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Todos los hombres del rompecabezas toledista

Alejandro Toledo nombró un gabinete heterogéneo, entre un núcleo derechista encarnado por el premier Roberto Dañino y el ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, y un amplio abanico de tendencias.

Alejandro Toledo (centro) después de presentar a su gabinete, esta semana en Lima.

Por C.N.
Desde Lima

Luego de una serie de marchas y contramarchas, dudas y mucho misterio, finalmente Alejandro Toledo presentó su gabinete ministerial sólo 48 horas antes de juramentar la presidencia y casi dos meses después de haber ganado las elecciones. Se trata de un grupo surtido y diverso, dentro del cual serán necesarios equilibrios difíciles.
En el nuevo gabinete hay un sobreviviente del equipo ministerial del gobierno de Valentín Paniagua que condujo la transición del autoritarismo fujimorista a la democracia. Se trata de Diego García Sayán –un colaborador de Toledo durante los días de lucha contra el fujimorismo– que del Ministerio de Justicia ha pasado al de Relaciones Exteriores. Desde la cartera de Justicia, García Sayán, un reconocido jurista con una larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos, ha jugado un importante rol en la creación de la Comisión de la Verdad y en el proceso de moralización puesto en marcha luego de una década de corrupción fujimorista. Ahora, desde la Cancillería, una de sus principales tareas será trabajar para lograr la extradición del ex presidente Alberto Fujimori, quien goza de la protección del gobierno de Japón.
El sorpresivo nombramiento como presidente del Consejo de Ministros de Roberto Dañino, abogado radicado en Estados Unidos hace doce años y dedicado a la asesoría de empresas transnacionales y grupos financieros con inversiones en América latina, fue recibido con caras largas entre los principales dirigentes de Perú Posible, quienes se han sentido desplazados por alguien a quien consideran un llegado de última hora. Fuentes cercanas al entorno de Toledo señalaron a Página/12 que habría sido el novelista Mario Vargas Llosa quien jugó un rol decisivo para la elección de Dañino. Según esta versión, el nuevo presidente peruano llamó por teléfono al escritor para proponerle que asumiera el cargo de primer ministro, pero éste rechazó el ofrecimiento, no sin antes recomendar con entusiasmo a su amigo Dañino, con quien comparte su decidida defensa del neoliberalismo económico.
El ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, economista neoliberal ligado a la banca y a las privatizaciones, tiene el entusiasta respaldo de los organismos financieros internacionales y de los empresarios peruanos, pero el rechazo de los gremios laborales y de los sectores políticos ajenos a la ortodoxia neoliberal. Kuczynski es el único ministro cuyo nombramiento se conocía varias semanas atrás (ver nota aparte sobre las principales medidas económicas). La dupla Dañino-Kuczynski en el gabinete ha sido interpretada como una derechización del Toledo presidente respecto al Toledo candidato. El presidente y sus ministros rechazan esto y aseguran que aplicarán fielmente lo propuesto en la campaña.
La designación del ex congresista y ex candidato presidencial del Frente Independiente Moralizador (FIM) Fernando Olivera como ministro de Justicia ha sido, junto a la de Dañino, la más controvertida. Olivera, quien en las elecciones presidenciales obtuvo menos del 10 por ciento de los votos y que luego apoyó a Toledo para el ballottage, alcanzó la cumbre de su notoriedad política luego de hacer público el video del soborno de Vladimiro Montesinos al congresista Alberto Kouri que acabó con la década fujimorista. Su trayectoria política ha convivido permanentemente con la polémica y con no pocos exabruptos. Enemigo jurado del ex presidente Alan García, su inclusión en el gabinete termina de empujar al Apra –la segunda fuerza política del país, que ha ofrecido su respaldo a Toledo– hacia la oposición.
Otro nombramiento sorpresivo ha sido el del vicepresidente segundo y congresista de Perú Posible David Waisman al frente del difícil Ministerio de Defensa. Waisman es un empresario que ingresó en la política hace sólo un año de la mano de Toledo y que no tiene mayores conocimientos delcomplejo tema militar. Su labor más destacada en la política ha sido el haber presidido la comisión parlamentaria que investigó los delitos de Vladimiro Montesinos. Quien tendría las horas contadas con este nombramiento es el presidente del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, general Miguel Medina, a quien la Comisión Waisman acusó de estar involucrado en la compra sobrevaluada de armamento. El propio Waisman exigió sin éxito hace varias semanas la renuncia de Medina. Es la primera vez en la historia del Perú que un civil es nombrado ministro de Defensa. Operado hace poco del corazón, el flamante ministro civil de Defensa se desplaza a paso lento rodeado permanentemente de cuatro médicos. Un hecho que incrementa las dudas sobre su capacidad para enfrentar la difícil y recargada tarea que se le ha encomendado. Y luego de 10 años de ser manejado por generales, el Ministerio del Interior a vuelto a manos de un civil. El designado es el periodista y asesor de Toledo, Fernando Rospigliosi.
Miembros del entorno de Toledo revelaron a Página/12 que el presidente ha hecho gala de un peligroso estilo personalista para escoger a sus ministros. Ni los principales dirigentes de Perú Posible ni los asesores más cercanos de Toledo participaron en la conformación del gabinete. “Toledo manejó la designación de los ministros con mucho secreto, fue un proceso muy personal de selección, no consultó con nadie”, señaló a este diario un colaborador del presidente. En el gabinete toledista conviven varias tendencias. El sector más derechista está encabezado por Dañino y Kuczynski. El ministro de Salud y secretario general de Perú Posible, Luis Solari, será la voz del partido en el gabinete. Una voz que buscará ganar el centro político. Un tercer grupo se ubica en el centroizquierda. Ahí estarán entre sus principales figuras García Sayán y los titulares de Educación, Nicolás Lynch, y de Trabajo, Fernando Villarán. De otro lado, el vicepresidente primero Raúl Diez Canseco, quien hizo todo lo posible por hacerse con el premierato y al final debió conformarse con el despacho de Industria y Turismo, y Fernando Olivera, están embarcados en un juego personal con la mira puesta en las elecciones presidenciales del 2006.

 

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