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MURIO COSTA GOMES, QUE DERROCO AL SALAZARISMO
El presidente de los claveles

Por Alfredo Grieco y Bavio

Ni la caída de Franco, ni la de los coroneles en Grecia lograron entusiasmar tanto a los intelectuales en la izquierda europea de los 70 como la Revolución de los Claveles que puso fin en Portugal a la más antigua dictadura del continente. Ayer murió en Lisboa, a los 87 años, uno de sus mayores protagonistas, el mariscal Francisco Costa Gomes. Su posición fue la del moderado que en 1975 impidió la guerra civil en el Portugal revolucionario, después de que la izquierda en el interior de las fuerzas armadas había derrocado el año anterior en un golpe de Estado al dictador Marcello Caetano, “delfín” de Antonio de Oliveira Salazar. Y en vez de hacia un Estado revolucionario, donde la imaginación ocupara el poder, Gomes encaminó a su país en la vía sin retorno de las democracias parlamentarias europeas modernas.
La dictadura fascista en Portugal fue la más larga y mejor establecida de Europa. Desde 1926 Antonio de Oliveira Salazar había sido el ideólogo del “Estado Novo”, modelado sobre la Italia fascista de Benito Mussolini. Desde 1933 fue la utopía realizada. Su neutralidad en la Segunda Guerra Mundial, y la rabiosa alineación a la derecha en la Guerra Fría contribuyeron a su supervivencia, como a la del franquismo. En 1969, Salazar fue sucedido por Marcello Caetano.
El 25 de abril de 1974, el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA), con un programa elaborado por el moderado mayor de artillería Ernesto de Melo Antunes, operado por el mayor de la extrema izquierda Otelo Saraiva de Carvalho y coordinado en las telecomunicaciones por el coronel comunista Vasco Goncalves, dio un golpe de Estado. Al rendirse, Caetano exigió entregar el poder a Antonio de Spinola, un general conservador crítico con el régimen. Tras la deportación de Caetano y del presidente “títere”, almirante Americo Thomaz, a Brasil, el MFA colocó ciertamente a Spinola como presidente. Pero en el cargo más importante en el proceso revolucionario, el de comandante en jefe de las FF.AA., colocó a Costa Gomes. Spinola duró sólo cinco meses en el puesto. El 28 de noviembre de 1974, presentó su renuncia al MFA. Costa Gomes fue hecho presidente. nación. El 11 de marzo de 1975, Spinola intentó, sin éxito, un golpe derechista. Escapó a España en helicóptero.
De los imperios coloniales europeos, el portugués fue el primero en organizarse –en el siglo XV– y el último en desmantelarse. En esta tarea de descolonizar también fue central la participación de Costa Gomes. La fama de Costa Gomes se había fundado, precisamente, en las posesiones imperiales. Su prestigio y su genio militar no fueron desconocidos por la dictadura corporativa. En 1961, Salazar necesitaba oficiales que supieran resistir el asalto del ejército indio en Goa y la apertura de tres frentes de guerra en Africa: Angola, Guinea-Bissau y Mozambique. Portugal fue expulsado de la India en 1961 por el ejército de Nehru. Salazar ordenó resistir, pero, no sin algunos combates, el gobernador de Goa, general Antonio Vassalo e Silva, entregó su espada al comandante hindú. El dictador condenó, pero Costa Gomes apoyó la decisión del administrador colonial. Desde entonces, Costa Gomes echó por tierra la teoría salazarista de “un imperio único e indivisible”.
A principios de 1974, la “revolución de los claveles” estaba a las puertas. Costa Gomes fue exonerado por Caetano, tras negarse a participar en un acto de fidelidad al sucesor de Salazar. En esa fecha, las fuerzas moderadas pro socialistas encabezadas por él mismo y por el mayor Ernesto de Melo Antunes, avanzaron sobre Lisboa y cercaron a las unidades pro comunistas seguidoras del ex primer ministro (1974-1975), general Vasco Goncalves y de la extrema izquierda del mayor Otelo Saraiva de Carvalho. Portugal estuvo al borde de la guerra civil. Gracias a Costa Gomes, que obtuvo la neutralidad de Vasco Goncalves y de Otelo Saraiva de Carvalho, se evitó el conflicto, que hubiese significado dividir a Portugal en dos: un norte socialista y conservador y un sur comunista. Costa Gomes abandonóla presidencia el 13 de julio de 1976. La cedió al general Antonio Ramalho Eanes, primer jefe de Estado portugués elegido por sufragio universal después de la revolución.

 

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