Los
madrileños dicen que la Copa Joan Gamper, esa que organiza todos
los años el Barcelona, debería llamarse Juan Palomo, por
aquello de yo me lo guiso y yo me lo como. La ironía
les cabe a los colombianos, que armaron la Copa América a su medida
y la ganaron. Superaron en la rueda de clasificación a Ecuador,
Chile y Venezuela; en cuartos a Perú, en semifinales a Honduras,
en la final a México y consiguieron el ansiado objetivo: campeones
de América, por primera vez en toda la historia. Los dirigidos
por Pacho Maturana vencieron por 1 a 0 a la desmembrada selección
mexicana, en un partido de pocas luces, y remataron una producción
de números redondos: 6 jugados, 6 ganados, 11 goles a favor, 0
en contra. El 1 a 0 ante México no admite discusiones, porque las
distancias entre ambos equipos fueron enormes y podrían sintetizarse
en un solo dato: los locales dispusieron de no menos de media docena de
situaciones de gol contra ninguna se repite: ¡ninguna!
de los visitantes.
El arquero Oscar Córdoba, que batió un record al mantener
su arco invicto en toda la competencia, tuvo ayer su tarde más
tranquila. Se recuerda como su atajada más difícil un remate
de tiro libre de larga distancia que retuvo bien, sin dar rebote; muy
poco, por cierto.
El pequeño Oscar Pérez, en cambio, tuvo una actividad intensa
y anduvo todo el encuentro a los revolcones. Entre sus atajadas más
notables hay que anotar un remate cruzado de Hernández, entrando
por la izquierda, en el primer tiempo, y un zapatazo de Jairo Castillo,
desde la medialuna, en el complemento. En ambos casos mandó la
pelota al corner. En el gol de Córdoba, que se produjo a los 20
minutos del segundo tiempo, Pérez no tuvo nada que ver. Desde la
derecha se encargó de un tiro libe Iván López, metiendo
la pelota en el punto justo, entre la marca del penal y la entrada al
área chica, para la cabeza de otro Iván, Córdoba,
quien cabeceó con precisión y colocó la pelota junto
al poste derecho del arquero impotente.
El gol fue la gota que rebasó el dominio que venían ejerciendo
los dueños de casa en ese segmento del partido. Habían arrancado
la segunda etapa dispuestos a liquidar el juego y presionaron por distintas
vías hasta que llegó el ansiado gol. En realidad, los de
camiseta amarilla siempre intentaron más, pero en gran parte del
juego cayeron en la telaraña de la marca de sus rivales que le
inyectaban anestesia a la pelota cada vez que la conseguían, tocando
hasta el aburrimiento. El goleador Aristizábal había entrado
en escena en el arranque del partido, con un toque que dejó una
marca en un poste, pero después desapareció hasta que se
lesionó cuando iba media hora y le tuvo que dejar su lugar a Jairo
Castillo.
Sin García Aspe, Vidrio y Márquez, el DT Javier Aguirre
dispuso un planteo cauteloso, con un solo hombre de punta, Borgetti, sin
más ambiciones que la de esperar un milagro o los penales.
Los colombianos siempre quisieron más, naturalmente, y tuvieron
su recompensa. Lo mejor fue la fiesta del final, la alegría de
la gente, el festejo compartido con los jugadores y la prolija ceremonia.
Ganó el mejor y está muy bien.
BATIO
A URUGUAY EN LOS PENALES
Honduras
quedó tercero
Honduras,
tras hacer una gran Copa América, se adjudicó el tercer
puesto del torneo y se ganó un lugar en la historia al empatar
22 ante Uruguay y vencer en la tanda de penales, después
de un intenso partido, muy vivo y dinámico, de mucha lucha y constantes
alternativas.
El combinado de Víctor Púa, con muchos cambios y las sensibles
bajas de Callejas y los dos Morales en punta, apretó muy fuerte
y creó pronto opciones de gol con Estoyanoff y Lemos. Las marcas
eran pegajosos y saltaban chispas. Pero Uruguay, que dio una imagen más
ofensiva que otras veces, no encontró el modo. Además, Honduras,
tras avisar con un tiro de Saúl Martínez a los 4 minutos,
convirtió el primer gol a los 15, cuando Saúl Martínez,
tras dejar sentado en el área a Sorondo, marcó el 10.
Honduras pudo hacer el segundo, por medio de Turcios y Pineda que, junto
con Límber Pérez, crearon mucho peligro por la derecha.
Pero Uruguay no se achicó, con la presión de Diego Pérez
y Andrés Martínez recuperó el medio y empató
Bizera, tras cabecear un tiro libre de Lemos a los 22 minutos.
Honduras no se arredró y el debutante Júnior Izaguirre logró
el 21, al cabecear un centro en el área chica de forma inapelable,
pero sobre la hora Andrés Martínez puso el empate que sería
definitivo tras un emocionante primer tiempo. En el segundo no hubo goles,
aunque sí emoción, y en los penales Honduras no se equivocó.
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