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CARLOS CORACH, SENADOR, EX MINISTRO DEL INTERIOR
“Es un error que Ruckauf no lo visite a Menem”

Con planes de �volver a ser abogado�, sigue defendiendo al Jefe, un hombre �mal detenido� al que jura que los argentinos ya �añoran� y que
quiere ser candidato a senador sólo �como homenaje al PJ riojano�. En su particular estilo, Corach afirma que �nunca miento�, admite que extraña sus tiempos de �explicador� del gobierno y se planta en los mil pesos para el ajuste a los empleados públicos y jubilados.

Por Diego Schurman y Mario Wainfeld

Carlos Corach sorprende desde el primer segundo.
¿Empezamos? –pregunta desenfundando un minigrabador, de esos que utilizan los periodistas.
–Bueno, ¿sincronizamos los aparatos? –insiste, como un chico con juguete nuevo, con el dedo erguido sobre el Rec.
Registrar sus propias palabras, dicen, es una vieja costumbre. No por vanidad sino por desconfianza. Casi la misma que genera a Página/12 cuando arranca el reportaje asegurando que a fin de año volverá a su primer amor: la abogacía.
“Sí, me estoy preparando. Estoy redimensionando mi vida. No creo que uno tenga que hacer de viuda del poder. Voy a cumplir 67 el año que viene y creo que uno tiene que prepararse para lo que se viene, para seguir haciendo lo que le gusta. No voy a ir ahora a los Tribunales, pero voy a colaborar con el estudio de mis hijos y otros abogados.”
–Duhalde dijo que volvía a la inmobiliaria. Menem a su estudio. Nada de ello sucedió.
–Bueno, hace varios meses que recurro regularmente al estudio. Está al lado de Página/12. Como decía un chileno: Chile es un buen país pero en un mal barrio.
–¿Este cercano distanciamiento de la política influye en el endurecimiento de su postura en el Senado?
–Yo concibo la política esencialmente como negociación, como transacción, en el mejor de los sentidos. De cualquier manera, hay aspectos de principios en los cuales el ámbito de la negociación se acota. Yo creo que con el ajuste el PJ no puede partir de una base inferior a los 1000 pesos, que es lo que aprobó Diputados. Luego algunos funcionarios salieron a relativizar esto. Pero las leyes son o no son.
–No está clara la postura del PJ.
–El PJ no quiere convalidar este tipo de recortes, porque considera que es uno de los principios importantes que animan su historia. Y cuando las circunstancias lo permiten, realmente, deben ser respetados. Si no, se nos ocurriría aquello que decía Groucho Marx: “Señores éstos son mis principios. Si no les gusta, tengo otros”. Pero nuestra oposición es constructiva. Además, hoy leí un cable del Presidente donde reconoce que el PJ colaboró en todas las leyes que el Ejecutivo envió al Congreso.
–¿Por qué entonces en el PJ señalan al Gobierno y hablan de “persecución política” por el caso Menem?
–San Martín tuvo que morir en el exilio. Roca fue degradado escandalosamente por la prensa de la época. Ni hablar de Mitre, que también sufrió una campaña tremendamente encarnizada. Sarmiento, Perón, Illia... ¿qué argentino ha recibido reconocimiento de sus contemporáneos? Este parece el destino de los grandes argentinos.
–¿No está exagerando? Hay sectores que han comparado a Menem con el general Valle...
–No coincido con eso. No se compadece con esa ética de la persecución política de la resistencia.
–Pero hay una retórica del menemismo perseguido.
–El menemismo no existe. ¿Por qué quieren separar al PJ del menemismo?
–Es el peronismo el que habla de menemismo. Duhalde, Kirchner, etc..
–Dígame qué era Duhalde durante el gobierno de Menem. ¿Antes era menemista y ahora no es nada? Que digan que hay una estructura intelectual, política, ideológica que es el menemismo, y otra que es el peronismo, eso es un mamarracho.
Tómbolas y semblantes
Suena el celular. Corach castiga el rebelde botón del stop. Pide disculpas. Se levanta y después de unas vueltas por el lobby del Hotel Intercontinental vuelve a su silla. Rec.
–¿Sigue pensando que Menem será presidente en el 2003?
