Demandamos a los argentinos
y al mundo que nos den una chance, lanzó ayer Domingo Cavallo,
en conferencia de prensa, sobre el final de una jornada en que la crisis
financiera se agudizó y en la que el riesgo país superó
los 1700 puntos. Una hora antes se habían difundido los números
de la recaudación de julio, que mostraron una caída del
8,7 por ciento respecto de igual mes del año pasado. El dato es
clave porque, de mantenerse ese bajón de la recaudación
en los próximos meses, para cumplir la regla de déficit
cero el recorte sobre jubilaciones y salarios públicos debería
ser bastante mayor al 13 por ciento anunciado. Como admitió el
propio titular de la AFIP, la recaudación que ahora son el
foco de atención de los mercados no mejorará
en tanto se mantengan tasas de interés tan elevadas que hagan más
conveniente a empresas y particulares financiarse contra el fisco que
pagar los impuestos. Así, la crisis financiera disparó un
nuevo círculo vicioso: el riesgo país no bajará hasta
tanto repunte la recaudación, pero con estos niveles de tasas agravados
por la fuga de depósitos bancarios, no hay chance de que
ello suceda.
A diferencia de lo que hasta hace poco era su estilo habitual, correctamente
aconsejado por sus asesores de imagen, Cavallo no pudo esbozar ni una
sonrisa cuando ayer entró al microcine del Ministerio de Economía,
junto a la plana mayor de su equipo Daniel Marx, Federico Sturzenegger
y Guillermo Mondino.
El mes de julio ha sido muy difícil, empezó
el ministro. Pero destacó la aprobación por parte del Congreso
de la ley de déficit cero, que apunta a que haya empleo,
trabajo, crecimiento, calidad de vida, se entusiasmó. Luego
habló de la persistencia de la inestabilidad financiera y
de las altas tasas de interés que hacen que las empresas
tengan dificultades para pagar los impuestos.
Pero el momento cumbre llegó cuando volvió a la carga con
que estamos convencidos de que vamos a derrotar a las fuerzas que
generan la inestabilidad. Hay mucha gente que cree que a los
argentinos les va a ir mal y por eso apuestan en contra, afirmó.
Pero, esta vez, consciente de que ya su reputación ante los mercados
no es la de antes y que los que se llevan los depósitos de los
bancos lo hacen por miedo, se cuidó en aclarar que los que apuestan
en contra no es que estén en contra de Argentina sino que
piensan que las cosas van a salir mal.
Demandamos de los argentinos y del mundo que nos den una chance,
emplazó. Les pedimos a los argentinos que confíen
en nuestras capacidades para superar la crisis, insistió.
Y destacó que, más allá de los discursos que
pueden sonar demagógicos, el Congreso aprueba leyes que serían
muy difíciles de aprobar en las democracias maduras, en un
mensaje directo a los mercados. El pueblo (argentino) quiere el
orden y no quiere el caos, enfatizó, de nuevo pensando en
los mercados.
El ministro sabe que ahora el problema de la desconfianza no es sólo
externo, medido por el riesgo país, sino fundamentalmente interno,
medido por la fuga de depósitos bancarios, que en julio sumó
más de 6000 millones de dólares, 8 por ciento del total.
Más aún, como el Estado ya tiene casi cerrado con bancos
y AFJP la refinanciación de vencimientos de títulos públicos
hasta fin de año, la sangría de depósitos es hoy
el tema principal. Porque, de continuar, acelerará el circulo vicioso
(tasas de interés por las nubes, profundización de la recesión,
caída de la recaudación, necesidad de más ajuste
para cumplir el déficit cero), a tal punto que, para muchos analistas,
podría detonar una corrida financiera y cambiaria todavía
más fuerte en cuestión de semanas. Por eso, Cavallo sigue
multiplicando las señales para los mercados, aferrado a la regla
de déficit cero, pero al mismo tiempo se cuida de tranquilizar
a los ahorristas.
Luego enumeró los apoyos internacionales tras los que está
el Gobierno, aunque por ahora parezcan más que nada gestos de solidaridad,
ya que el propio ministro evitó hablar de asistencia financiera
en concreto cuandose lo consultó. El presidente De la Rúa
habló telefónicamente hoy (por ayer) con (el presidente)
Bush, y se reunió con Blair y Fernando Henrique Cardoso,
contó. Yo hablé con el presidente de Italia, Ciampi,
y con Aznar, y mantengo permanentes contactos con los ministros de Economía
y los presidentes de Bancos Centrales del mundo para explicarles que Argentina
está resolviendo sus problemas, agregó. Por las dudas
de que la lista de adhesiones para salvar a la Argentina se
quedara corta, dijo que hay manifestaciones de los funcionarios
del Fondo Monetario en Washington al Board (comité ejecutivo del
organismos) para que puedan acelerarse los desembolsos financieros
previstos en el acuerdo en curso. También afirmó que la
visita del subsecretario del Tesoro, John Taylor, prevista para el viernes
próximo lo ponía muy contento, porque se
va a interiorizar de la situación de Argentina.
Después, volvió a dirigirse a los argentinos: Vamos
a conseguir que todo ande bien, porque todo esto lo hacemos pensando en
los ahorristas, prometió.
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