Por
Gustavo Veiga
Son historias de vida, historias cruzadas por la marginación y
la desesperanza. En el caso del fútbol, sintetizan la crisis del
deporte que más dinero mueve en el mundo y, también, el
que más lo dilapida. Jugadores desocupados, cancheros que no perciben
sus magros salarios, controles que ni siquiera cobran su paga de cada
domingo, el único día que trabajan, médicos y profesores
de educación física sometidos al escarnio de no recibir
su sueldo durante cinco o seis meses y hasta pibes de las divisiones inferiores
lanzados a la calle porque sus clubes determinaron el cierre de las pensiones
donde se alojaban. Sin distinción de categorías, todo esto
ocurre en el juego que más convoca la atención de la gente.
El hincha, ese adalid de una pasión que está en bancarrota,
es el otro afectado. Aunque él mira desde afuera, acaso sin comprender
por qué, el fútbol se cae a pedazos en una verdadera recreación
del país que habita.
Algunos tienen otro laburo y sienten el cansancio, les más
cuesta entrenar. Otros no, sólo esperan el llamado de un equipo.
Hoy son entre 30 y 35 los jugadores libres que practican con nosotros,
aunque han llegado a ser unos 45..., comenta Carlos Carrió,
el director técnico que trabaja en Agremiados con los afiliados
que no juegan en ningún club. Hernán Meske es un futbolista
con el pase en su poder que se mantiene en forma por su cuenta. Pasó
por Lanús, Deportivo Español, Quilmes, Unión Central
de Bolivia y, durante la última temporada, Estudiantes de Buenos
Aires. Su experiencia refleja la de muchos colegas en idéntica
situación. Me entreno solo en un parque de Lanús.
Ahora estoy viviendo de mis ahorros y mi señora, por suerte, trabaja.
En Estudiantes me pagaron, entre el 1º de enero y hoy, nada más
que 600 pesos. Y todavía me deben mayo, junio y el medio aguinaldo...,
cuenta el defensor.
Con una trayectoria que desarrolló en varios equipos de Primera,
Oscar Acosta es uno de los tantos damnificados que dejó la debacle
económica de Ferro. Su caso es emblemático. En el primer
semestre de este año percibió apenas 250 pesos y aún
le deben alrededor de 15 mil. La mitad de esa deuda está documentada.
El volante izquierdo que se destacó en River, Vélez y Banfield,
entre otros, aguarda la chance de jugar en algún torneo del interior.
Pero le arrebataron un sueño. Quería terminar su carrera
en la institución de Caballito, de donde surgió.
La crisis golpea aquí y allá. Tanto que hasta hubo quien
reconoció haber firmado recibos en blanco para permitir que su
club pueda participar en el próximo torneo de la B
Nacional. Gustavo Caminos, de Racing de Córdoba, dijo el miércoles
pasado: Nosotros vamos a firmar los recibos para poder jugar porque
los dirigentes han expresado su voluntad de cumplir. Hoy, Agremiados
y la AFA están investigando informes supuestamente fraguados por
algunos clubes que, para obtener el meneado crédito destinado a
saldar deudas con sus planteles, habrían presentado documentación
adulterada.
Podría creerse que las instituciones más poderosas son ajenas
a varias de estas dificultades. Sin embargo, San Lorenzo, el último
campeón del fútbol argentino, el mismo que recaudó
700 mil pesos contra Unión el día de su consagración
y el que motivó una fiebre de nuevos asociados y cientos que actualizaron
el pago de sus cuotas (entre todos aportaron 100 mil pesos), acaba de
padecer una situación muy conflictiva con todos sus empleados:
el plantel profesional y el resto de su personal. Los jugadores fueron
persuadidos por el presidente Fernando Miele y levantaron su medida de
fuerza. En cambio, operarios, administrativos y otros trabajadores votaron
en asamblea volver a prestar servicios a cambio de un adelanto de 200
pesos y una promesa de pago muy próxima para la deuda: dos meses
de sueldo y el medio aguinaldo. Durante el conflicto sucedieron otras
cosas. Hubo quienes se quedaron a dormir en la ciudad deportiva porque
no tenían cómo regresar a sus casas. Y, además, hasta
los chicos de las inferiores fueron afectados. La pensión que los
alberga se cerró durante un fin de semana largo para reducir gastos
y, el viernes pasado, las divisiones 4ª,5ª y 6ª no practicaron
porque su cuerpo técnico hace varios meses que no cobra.