–Decir eso hoy sería puro voluntarismo. Pero creo que la Argentina está añorando la presencia de Menem. ¿Usted podía haber concebido en el 89 o el 90 el liderazgo de Alfonsín en el radicalismo? Seguramente no. La política es así. Ya debe haber mucha gente que añora el año 93 o 94.
–Entre ellos podría estar Cavallo. En esa época le iba mejor.
–No es que le iba mejor a Cavallo, había una conducción política y un apoyo monolítico del Congreso.
–¿La crisis mejora las chances del PJ?
–Perón dijo: “Nosotros volvemos no porque seamos muy buenos sino porque los otros son muy malos”. Y eso creo que se aplica a la situación actual. Yo por eso también creo que Menem va a salir fortalecido.
–¿Qué pasa con los candidatos presidenciales del PJ?
–El peronista está semblanteando. Está viendo qué pasa. Pero tenemos una enorme ventaja sobre el radicalismo: producimos una enorme cantidad de candidatos. ¿Quién puede ser candidato hoy de la UCR?
–Rozas, Carrió...
–Aparentemente, Carrió tiene un partido distinto... pero puede ser. El PJ tiene a Ruckauf, De la Sota, Reutemann, Marín, Menem...
–¿Duhalde?
–Duhalde, por qué no. Todas las encuestas lo dan arriba de Alfonsín.
–Usted, ¿por quién se inclina?
–El hombre de mayor inserción en la opinión pública como candidato es Ruckauf. De la Sota es mirado con atención por sectores importantes del país. Y Reutemann tiene un potencial que no hay que olvidar.
–Se parece a los comentaristas de fútbol que antes de los partidos dicen “puede ganar River, puede ganar Boca pero nunca hay que despreciar la posibilidad de un empate”.
–(Risas) Si dijera otra cosa mentiría. Esto no es una tómbola.
–Ruckauf en los últimos veinte días ha tenido un desagio...
–Es posible. Yo tengo una encuesta del 3 de julio que lo muestra con la más alta intención de voto en el peronismo.
El don de la imaginación
Se le termina la cinta. Todavía no probó ni un sorbo de té. Pero se lo ve más preocupado por poner el casete en punta que en mojar su boca. A las masitas ni las tocó. Examina los botones. Se ayuda con los anteojos. El índice está erguido. Rec.
–¿Qué opina de Urso, el juez que detuvo a Menem? Siempre se dijo que era uno de los nombres que figuró en la servilleta.
–¿A cuál edición de la servilleta se refiere? (risas). Está la edición ‘86, ‘87, ‘88, ‘89, ‘90, ‘91. Hay quince ediciones (risas).
–Los abogados defensores de Menem dicen que los jueces amigos pueden ser los peores enemigos.
–(Larguísimo silencio). Aquellos que piensan que si por intervenir en el proceso de designación constitucional de un juez lo tienen amarrado son unos tarados. Los gobiernos pasan y los jueces quedan.
–Usted siempre dijo creer en la Justicia. Entonces, hoy por hoy, ¿cree que Menem está bien detenido?
–No. Está mal detenido porque no comparto la figura de la asociación ilícita. La Justicia tiene dos, tres y hasta cuatro instancias, lo cual implica la posibilidad de errores que se tratan de minimizar llevándola a varias instancias. Y yo tengo confianza que esto se va a corregir.
–Si cree en la Justicia ¿por qué el ardid de Menem de candidatearse a senador suplente por La Rioja?–¿El ardid para hacer qué? (Pone más cara de enojado que de no entender.)
–La consecuencia, que inclusive deslizó algún jurista, es quedar libre si es electo.
–Sí, está bien. Pero lo concreto es que la designación como candidato suplente de Menem no tiene ninguna influencia sobre la causa. El interpretó la candidatura como un homenaje del PJ de La Rioja.
–Menem nunca dijo nada sobre un homenaje.
–Yo siempre soy más imaginativo (risas).
–¿Qué le llama la atención cuando va a Don Torcuato?
–Veo a un Menem mucho más reflexivo. El, que es un hombre de hacer deporte, de ir todo el tiempo de una provincia a otra, ahora está en un ámbito muy limitado, y lo primero que uno advierte en el living donde atiende es la cantidad de libros que tiene sobre la mesa.
–¿Le gustaría que Ruckauf visitara a Menem?
–Sí, y también Duhalde. Creo que ninguno perdería absolutamente nada de sus divergencias por ir. Al contrario, yo creo que ganarían en la opinión pública y ganarían en el peronismo.
–¿Por qué ganarían?
–Por la solidaridad con un hombre que fue dos veces presidente. Eso no quiere decir estar de acuerdo en todo lo que ha hecho. Pero la solidaridad humana de quienes fueron sus principales funcionarios es un gesto que el peronismo valorizaría.
