una muchacha pensante que nunca evita
un tema, que nunca contesta mal o se sale por la tangente, que habla de
las madres solteras, del aborto, de la delincuencia... Ella es parte de
los jóvenes y sobre todo de este país joven en que la gran
mayoría son muchachos y muchachas ávidos de libertad, hartos
de hipocresía y mentiras”.
Pero su éxito ascendente colapsó en 1998, cuando los padres
de una de sus coristas denunciaron que la chica había desaparecido
y que tenía un bebé –abandonado en un hospital de Madrid–
cuyo padre era Sergio Andrade, el manager-productor-amante de Gloria Trevi.
Acorralada por la ley, la troupe de Trevi pasó a la clandestinidad
y realizó viajes por distintos países con el fin de eludir
a la justicia, residiendo momentáneamente en España, Uruguay,
Argentina y Brasil. Al poco tiempo una joven chilena, que también
a los 12 años había sido “becada” por Andrade
para estudiar música y llegar a llegar a la fama, denunció
a la cantante, a su manager y a María Portillo –ex corista–
por abuso de menores. Inmediatamente, una catarata de denuncias de menores
que habían trabajado con Trevi cayó sobre sus espaldas,
la justicia mexicana pidió ayuda a Interpol, y el trío fue
finalmente apresado durante el verano de 2000 en Río de Janeiro.
A pesar de que la extradición a México fue aprobada, la
cantante continúa presa en Brasil y teme por su vida. Desde allí
denuncia que su pesadilla es producto de una campaña en su contra
“alentada porautoridades, políticos, periodistas y gente poderosa”.
Es difícil creerle, aunque toda su historia cause pena.
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