Todos se achican y padecen en mayor o menor medida los mazazos
de una realidad que hunde cualquier intento por salir a flote. Ferro,
modelo para armar entre los clubes durante la década del 80,
hoy está desquiciado. Alquilaba dos casas que oficiaban de pensiones
para sus juveniles y ahora se las arreglará con una. Todo para
ahorrar 400 pesos por semana. Además, se acogerá a un subsidio
de la AFA por 2800 pesos mensuales que recibe toda entidad que no supera
los siete profesionales contratados en el torneo de la B Metropolitana.
No obstante, recién comenzará a disputar sus partidos en
la 5ª fecha del certamen si pone algo en orden sus cuentas. El fútbol
vive de a plazos y, además, se juega sólo si hay efectivo.
BASQUETBOL.
Plata sólo para fiambre
Por A.G.
En
la pretemporada, Belgrano de Tucumán sacudió el mercado
repatriando a Lucas Victoriano. Sin embargo, el base de la Selección
Argentina ni siquiera llegó a firmar su contrato con la entidad
como consecuencia del atraso desde el primer mes en el pago de su
sueldo. Cansado de falsas promesas, Victoriano abandonó el
equipo cuando promediaba la primera fase.
Las penurias de la estrella del equipo también las vivió
el resto de sus compañeros, que también fueron dejando
la ciudad con el correr de la competencia. Incluso el armador Humberto
Manzo denunció que un dirigente lo amenazó de muerte
cuando el jugador se negó a viajar hacia General Pico en
una combi, ya que no había dinero ni para alquilar un micro.
Para coronar una temporada de terror, con el inevitable descenso
consumado, a uno de los extranjeros no le abonaron su sueldo y lo
dejaron varado sin que pudiera retornar a los Estados Unidos.Claro
que esa situación no es inédita. El plantel y el cuerpo
técnico de Andino no pudieron retornar a La Rioja, ya que
los dirigentes no había pagado el alojamiento en un hotel
de Buenos Aires. Sin plata y sin poder retirar sus pertenencias,
durante dos días los jugadores apenas pudieron comprar fiambre
para comer.
Otro problema habitual que afrontan los clubes se da con los refuerzos
extranjeros. Durante el receso por las fiestas, por distintas causas
los jugadores no retornan en las fechas previstas o incluso nunca
vuelven. Esta temporada, por ejemplo, lo padecieron Atenas con los
retrasos de Jason Osborne y Carl Simpson; Estudiantes de Olavarría
con Byron Wilson; o Quilmes con Milton Bell. Claro que los marplatenses
todavía deben estar esperando la llegada de Mitchell Foster,
que adujo una lesión y nunca volvió de Estados Unidos.
|
AUTOMOVILISMO.
Y todavía no corren la coneja...
A
los 62 años, Carlos Luaces un veterinario de Pilar
que corre en Turismo Carretera desde hace 30 no tiene tiempo
ni oportunidades de conseguir grandes sponsors que le solventen
su campaña. Así que el entusiasta Luaces, propietario
de un veterano Dodge al que le pasa el plumero de carrera en carrera
ni preocuparse en comprarle fierros nuevos o más potentes
se fue a correr la carrera de Balcarce, ocho días atrás,
con 3 mil pesos en el bolsillo. Los ganadores suelen gastar diez
veces más...
La Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) programó
para esa carrera una serie de medidas de recorte para facilitar
las cuentas de los corredores, entre ellas andar sólo sábado
y domingo. Dicen que la reducción agregó ocho corredores
más a la carrera de Balcarce y que, en el balance, los pilotos
ahorran entre 3 mil y 4 mil pesos por cada competencia.
