Por
Eduardo Videla
El
viejo puente Nicolás Avellaneda, símbolo del barrio de la
Boca, será restaurado por el gobierno porteño, que además
estudia poner en funcionamiento el antiguo transbordador, un medio de
transporte para cruzar el Riachuelo desactivado en 1960. Así lo
confirmó a Página/12 el secretario de Obras y Servicios
Públicos, Abel Fatala, quien hoy, junto al jefe de gobierno, Aníbal
Ibarra, comenzará a evaluar qué obras son necesarias para
la puesta en marcha de esa enorme estructura metálica. Recién
hoy la ciudad toma posesión del puente, que estuvo a punto de ser
desguazado y reducido a chatarra en 1993.
El puente transbordador fue inaugurado en 1914: nació para conectar
el barrio de la Boca con la isla Maciel, en Avellaneda, y a lo largo de
su historia fue el medio que utilizaron miles de personas para cruzar
el Riachuelo. En la década del 90 integró un lote de 30
puentes en desuso que la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias
y Vías Navegables licitó para convertir en chatarra. El
reclamo de los vecinos y de los legisladores porteños logró
que, en 1994, se diera marcha atrás con esa decisión.
Recién después de siete años la ciudad tomará
posesión del puente. Vamos a recuperar su estructura, que
después de casi 90 años está en muy buen estado,
dijo Fatala a este diario. El transbordador fue construido con hierro,
similar al utilizado para las construcciones ferroviarias de la época,
con trazas de cobre, para resistir la corrosión, agregó
el funcionario.
Junto a un grupo de técnicos, Fatala subirá hoy hasta la
sala de máquinas del transbordador, situada a 4,5 metros de altura,
para evaluar los trabajos que serían necesarios para volver a poner
en marcha el transbordador. El mecanismo está bastante deteriorado.
Probablemente se puedan salvar los grandes componentes mecánicos,
como las poleas, pero será necesario instalar nuevamente toda la
parte eléctrica y electromecánica, explicó
el funcionario.
Aún no existe un cálculo del presupuesto que demandaría
este trabajo. Lo que sí se sabe es que, si se decide volver a ponerlo
en funcionamiento, el transbordador será una nueva atracción
turística para La Boca, y además, un medio de transporte
para los vecinos de ese barrio y los del Dock Sud.
Aún si no se recupera la parte mecánica, podrán habilitarse
las dos pasarelas que en su parte superior tiene el puente y que podrán
ser transitadas por al gente. Hasta allí se llega por escalera,
y hay excelentes vistas, tanto hacia el Este como el Oeste, dijo
Fatala. Por esa pasarela pasa hoy una cañería de Metrogás,
que debería ser removida.
El puente fue construido por el entonces Ferrocarril del Sud, que lo donó
a la Nación a cambio de otras concesiones. Su estructura fue construida
por partes en Inglaterra y luego armada en Buenos Aires, a la manera de
un mecano. Por su plataforma suspendida y tirada por cables cruzaron el
Riachuelo coches, camiones y hasta carros con caballos. También
por allí cruzaba el tranvía que comunicaba la Capital con
la provincia. La posibilidad de su retorno, ahora, dependerá del
dictamen de expertos de la Facultad de Ingeniería de la UBA y del
Colegio de Ingenieros.
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