–¿Pero lo considera un gesto políticamente mezquino?
–Es peor. Creo que es un error. Es peor.
Intérpretes y sanateros
Se termina el casete de Página/12. Corach cierra la boca automáticamente. El té ya esta frío. Y el plato de las masitas, vacío.
No tiene con qué entretenerse. Por primera vez es el senador el que ve como otros presionan Rec.
–Usted dijo que nunca mintió.
–¿Yo dije eso? (risas).
Página/12 le muestra un artículo de Clarín, del 24 de setiembre de 1999, titulado: Corach: “Yo nunca mentí”.
–Ahh, no, es verdad, a los medios no le mentí.
–¿A quién le miente?
–A nadie.
–También dijo que Menem nunca buscó la re-reelección. ¿Eso tampoco fue una mentira?
–No recuerdo el contexto. Pero si usted dice que lo dije lo habré dicho. Pero la re-reelección es un tema que no surgió con Menem. Y que Menem, tan temprano como julio del 98 la descartó totalmente en un acto en Olivos con los gobernadores.
–No fue un gesto espontáneo. Hubo presión de los gobernadores peronistas. Además estuvo la amenaza de Duhalde de llamar a un plebiscito en la provincia de Buenos Aires.
–Menem decidió todo en absoluta soledad. No hubo un cónclave. A partir de ese momento nunca más se debió haber hablado de ese tema. Yo también soy responsable en esto. No soy los que dicen “no me equivoco”. Seguramente yo me equivoqué muchas veces. Después que él dijo que se retiraba, la presión para reinstalar el tema no provino de él.
–¿De dónde vino?
–Ustedes me van a excusar que no diga nombres que quizás los sorprenderían.
–Anótelos en una servilleta.
–(Risas). Estoy como en aquellos archivos que se desclasifican cada equis años. Yo esta información no la tengo desclasificada.
–¿Qué opina de la Alianza?
–Se hizo para ganar una elección. Para eso se hacen todas las alianzas. No le prestó la debida atención al programa común: la Carta de los Argentinos, que es un inventario de buenas intenciones. Y creo que uno de los grandes errores fue el alejamiento de su vicepresidente (Carlos Alvarez). No es que yo coincida con él, creo que él era un hombre extremadamente importante. Esa Alianza que era puramente electoral podía haberse transformado en algo más profundo.
–A partir de la denuncia por sobornos en el Senado, no todos sus pares piensan tan bien de Chacho Alvarez.
–No importa. Se lo digo ahora porque lo pensé en su momento y se lo dije al propio Presidente antes de que sucedieran los hechos. Yo acompañé al presidente Menem a una entrevista con De la Rúa en el marco del diálogo político.
–Entonces, ¿existe o no la Alianza?
–No hay ninguna Alianza. Gobierna la Unión Cívica Radical... y, bueno, Acción por la República. Mire, el miércoles por ejemplo, el senador Del Piero, del Frepaso, votó con el PJ.
–Y los senadores peronistas lo gastaron.
–Eso es amable...
–¿No quiere hablar mal de nadie?
–No. Nunca hablé mal de nadie. Quizás sí en un diálogo personal, pero no públicamente.
–Es una decisión política.
–Yo puedo criticar con dureza una cuestión política, no una persona. Yo creo aquello de (el ex presidente brasileño) Getulio Vargas: “En política no hay nadie tan amigo que no pueda llegar a ser su enemigo y nadie tan enemigo que no pudiera llegar a ser su amigo”.
–¿No extraña eso de explicar lo inexplicable?
–¿Por eso de atender a la prensa todos los días? No, la verdad que no fue una carga. Lo hacía con alegría. A mí me gustaba.
–Lo digo por aquello de salir tan temprano, por tener siempre una respuesta para todo.
–Yo he desarrollado una técnica de lectura cuidadosa de los diarios.
–¿Nos va a decir que no sanateaba nunca?
–No sanateaba porque cuando no sé algo digo “no sé”. Es raro que los políticos digan no sé. Yo lo hacía.
–Muchas veces tenía que explicar cosas que decía Menem.
–Yo lo interpretaba bien a Menem.
–Sí, dijo que iba a tener un final a toda orquesta y mire dónde está.
–¿Quién puede saber cuál es el final de la carrera política de Menem? Los políticos no se jubilan. Ojo.
No le hacen falta los anteojos. Corach sabe perfectamente dónde está el botón del stop.

