Por
Fernando Cibeira
Al
cierre de esta edición y luego de un extenso debate, el Senado
se aprestaba a aprobar la ley de déficit cero con el mismo texto
que tenía la media sanción de Diputados, con rebaja de jubilaciones
y sueldos incluida. En los cálculos oficiales, el proyecto obtendría
24 votos a favor entre radicales y aliados provinciales. En tanto, una
veintena de senadores justicialistas votarían en contra pero, conforme
a lo acordado, no se irían de sus bancas para facilitar el quórum.
El debate era seguido por el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo; el ministro
del Interior, Ramón Mestre, y el secretario general de la Presidencia,
Nicolás Gallo, quienes, desde pasado el mediodía, se habían
instalado en el Congreso para empujar la sesión que en algún
momento volvió a peligrar. Con la ley, el Gobierno espera superar
con éxito la apertura de los mercados de hoy luego del pésimo
cierre del viernes y del test decisivo que significará la renovación
de los depósitos bancarios que vencen a fin de mes.
La intranquilidad se mantenía al filo de la medianoche porque,
de quererlo, el bloque justicialista contaba con los legisladores suficientes
como para introducir alguna modificación al proyecto y obligar
a una nueva sesión en Diputados. Tienen dos votos más,
contabilizaba, nervioso, un allegado a la bancada oficialista. Con todo,
en el Gobierno y en el Congreso daban el acuerdo por cerrado: los justicialistas
irían abandonando discretamente sus bancas de manera de quedar
en minoría frente a los inamovibles radicales y no dejar sin quórum
a la sesión. En tanto, el oficialismo contabilizaban el apoyo de
cuatro provinciales y la deserción de los rebeldes Leopoldo Moreau
y Alberto Maglietti, que votarían a favor en general pero luego
propondrían reformas al articulado.
Ayer también fue Colombo el funcionario que más hizo porque
la ley saliera. Desde que se disparó el debate que el jefe de Gabinete
no ahorró en viajes al Congreso, ni reuniones en su despacho o
en donde fuera -hasta llegó a volar a La Pampa para apurar
la sanción. En medio de tanto movimiento, Colombo pudo comprobar
la fragilidad de los acuerdos políticos de este tipo: la sesión
de cayó el viernes, volvió a fracasar el sábado y
ayer en algún momento volvió a estar en peligro. Según
un rumor que circuló a la mañana en el Congreso, el jefe
del bloque del PJ, José Luis Gioja, había vuelto a mostrarse
disconforme con las garantías dadas por el Gobierno sobre el reconocimiento
de las deudas a las provincias.
Enterado, Colombo volvió a ponerse en movimiento. Fue al Congreso
y almorzó con los senadores justicialistas para terminar de convencerlos:
les volvió a hablar de la alternativa muy probable de que el país
cayera en default si la ley no se aprobaba anoche, les ratificó
los acuerdos por las deudas provinciales, les dijo que Economía
estudiaría la implementación de un bono federal y que la
situación de los jubilados pasaría a convertirse en prioridad
para el Gobierno, aun en las inminentes conversaciones con el FMI.
La sesión se inició pasadas las 17.30 con 51 senadores presentes.
El ex jefe de bloque del PJ, el entrerriano
Augusto Alasino, planteó una cuestión de privilegio para
hablar sobre sus temores porque un debate tan peliagudo tenga consecuencias
similares a la reforma laboral en la que se denunciaron sobornos. Alasino
repasó los artículos de los últimos días en
los que se mencionó a senadores que recibirían favores a
cambio de facilitar la discusión. Como ejemplo, mencionó
los supuestos ofrecimientos de la Embajada en Francia para Carlos Corach
y de un puesto de director del Banco Central para Carlos Verna. Los presuntos
transmisores de esos ofrecimientos Colombo, Gallo y Mestre
seguían el debate en uno de los palcos. El tema los puso los suficientemente
incómodos para optar por una discreta huida para recalar en el
despacho del presidente provisional de la Cámara, Mario Losada.