Johnny De Benedictis, el principal preparador de los motores Ford,
anunció que rebajaba el precio del alquiler de sus seis cilindros
de 10 mil a 8 mil pesos por carrera. Pero hubo otros casos más
curiosos, como el de Oscar Castellano, que le dijo a su cliente
Luis Belloso, palabras más, palabras menos: Yo te cobraba
7 mil pesos, pero te los rebajo a 5 mil, y si me devolvés
el motor sano después de la carrera, te cobro 4500....
Patricio Di Palma, que corre el Torino que construyera su padre
Luis antes de morir, pagaba el alquiler del motor con lo que cobraba
por la publicidad del parabrisas. Pero ese sponsor dejó de
apoyarlo antes de la carrera, y el menor de los Di Palma tembló...
Pero Ernesto Bessone, proveedor del motor Cherokee que equipó
al Torino, le hizo precio y se lo bajó de 8 mil a 6 mil.
Y Patricio terminó entre los diez primeros.
En el TC 2000, con mayoría de autos y equipos oficiales,
no hay tantos problemas. Y menos los tiene Aníbal Zaniratto,
el ganador de ayer, cuyo manager, Fabián Scoltore, está
ligado comercialmente a Marcelo Tinelli. Nunca le faltará
un patrocinio...
|
BOXEO.
La lona está muy, muy dura
Por
D.G.
Que
Fabio La Mole Moli no haya podido reunir la semana pasada
en Termas de Río Hondo la cantidad de espectadores suficiente
para cobrar su bolsa de 12 mil dólares, y que su pelea ante
el brasileño Luciano Zolione haya tenido que suspenderse,
no es sino la última manifestación de hasta dónde
llega en el boxeo, el impacto de la crisis global de la Argentina.
El pesado cordobés era, hasta antes de su suspensión,
el boxeador más taquillero del momento. Y si bien se trataba
de un fenómeno circunscripto a su provincia, donde alcanzó
a convocar 8 mil espectadores por combate, su figura tenía
dimensión nacional. Sin embargo, la malaria no perdona a
nadie. Ni a los ricos y famosos ni a los pobres e ignotos. Ha caído
la cantidad de festivales profesionales organizados en todo el país
(se verificaron sólo 19 en junio último, 14 de los
cuales se desarrollaron en la primera quincena del mes) y el recorte
ha llegado a las bolsas. Como se paga a razón de 100 pesos
por round, los promotores, para achicar gastos, decidieron reducir
la duración de las peleas. Antes, los púgiles más
experimentados combatían a 8 y 10 rounds y los debutantes
a 4 y 6. Ahora, todo se igualó hacia abajo y es posible ver
a boxeadores expertos subiendo a combatir como si nada a 4 y 6 asaltos
para cobrar 400 o 600 pesos de los que debe darle el 25 por ciento
a su entrenador o manager.
Hoy en día, un fondista puede llamarse muy bien remunerado
si consigue una bolsa de entre 1500 y 3000 pesos y, además,
si le pagan. Hay quienes exigen cobrarla antes de la pelea porque
saben que, durante, alguien pasa por las boleterías, se lleva
lo recaudado y, después, seguro que no hay plata. Se pueden
sumar unas monedas vendiéndose como hombre sandwich para
dejarse poner una publicidad al frente del pantalón, otra
detrás, una tercera en la bata o camiseta con que se sube
al ring y una cuarta en una gorrita ad hoc.
Pero ni siquiera eso asegura nada. Marcelo Domínguez fue
a disputar un título mundial a Inglaterra y lo único
que logró fue que lo sponsorizara una farmacia de González
Catán y otra de Rafael Castillo, mientras que a su rival,
Johnny Nelson, lo patrocinaba una multinacional de ropa deportiva.
Si la calle está dura, más todavía lo está
la lona.
|
Tenis.
Juntando monedas con raqueta
Por A.D.B.