 

El bache del escándalo

–¿Está de acuerdo en bajar el costo de la política?
–Coincido con el compañero De la Sota que no tiene sentido el Senado en Córdoba porque es una institución federal. ¿Qué representa el Senado en una provincia? Me parece importante que se regionalice el país para aliviar estructuras y administraciones. Lo mismo con la financiación de la política. ¿Cuánto estuvimos trabajando incansablemente para hacer todo más transparente? Si el Estado le da a usted un peso por voto, y tiene dos millones de pesos y hace una campaña presidencial de 90 días en los que contrata espacios de televisión, gráfica, radio, etc., seguro que se gasta más de lo que el Estado le da. Y ese bache ha producido todos los escándalos que hoy conocemos.

 

El doctor Alfonsín

“Mi relación con el doctor Alfonsín es una relación que pasa por diferentes etapas. En un momento, él veía reflejado en mí todo lo malo que veía en el gobierno del presidente Menem, lo cual me dolía. Pero afortunadamente, cuando llegó el momento de las negociaciones, el de mirarnos a los ojos, me distinguió con una enorme confianza. Recuerdo dos casos, me estaba yendo de viaje, en el avión presidencial, a Holanda y a la India, y estaba negociando la reforma de la Constitución y él lo llamó a Menem para pedirle especialmente que me quedara. Después, durante la convención, fui presidente de la comisión redactora. Esa también fue una distinción conseguida por el acuerdo de la bancada de la UCR que presidía el doctor Alfonsín.”
–¿Por qué a Alfonsín le dice “doctor” y a Menem “presidente”?
–Porque todavía no me acostumbré... En realidad, cuando hablo con Alfonsín le digo presidente, porque ese tipo de cargo se reconoce para toda la vida.

 

Qué opina de...

Fernando de la Rúa: Yo tengo un gran respeto por él. Asumió el Gobierno en el contexto de una coalición política inviable. Deseo fervientemente que no le vaya mal y que termine su mandato. Lo peor que le puede pasar a un presidente constitucional es que no termine su mandato. Cuando la crisis es tan severa todos debemos aferrarnos a las instituciones.
Chacho Alvarez: Es un gran constructor político, con una enorme imaginación. Creo que no es igualmente eficiente en mantener y proyectar sus construcciones. Pero es, quizás, de los políticos argentinos, el de mayor imaginación y el mayor aptitud para la construcción.
Domingo Cavallo: Es un economista muy inteligente, que en la presidencia de Menem le rindió al país servicios importantes y positivos. Ahora la situación es distinta y tomó un camino que ya veremos la consecuencia. Hasta ahora no podemos señalar si es positivo.
Elisa Carrió: Tengo muy buena opinión de la señora, a quien tuve la oportunidad de conocer en la convención constituyente.

 

Aguantarse el dolor

–¿Es consciente de que es fuertemente criticado por los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA?
–No sé por qué, pero lo acepto. El día más duro de mi vida política, más terrible, fue el día famoso que yo estaba en el palco y fui objeto del repudio que mucha gente que estaba abajo. Yo estaba junto con los demás ministros. Pero lo sentí más, como soy judío y siempre me sentí ligado a la comunidad. Eso fue terrible. Yo siempre he hecho todo lo que he podido para dar todos los elementos posibles para el esclarecimiento del tema. Nada hubiese sido más importante para nuestro gobierno, para Menem, para mí y para todos, que poder generar un esclarecimiento tan claro y preciso para que a nadie le queden dudas. Desgraciadamente esto no fue así. Yo también le digo, por qué yo nunca pude criticar a los familiares ni nunca los critiqué... Yo no sé si no hubiera hecho lo mismo o peor si hubiera perdido mi padre, mi madre, mi hijo, mi esposa o mi hermano. Es decir, frente al dolor sólo queda aguantarse, mala suerte. Ni siquiera era ministro cuando fueron los atentados. Ninguno de los dos.
–¿Es practicante? ¿Va al templo?
–No soy practicante, pero sí soy respetuoso. Las fiestas judías de guardar las respeto. Yo nunca trabajo el Día del Perdón. Me quedo en mi casa. Cuando vivían mis abuelos iba al templo a saludar.
–¿No siente una deuda del gobierno de Menem con la comunidad judía?
–Si en algún estamento del gobierno, de los servicios, hubo delincuentes, criminales que favorecieron u obstruyeron... si se esclarece... Yo no tengo ningún inconveniente en señalar que nosotros hemos hecho todo lo posible. Todo, todo, todo, todo.

 

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