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LOS VEINTE AÑOS DE MTV, EL CANAL QUE CAMBIO LA INDUSTRIA MUSICAL
Los clips como primera globalización

Un día como hoy en 1981,
algo empezaba a cambiar para siempre en la industria de la música. La señal que introdujo definitivamente en el rock el culto a la imagen ha dejado una marca indeleble en la cultura mundial.

Michael Jackson le dio al
videoclip un status cinematográfico.
Prince (abajo), otro fenómeno inseparable de su difusión catódica.

Por Pablo Plotkin

La primera imagen que MTV les mostró a los televidentes estadounidenses no fue la de Madonna, Prince o Michael Jackson. El primero en aparecer fue la máxima estrella pop de la carrera espacial: Neil Armstrong pisando el suelo de la Luna y clavando una bandera que, gracias a un rudimentario truco digital, ostentaba el logo del canal. Veinte años después de aquello, la escena puede leerse como una especie de profecía. La primera señal dedicada a emitir videoclips las veinticuatro horas todavía no llegó a la Luna, pero parece faltarle poco. Si bien su alcance por el momento no excedió los límites del planeta Tierra, está claro que derribó otra clase de fronteras. Para bien y para mal, MTV se convirtió en el brazo pop más poderosamente armado de la expansión cultural y económica de Estados Unidos. El difusor audiovisual de una manera de vestir, caminar y peinarse, además del espacio publicitario principal del rock y del pop.
Luego de la imagen de Armstrong, fue un video del grupo The Buggles el que inauguró la señal, el 1º de agosto de 1981. La decisión de abrir con un clip titulado “Video killed the radio star” (El video mató a la estrella radial) hoy parece excesivamente pretenciosa. Mientras la radio sigue siendo el canal de difusión esencial de la música pop, MTV crece en su papel de legitimador estético. “MTV nos hizo lucir como el sonido de la música”, escribió alguna vez Bonnie Allen, columnista de Essence. Reforzando esa idea, la directora artística Judy McGrath lo definió como “un show subliminal de la moda” en que las estrellas exhiben su indumentaria y sus modales para luego ser imitados por los espectadores. Pasó a principios de los ochenta, cuando Michael Jackson salió a bailar con una campera de cuero rojo en el video de “Beat it”. Volvió a pasar en la primera parte de los noventa, cuando la camperita gris con que un triste Kurt Cobain salió a tocar en el “Unplugged” se erigió en el símbolo textil de la generación grunge. Y volvió a pasar un par de años atrás, cuando las ventas de gabanes en el Reino Unido se multiplicaron luego de que Noel Gallagher, de Oasis, saliera a tocar abrigado al invierno británico.
Greil Marcus, periodista de rock y escritor, define a MTV como “la pornografía de los semiólogos”. “Un sistema cerrado en el que nada fuera de su marco está autorizado a entrometerse, prometiendo placer a través de una inmersión en una especie de collage de sorpresas visuales y entregando a cambio una contradicción de veinticuatro horas al día, tan cargado de vergüenza moral que se convierte en algo fundamentalmente obsceno”. Por la misma época, el escritor John Hamerlinck observó que lMTV “es un negocio que representa los valores del mundo corporativo. No rompió ningún código moral, no tiene nada que ver con la filosofía y no es una alternativa de religión”. A pesar de las objeciones de sus detractores, la cadena se agigantaba con sus estrellas. Los videos de Cyndi Lauper, Prince, Billy Joel, Culture Club, The Police, Michael Jackson, Madonna y Duran Duran (tal vez los primeros explotadores inteligentes del formato) funcionaban como síntesis publicitaria de sus obras.
A fines de los ochenta, parte de Europa tuvo sus propias sedes de MTV. Para el 1º de octubre de 1993, cuando se inauguró MTV Latino con un video del grupo chileno Los Prisioneros (“We are south american rockers”), buena parte del planeta tenía su versión del canal: Brasil, Asia, Japón, Australia, Nueva Zelanda, China, India, Corea, el Reino Unido y España. El oficio de VJ (presentador de videos) empezó a ser un sueño laboral de los jóvenes. Se instaló la idea de lo cool, cierto cine adoptó el estilo de edición fragmentada, surgió la literatura de ritmo emtivideano y algunas bandas comenzaron a componer pensando en imágenes. “Llegó a cambiar la manera de composición de las bandas de los 90”, apuntaDaniel Melero, músico argentino y observador de la cultura de masas. “Se invirtió el proceso: los clips empezaron a parecerse a spots publicitarios y hay grupos que llegaron a componer temas pensando en el video. Empezaron a tomar un aspecto de cliché. A la vez, en mi espíritu rockero, siempre sentí que el rock debe modificar o crear medios nuevos. Me impresiona ver cómo hay un criterio selectivo en base a normas de los canales y no a estéticas que podrían ser terroristas. Algo que sirvió para difundir y hacer crecer al negocio de la música, está sirviendo para que la gente tenga miedo de ser temeraria. Por eso prefiero mirar publicidades, porque en términos de imágenes son mucho más arriesgadas y compactas. Y como para mí los videos son publicidades...”.
Con el debilitamiento del pop de los ochenta y el suceso del grunge (vuelta a la distorsión, la timidez y la hipersensibilidad), MTV se adaptó al estado de las cosas y Pearl Jam, Stone Temple Pilots, Soundgarden, Hole y Nirvana se convirtieron en las mejores estampitas del primer lustro de la década. El canal explotó la “actitud” del subgénero y las camisas a cuadros se reprodujeron más allá de Seattle y los Estados Unidos. Beavis & Butthead, la pareja de dibujos animados descerebrados adicta a los videoclips y a las costumbres escatológicas, pasó a ser la caricatura que escupió el propio sistema sobre los pibes de la Generación X. Más tarde, cuando B&B empezaron a causar más tedio que gracia, la profunda lucidez de su compañera Daria los reemplazó en la pantalla, a la vez que la popularidad de las guitarras eléctricas y la postura antiestelar empezaban a pudrirse dentro del féretro de Cobain.
Entonces MTV dio un nuevo giro y los artistas de pop adolescente y dance latino se convirtieron en sus stars.. Ricky Martin, Christina Aguilera, Backstreet Boys, Jennifer Lopez, NSYNC, Britney Spears y toda la patota teen se vio de pronto agraciada. Mientras que los artistas duros para los chicos malos de Norteamérica –Limp Bizkit, Eminem, Kid Rock, Papa Roach-, se comprenden como la contracara de un mismo fenómeno, una especie de bipartidismo del pop. “Me gusta que se vean artistas populares en la pantalla, el problema es qué artistas populares tenemos hoy”, sugiere Melero. “La cultura pop light me da un poco de impresión, pero el desafío de enfrentarla estuvo siempre. Si una canción está pensada en torno de un concepto de marketing se hace difícil soportar imágenes que apoyen esa mentira. Creo que si los ojos fueran el estómago, viviríamos descompuestos y empachados. El estómago al menos vomita, pero resulta difícil andar por la vida con los ojos cerrados”.

