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Los gobernadores del PJ le dijeron no a Ruckauf

El gobernador quiso promover una reunión con sus pares, para recuperar protagonismo. Pero lo dejaron solo.
Memoria: �Ruckauf quiere una foto al
estilo Blair y De la Rúa. Entonces nos llama a nosotros. Pero el día que lo necesitábamos, se borró�, decía un norteño.

Por Felipe Yapur

Durante todo el día, Carlos Ruckauf intentó convocar a los gobernadores justicialistas a una nueva reunión en el CFI. El objetivo era brindar una nueva señal de apoyo al gobierno nacional ante la profundización de la crisis. La respuesta fue prácticamente unánime: un “no” rotundo que provino fundamentalmente de los mandatarios del NOA. El gobernador bonaerense se quedó sin la nueva foto con la que pretendía volver a instalarse ahora que se generalizó el discurso que promueve un gobierno de unidad nacional.
Los hombres del bonaerense niegan que la convocatoria sea para emitir un comunicado de apoyo al gobierno nacional. Sostienen que hay temas pendientes por debatir como es la coparticipación federal y las deudas que la Nación mantiene con las provincias. Pocos entre sus compañeros gobernadores coinciden con este análisis.
“Ruckauf quiere una foto al estilo Tony Blair y (Fernando) De la Rúa. Entonces nos llama a nosotros. Pero el día que lo necesitábamos, se borró”, se quejó un gobernador del norte ante la consulta de Página/12. El día al que hace referencia es el sábado pasado cuando los mandatarios se reunieron en la Casa de Tucumán con el objetivo de conseguir que los senadores votaran la ley de déficit cero. Durante toda la jornada los representantes de las provincias chicas esperaron a Carlos Reutemann, José Manuel de la Sota y a Ruckauf. Pero nunca llegaron.
La ausencia del santafesino no sorprendió porque, dicen, “el Lole nunca habla. No sabemos siquiera qué es lo que piensa”. A De la Sota también lo justifican: dedicó el día a ir a La Pampa visitando al recientemente accidentado Humberto Roggero. Para Ruckauf, en cambio, no hay atenuantes. Pero sí agravantes: el más grave, una conversación que mantuvieron esa tarde con Chrystian Colombo, quien les confirmó el pago de los 130 millones que se le adeudaba a la provincia de Buenos Aires. La confesión del Jefe de gabinete generó airadas protestas. El jujeño Eduardo Fellner le dijo al tucumano Julio Miranda: “Julio, Rucu nos está perjudicando”. Miranda propuso entonces seguir las negociaciones sin las provincias grandes. Ese día acordaron con Colombo, el ministro del Interior, Ramón Mestre y el asesor externo de Cavallo, Horacio Liendo, la emisión de un bono federal. Pero para varios de los mandatarios del NOA la afirmación del jefe de Gabinete significó que “la pelea con (Domingo) Cavallo fue puro teatro”. Y prometieron vengarse.
Estos ven en la convocatoria a un gobierno de unidad nacional que lanzó Raúl Alfonsín –que el bonaerense consideró como “una gran idea”– como la oportunidad para lograr su cometido de aguarle la fiesta.
“Ruckauf es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir que le den respaldo a sus patacones. Y después de que el presidente (George) Bush y el premier británico apoyaron a De la Rúa, él quiere convertirse en el referente justicialista que respalde al gobierno”, reflexionó un gobernador norteño para luego asegurar que “esa es la única razón de la convocatoria al CFI que, por supuesto, no participaremos”.
Ayer, sobre los respaldos internacionales que recibió De la Rúa, el gobernador de Buenos Aires dijo que “todos los apoyos que reciba el presidente de nuestro país son buenos”.
Pero la convocatoria al gobierno de unidad nacional produjo ayer otro rumor que lo tuvo a Ruckauf como protagonista. En los mentideros políticos se escuchó la posibilidad de que el gobernador bonaerense se sumara a esta convocatoria. El bonaerense, cauteloso, dijo primero que consideraba que era una buena idea, pero después prefirió seguir con su viejo discurso: “Estoy dispuesto a seguir ayudando al gobierno de Fernando de la Rúa, pero siempre que definamos un plan concreto que nos saque de esta asfixia económica y social”. Cuando le preguntaron si estaría dispuesto a integrarse a un gobierno de unión nacional, éste reiteró que “es esencial,antes, saber cuáles son las medidas, de modo que si eso no está claro hablar de personas no tiene objeto”, se atajó.
Pero entre sus hombres no ven conveniente una participación de este tipo y sostienen que si el Gobierno terminara sucumbiendo ante la crisis, un justicialismo co-gobernante se vería arrastrado por la corriente. Este sería el razonamiento de los más cercanos a Ruckauf. Entre los que comparten la gobernación pero desde un punto de vista más crítico, dicen que “no vemos en calidad de qué podría participar Ruckauf, o acaso demostró que sabe gobernar bien”.

 

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