A
pesar del gran momento por el que atraviesan muchos jugadores, el
tenis argentino no logra escapar de las dificultades económicas
que continúan dominando la escena. Un ejemplo claro es lo
que sucede en la Copa Davis y la Copa Federación cada vez
que los argentinos tienen que jugar una serie en condición
de visitante. Por los bajos recursos con los que cuenta la Federación,
los jugadores deben hacerse cargo de los gastos por el viaje de
los entrenadores, preparadores físicos, y sus acompañantes
personales. De la totalidad de los premios que recibe el equipo,
a los jugadores les corresponde el 50 por ciento, menos los egresos
por la estadía. Es decir, la cifra que se llevan es insignificante.
Otra situación que refleja el momento actual fue la decisión
de la Federación Argentina de cerrar sus puertas en los últimos
veranos, y de esa manera poder ahorrar algo de dinero. La FAT concesionó
su sede a la empresa Nuevos Clubes Argentinos (NCA), pero el contrato
no llegó a cumplirse. La Federación también
intentó crear una oficina de marketing, pero al poco tiempo
ésta se terminó disolviendo.
El caso más curioso sucedió con el ex capitán
de Copa Davis, Daniel García. El entrenador presentó
la renuncia luego de que la Federación se negó a abonarle
un viaje a Roland Garros para presenciar el desempeño de
los jugadores en el Grand Slam francés. Ante la novedad,
los propios jugadores se habían ofrecido para pagar de su
bolsillo el traslado y la estadía de García en Francia.
Como no se llegó a un arreglo, inmediatamente los directivos
llegaron a un acuerdo con Franco Davín para que se hiciera
cargo del equipo.
Al mismo tiempo, las quejas de los jugadores por la falta de apoyo
de la Federación son una constante en la intimidad de esta
actividad. Los únicos que lograron esquivar esta carencia
de aportes son los juveniles Guillermo Coria, David Nalbandian y
María Emilia Salerni, quienes forman parte de la última
generación que dio el tenis, y ya participan en el circuito
profesional.
|
VOLEIBOL.
Una vaquita para los árbitros
Por A.D.B.
Después
del cuarto puesto obtenido por la Selección Argentina en
los Juegos Olímpicos del año pasado, en Sydney, muchos
imaginaron que ese resultado serviría para el despegue definitivo
del vóleibol. Sin embargo, la competencia interna continúa
presentando las mismas deficiencias de hace varios años.
Porque durante todos los fines de semana también ocurren
situaciones que exponen las dificultades por las que atraviesa esta
disciplina. En cada encuentro del campeonato, como es habitual,
los clubes locales deben abonarles a los jueces la cifra correspondiente
por cada partido. Por un inconveniente administrativo, una institución
de Primera no tenía hace poco el dinero necesario en el momento
de comenzar el encuentro, y los árbitros se negaban a iniciar
el juego. Por ello, los jugadores del equipo fueron a buscar rápidamente
sus billeteras, y de esa manera pudieron evitar la pérdida
de puntos.
Otros casos se dan en la preparación de Argentina para el
Mundial masculino del año que viene. Desde la Federación
se anunció que se construiría un estadio especialmente
para este evento, en Villa Soldati. Mientras se desarrollaba la
última Liga Mundial, el presidente de la entidad, Mario Goijman,
no dio por finalizadas las gestiones para que esto sucediera. Sin
embargo, pocos días después se confirmó que
la sede de Buenos Aires se jugará en el Luna Park. Y, para
poner más confusión aún, distintos miembros
del Gobierno de la Ciudad todavía no descartaron que la obra
se realice.
Una de las peores demostraciones fue lo que sucedió con el
jugador de River, Rodrigo Juliani. Cerca del final de un partido
por el Campeonato Metropolitano ante Ferro, el brasileño
sufrió una doble fractura en su pierna derecha, y ante la
ausencia de una ambulancia, estuvo en el piso durante más
de 35 minutos hasta que finalmente fue trasladado a un hospital.
Quizás aquel cuarto puesto fue sólo la consecuencia
de algún buen resultado.
|
|