 

Happy day

Los festejos del vigésimo aniversario de MTV podrán verse hoy en la Argentina. A las 19 irá “Talk about pop music”, un especial con músicos opinando sobre los últimos veinte años del pop y su relación con la MTV. A las 20, “Testimony of rock” será su equivalente rockero. A las 22 la señal emitirá su propia fiesta aniversario en directo desde el Hammerstein Ballroom de Nueva York, con shows en vivo de Billy Idol, Jane’s Addiction, Mariah Carey, Sum 41 y Kid Rock. Vía satélite, desde diferentes lugares, podrán verse actuaciones de Aerosmith, Blink 182, Bon Jovi, Depeche Mode y Rage Against The Machine y otros. El resto de la programación de MTV también se modifica por hoy. A las 14 se verá Daria, la película, a las 15.30 el capítulo despedida de “Beavies & Butthead”, y a las 16 las diez mejores peleas de “Celebrity Deathmatch”. A las 16.30 emitirá media hora de “Jackass” y a las 17 un capítulo antológico de Tom Green, el desquiciado VJ estrella del último tiempo.

 

EN UN PROGRAMA ESTADOUNIDENSE
Los rusos son los buenos

La imagen de los agentes de la KGB rusa como los malos de las películas podría formar pronto parte del pasado, si el productor estadounidense Bob Van Ronkel consigue el visto bueno del jefe del servicio de inteligencia ruso en Moscú. Van Ronkel quiere comenzar a rodar una serie de televisión en la que los espías soviéticos son los héroes: la serie “Files from the KGB” mostraría las misiones de espías en la era de la Guerra Fría al estilo de la serie “Nikita”, según dijo Van Ronkel durante un viaje a Moscú para conseguir el apoyo de la agencia de inteligencia FSB, sucesora de la KGB. Hasta ahora, la agencia mostró su reserva a la hora de responder a sus solicitudes a pesar de los “beneficios” que Van Ronkel asegura que traerá la serie. “Es publicidad positiva para la FSB”, sostuvo, y se refirió además al pago por los derechos a usar el emblema de la KGB y los servicios de consultores que podría ofrecer la FSB. “No es un documental. Estoy haciendo televisión en Hollywood”, dijo Van Ronkel, quien organizó la visita que realizaron hace unas semanas a Moscú astros estadounidenses como Jack Nicholson, Sean Penn y Jim Carrey. Su sueño, si la serie de 22 episodios llega a realizarse, es lograr que el presidente ruso Vladimir Putin aparezca haciendo un cameo.

 

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