Ahí, entre mates y cafés, siguieron la sesión por
el circuito cerrado y se comunicaban por teléfono con el presidente
Fernando de la Rúa, que en Olivos veía lo mismo por televisión.
El encargado de llevar la voz cantante por el oficialismo fue el chubutense
Juan Carlos Altuna. En tono monocorde, detalló la crisis que había
llevado al Gobierno al tomar la drástica determinación de
recortar las jubilaciones en un 13 por ciento y las bondades que traería
el mantenimiento del déficit cero. Por el lado del peronismo, la
posición oficial la dio Verna. No compartimos las prioridades
del Gobierno: para el PJ no hay que consentir la baja de salarios para
priorizar el pago de la deuda externa, justificó el voto
negativo del bloque. Con oratoria encendida, Moreau detalló por
qué consideraba que con los nuevos impuestos había fondos
para garantizar un piso de 1000 pesos al recorte, el punto que demoró
la sanción de la ley. Moreau, entonces, deslizó la posibilidad
de que Domingo Cavallo se hubiera equivocado en sus cálculos y
que el déficit para el segundo semestre sea mayor. Si llegó
a calcular mal, ni les cuento los problema que va a tener la economía
real, remarcó.
La ley también movilizó ayer a banqueros y empresarios que
llamaron para convencer a los senadores justicialistas (ver aparte). Con
la seguridad jurídica que proporcione el ajuste hecho por ley,
en la Rosada esperan con moderado optimismo, una buena recepción
en los mercados y la desaparición del fantasma de una corrida bancaria.
Es una buena señal, ahora tenemos que esperar que responda
el Fondo , explicaba un funcionario que daba el voto por ganado
mientras acompañaba al Presidente en Olivos.
Claves
- El Gobierno
debió esforzarse para conseguir anoche que el Senado tratara
la ley del déficit cero, que incluye la poda a jubilaciones
y sueldos. Chrystian Colombo, Ramón Mestre y Nicolás
Gallo se instalaron pasado el mediodía en el Congreso para
monitorear la marcha de las negociaciones.
- Recién luego de un almuerzo con Colombo en el que le ofreció
garantías extras sobre algunos temas que los preocupaban,
los senadores justicialistas aceptaron dar quórum. Según
el arreglo alcanzado, los peronistas votarían en contra pero,
con algunas ausencias, permitirían que los radicales y sus
aliados provinciales consiguieran la aprobación.
- Los justicialistas también recibieron llamados de los gobernadores,
empresarios y banqueros quienes les advirtieron sobre lo peligroso
que sería que hoy los mercados abrieran sin la ley aprobada.
- Finalmente, la sesión se inició pasadas las 17.30
con 51 senadores presentes. Luego de más de siete horas de
debate, al cierre de esta edición, en el Gobierno confiaban
que hoy sería un día calmo en la Bolsa.
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PUNTOS
PRINCIPALES DE LA LEY DE AJUSTE
Descuentos,
IVA, cheques
La
administración pública deberá atenerse al principio
del déficit cero: El monto total de las cuotas de compromiso
fijadas para el ejercicio no podrá ser superior al monto de los
recursos recaudados durante éste. El Legislativo, el Judicial
y el Ministerio Público están obligados a hacer el ajuste
pero tienen autonomía para definir cómo lo implementan.
- Cuando los recursos no fueren suficientes... se reducirán
proporcionalmente los créditos correspondientes a la totalidad
del sector público, de modo de mantener el equilibrio entre gastos
y recursos.
- La reducción se aplicará a los créditos destinados
a atender el pago de retribuciones periódicas por cualquier concepto,
incluyendo sueldos, haberes, adicionales, asignaciones familiares, jubilaciones,
pensiones.
- El recorte de esos créditos importará de pleno derecho
la reducción en los sectores mencionados en el apartado anterior,
que se aplicarán proporcionalmente a toda la escala salarial
según corresponda.
- El Poder Ejecutivo aplicará los mayores recursos y ahorros...
a restablecer gradualmente las retribuciones periódicas... para
todos los que perciban hasta 1.000 pesos mensuales, antes de las reducciones.
