La anfitriona e invicta Colombia
y el inspirado e improvisado México se medirán este domingo
en la altitud de 2.600 metros de Bogotá, en una inédita
final de la primera Copa América del milenio, torneo que ninguno
de los dos ganó jamás. Alentada por su espectacular campaña
en la llamada Copa de la Paz, la formación amarilla que dirige
Pacho Maturana enfrentará la final con la pretensión de
ganar por primera vez un gran torneo continental y tomarse un elixir reconstituyente
con miras a las eliminatorias mundialistas sudamericanas.
Colombia también tiene la obligación de representar a la
Confederación Sudamericana de Fútbol ante México,
que disputa la Copa América como invitado de la Concacaf. Maturana
pondrá en la cancha y en juego, un record envidiable: haber ganado
los cinco partidos de primera fase, cuartos de final y semifinales, con
diez goles a favor y ninguno en contra y con el máximo goleador
del torneo, Víctor Hugo Aristizábal, que lleva seis tantos.
A semejante desempeño se suma el respaldo fervoroso de la afición,
que, como ocurrió en los estadios de Barranquilla, Armenia y Manizales,
ha prometido expresar toda su fiebre amarilla en El Campín
de Bogotá.
Pacho también podrá contar hoy con Jairo Castillo, quien
se recuperó de una lesión que lo sacó de los últimos
cuatro partidos. Pero Maturana, que aspira a reivindicarse como técnico
ganador tras los malos ratos más derrotas y amarguras que
otra cosa con las selecciones de Costa Rica y Perú, ha llamado
sin embargo, con mesura, a tener en cuenta que cualquiera puede
ganar la final, porque al frente tendremos a un muy buen equipo.
Y agregó: Hay que mirar a México con mucho respeto.
El técnico colombiano también señaló que la
ausencia por suspensión de los mexicanos De Nigris, Vidrio y García
Aspe no supone una ventaja para los locales. Tienen un técnico
muy capaz, Javier Aguirre, que sabrá resolver su problema,
dijo Maturana. La altitud de Bogotá no supondrá necesariamente
una ventaja para Colombia ni un problema para los hombres de Aguirre,
pues han actuado mil veces en Ciudad de México, que tiene una altura
similar. A nosotros nos encanta actuar en la altura, enfatizó
Aguirre luego de reconocer el viernes el césped de El Campín,
un estadio con capacidad para 46.000 espectadores. México, que
llegó a la Copa América con el objetivo principal de mejorar
funcionamiento y probar jugadores con vistas a sus complicadas eliminatorias
mundialistas de la Concacaf, derrotó en primera ronda a Brasil
(1-0), empató 0-0 con Paraguay y cayó 1-0 con Perú.
En cuartos de final batió 2-0 a Chile y en semifinales se deshizo
2-1 de Uruguay.
OPINION
Por Diego Bonadeo
|
Sorprendentes sorprendidos
El julepe que les pegó el seleccionado de Honduras a quienes
habitualmente dan por verdad revelada lo que simplemente suponen
solamente pudo ser menor que el susto y también escarnio
deportivo que debieron soportar en la cancha quienes
consideraban relleno de último momento al equipo centroamericano.
Y cuestión aparte es la eliminación de los hondureños
por los colombianos en la semifinal de la Copa América.
Pero ¿por qué dicen sorprenderse los sorprendidos
por la supuestamente sorprendente sorpresa de Honduras? ¿Porque
jugó bien? ¿Porque llegó hasta donde prácticamente
nadie suponía que podía llegar? ¿Porque el
fútbol hondureño tiene poca historia?
¿Porque fue convidado de piedra y el equipo se armó
de apuro? ¿Porque prácticamente nada se sabía
de sus futbolistas o de su director técnico?
Cuando cada vez que aparece el tema de los directores técnicos
de fútbol se insiste en su relativísima incidencia
es cierto que hay excepciones-, así como la de otros
factores parafutbolísticos que no hacen medularmente al juego,
aparecen los estallidos histéricos de los laboratoristas.
Así es como los tecnócratas del tacticismo ocultan
paradójicamente que el seleccionado de Arabia Saudita, protagonista
importante desde el juego y también desde los resultados
en el Mundial norteamericano de 1994, tuvo como director técnico
al Indio Solari solamente noventa días antes del comienzo
de aquella copa del mundo. Y poco conocía Solari del paño
futbolístico y nada, por ejemplo, del idioma de aquel plantel.
Fue a partir de los jugadores que ese seleccionado fue considerado
revelación de Estados Unidos 94. Por cómo jugaba
y por hasta dónde llegó.
Y ahora fue el turno de Honduras, país al que en estas cuestiones
parece que solamente se lo recuerda por aquel cruento episodio bélico
de décadas atrás, cuando hondureños y salvadoreños
fueron incluidos en el mapa del establishment futbolístico,
por lo que se dio en llamar la guerra del fútbol,
como si el juego hubiese tenido algo que ver.
¿De qué se sorprenden los sorprendidos por Honduras?
Debe ser porque a la tecnocracia, al pragmatismo y al pensamiento
único, también en el fútbol se le han aparecido
los inorgánicos y los que no acatan lo establecido.
Bienvenidos al club...
|
HONDURAS
Y UN DIEZMADO URUGUAY, POR EL TERCER PUESTO
Duelo entre dos sobrevivientes
Uruguay y Honduras se despedirán
hoy de la Copa América de fútbol, en un partido por el tercer
puesto del torneo. Luego de perder por 2-1 ante México, y por 2-0
ante Colombia, respectivamente, en las semifinales, ambos equipos pretenden
cerrar un torneo en donde fueron grandes animadores. Uruguay no pudo llegar
a la final como en la última edición que se disputó
en Paraguay, y Honduras superó todas las expectativas en su primera
participación en el campeonato. Los hondureños llegaron
a Colombia debido a la negativa de Argentina de presentarse.
Honduras ha sorprendido a todos en Colombia por su buena trayectoria en
la primera fase, pese a que llegó sobre la hora del comienzo del
torneo, y sobre todo por su histórico triunfo por 2-0 ante Brasil,
en los cuartos de final. En Centroamérica están pendientes
del destino final de los hondureños en la Copa, y muchos se sienten
orgullosos de haber dejado muy bien parado el fútbol de esa región
con buen juego y personalidad.
Uruguay llega a esta instancia diezmado por la baja de tres delanteros:
Richard y Carlos Morales, expulsados ante México, y Javier Chevantón,
por una situación que ha provocado una polémica en su país.
El jugador abandonó Colombia por una presunta lesión irrecuperable
en diez días, pero en realidad está jugando y marcando goles
en Italia.
El técnico uruguayo Víctor Púa decidirá antes
del encuentro tres dudas que no resolvió: Carlos Díaz o
Jorge Anchen, Diego Pérez o Andrés Martínez y Rubén
Olivera o Rodrigo Lemos. Por su parte, en el equipo conducido por Ramón
Maradiaga, que llegó el viernes a Bogotá procedente de Manizales,
se esperan cambios con respecto al que perdió ante Colombia. En
principio, el entrenador volverá a presentar cinco hombres en defensa,
luego de que David Cárcamo cumplió su partido de suspensión.
El goleador del equipo hondureño, Amado Guevara, señaló
ayer que esperan este encuentro con mucha expectativa. Para el fútbol
de nuestro país, es muy importante terminar en la tercera posición
de un campeonato tan importante.
|