- Se faculta al gobierno a modificar la ley del IVA de modo que el cobro
se produzca al momento del cobro efectivo y no cuando se factura.
- Se amplía el alcance del impuesto sobre los créditos y
débitos en cuentas bancarias, aunque el tope se mantiene en un
máximo de seis por mil. Quedan comprendidas todas las entidades
regidas por la ley de Entidades Financieras, todos los movimientos de
fondos propios o de terceros, aun en efectivo.
- Se faculta al Ejecutivo a disponer que lo abonado en concepto de este
gravamen constituya un pago a cuenta de los impuestos al Valor Agregado
y a las Ganancias del titular de la cuenta, o en su caso del régimen
del monotributo, pero sin afectar los fondos coparticipables.
- Quedan exentos los créditos en cajas de ahorro o cuentas
corrientes bancarias hasta la suma acreditada en concepto de sueldos del
personal en relación de dependencia o de jubilaciones y pensiones,
y los débitos en dichas cuentas hasta el mismo aporte.
- Se posterga la devolución del impuesto a las Ganancias. Se suspende
hasta el 31 de diciembre la reducción del impuesto a las naftas.
- Se modifica el decreto 814 del 20 de junio de este año relacionado
con los aportes patronales que pagan las empresas. Se eleva entonces de
16 a 20 por ciento la alícuota para los empleadores cuya
actividad principal sea la locación y prestación de servicios
con excepción de los comprendidos en la ley 24.467. También
se dispone una alícuota de 16 por ciento para los restantes
empleadores no incluidos en el inciso anterior.
- Se procura limitar las acciones de amparo en contra de las disposiciones
de la ley a través de modificaciones al Código de Procedimientos
Civil y Comercial. Son improcedentes y los jueces no podrán
decretar ninguna medida cautelar prevista en el capítulo 3 del
presente Código u otras.
Adiós
al Chango Funes
Al comienzo
de las sesiones, los senadores realizaron ayer un minuto de silencio
en homenaje a su par santafesino, el justicialista Carlos Chango
Funes, quien falleció ayer víctima de un cáncer.
Funes, cuyos restos serán sepultados hoy a las 8 en un cementerio
privado de Luján, había sido designado en una sesión
conjunta de las Cámaras de Senadores y Diputados de Santa
Fe el pasado 1º de marzo, en reemplazo del fallecido Arturo
Di Pietro, cuyo mandato finalizaba en diciembre. A lo largo de su
vida, Funes desarrolló una extensa militancia dentro del
PJ y, a principios de los años 70, gozó de la confianza
de Juan Domingo Perón, de quien se desempeñó
como correo personal cuando el tres veces presidente de la Nación
residía en España.
A él se le atribuye una participación decisiva en
los primeros pasos de Carlos Reutemann en el ámbito de la
política, y su posterior llegada a la gobernación,
en su primer mandato, en 1991.
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Por
temor a una corrida bancaria, el PJ dio quórum en el Senado
Por
Diego Schurman
El
temor a una corrida bancaria terminó de convencer a los senadores
justicialistas sobre la necesidad de facilitar el tratamiento de la propuesta
de déficit cero. Así lo confirmaron a Página/12 los
principales legisladores del PJ, quienes dieron el quórum necesario
para que el proyecto oficial que recorta salarios y jubilaciones se convierta
en ley.
El PJ comenzó a cambiar su actitud inflexible el sábado
a la noche. Si bien a esa altura mantenían la decisión de
no sesionar, escucharon los reclamos del presidente de la Cámara
alta, el radical Mario Losada, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
y el ministro del Interior, Ramón Mestre.
Los tres tomaron contacto con Eduardo Bauzá y Carlos Corach. Y
también con el jefe de la bancada del PJ, José Luis Gioja.
La situación es muy grave, se precipita la crisis. Hay que
sesionar sea como fuere le alertaron a coro los emisarios del Gobierno.
Gioja prefirió chequear si ese panorama caótico se correspondía
con la realidad. Se comunicó con los varios economistas, entre
ellos Carlos Melconián, Martín Redrado y Rogelio Frigerio.
También tomó contacto con el titular de la Asociación
de Bancos de la Argentina, Eduardo Escasany. El mendocino Carlos de la
Rosa le contó, además, detalles de una conversación
con el empresario Enrique Pescarmona.
Ninguno dejó demasiado margen: el demonio tomaría cuerpo
de mercado y hoy desataría su furia. En cada mención, la
fuga de depósitos aparecía como una constante.
Bauzá también se quiso asesorar. Escuchó a Roque
Fernández. El ex ministro menemista esta vez no fue de punta contra
la propuesta oficial. Al contrario, le planteó al senador la necesidad
de aprobar todo y cuanto antes.
No le vamos a dar al Gobierno la posibilidad de culparnos de una
corrida bancaria, señalaron los senadores durante la reunión
de bloque de ayer, donde se hizo futurología sobre lo que sucederá
hoy tras la apertura de los mercados.
Fueron varios en el PJ los que allí atacaron a la ley de déficit
cero. Los más duros rechazaron mencionar, incluso, al Pacto
de la Independencia, el acuerdo previo que Colombo selló
con los gobernadores. Más que por el contenido, la bronca en el
PJ era por el nombre: cómo hablar de independencia si el corazón
de la iniciativa es la utilización del sueldo estatal como variable
de ajuste para garantizar el pago de la deuda externa.
No fue el único eufemismo. Expresiones como gesto patriótico
salieron de boca de funcionarios más preocupados por la respuesta
del mercado y los organismos internacionales que por los desocupados y
la ahogada pequeña y mediana empresa, principales generadores de
trabajo.
Jorge Yoma fue uno de los que se quejó de las presiones oficiales.
Y dijo que el Gobierno, al asegurar que el país está al
borde un abismo o al borde de la cesación de pagos,
solo busca que el PJ apruebe la ilegalidad, como consideró
al proyecto de ley.
El senador quizás olvidó que Carlos Menem, su ex referente,
fue uno de los que cultivó aquello de lo mío o el
caos, y que el propio Carlos Ruckauf también habló
del riesgo de cesación de pago en la provincia de Buenos Aires.
Pero ¿cómo justificar la presencia del PJ en el recinto
después de haberse negado? El primer obstáculo formal se
sorteó por la mañana. Gioja hizo una ronda de llamados a
los gobernadores del PJ para conseguir respaldo político. El jefe
del bloque del PJ aseguró haber logrado en ese maratón telefónico
casi todo lo que no pudo en todo el sábado.
Acusó haber recibido un fax del cordobés José Manuel
de la Sota respaldando la decisión que tome el PJ y mechando
algunas críticas al Gobierno y también el guiño
de Carlos Reutemann. Nada se dijo de Ruckauf.
Cerca del mediodía, Colombo almorzó en el despacho de Gioja.
El jefe de Gabinete continuó allí con la arenga fatalista.
Dijo que la economía argentina estaba en una situación terminal,
que habría un gran riesgo de corrida bancaria y que con la ley
en mano aumentaban las chances de tranquilizar a los mercados.
Los senadores presentes la cordobesa Beatriz Raijer y el formoseño
Manuel Rodríguez, entre otros también escucharon a
Colombo decir que la ley sería la bandera que el Gobierno haría
flamear en las negociaciones con el Fondo Monetario y los Estados Unidos,
con los que habría perspectivas de mejorar el diálogo.
También buscó persuadirlos con datos internos: detalló
compromisos cumplidos con las provincias, a las que Economía les
estaba remitiendo fondos, y recordó que se estaba analizando la
manera de instrumentar el Bono Federal. Después hubo menciones
a eventuales reestructuraciones de las partidas presupuestarias, lo que
se entendió como un guiño para el tratamiento de una ley
complementaria.
Fue entonces que Gioja mostró voluntad de tender una mano facilitando
el tratamiento aunque prometiendo votar en contra. En el PJ nadie quería
aparecer como responsable de lo que se pronosticaba para hoy como un caos
económico.
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