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Por Diego Schurman
 Las dos CGT marcharán
a Plaza de Mayo en rechazo al ajuste dispuesto por el Gobierno.
La movilización, que el sindicalismo rebelde y el oficial preparan
para la segunda quincena de agosto, irá acompañada de una
propuesta alternativa, a la que pretenciosamente denominaron de “salvación
nacional”. A tono con Raúl Alfonsín, buscarán
de esta manera alcanzar un acuerdo con distintos sectores políticos
y sociales para afrontar la crisis socioeconómica.
La manifestación fue acordada durante un encuentro en la sede del
sindicato de Luz y Fuerza. Formalmente la medida se decidió en
respuesta a la reducción salarial y de haberes impulsada por el
Gobierno y luego avalada por el Congreso. Pero también influyó
la pérdida de protagonismo frente a los piqueteros –en su
mayoría representados por la Central de Trabajadores Argentinos
(CTA) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC)–, quienes volverán
a cortar rutas de todo el país el próximo martes y miércoles.
Tras la reunión, algunos dirigentes hablaron de la convocatoria
a un “paro con movilización”. Pero, luego, desde las
propias filas de las CGT de Rodolfo Daer y Hugo Moyano, salieron a aclarar
que solo habrá un cese de actividades horas antes de la marcha
para que los trabajadores puedan concurrir a la Plaza de Mayo.
Para la protesta se buscará sumar a la CTA. Moyano y el líder
de esta central alternativa, Víctor De Gennaro, ya hablaron informalmente
del tema. La relación entre ambos no pasa por su mejor momento.
El camionero quedó dolido con la silbatina que recibió la
última semana cuando habló durante el primer congreso de
desocupados de todo el país.
Los llamados de la CGT también incluyeron a representantes sociales
y de la Pastoral Social de la Iglesia Católica, con quienes los
sindicalistas mantienen contactos periódicos.
Moyano no estuvo ayer en Luz y Fuerza. Se encontraba resolviendo un problema
de trabajadores de su gremio en la provincia de Buenos Aires. Pero, de
todos modos, tuvo su representación en los “rebeldes”
José Rodríguez, Juan Manuel Palacios, Horacio Ghilini, Domingo
Moreyra, Gerónimo Venegas y Juan Carlos Schmid.
No fue de ellos sino de Armando Cavalieri, uno de los “gordos”
de la CGT oficial, de donde salió la idea de redactar un documento
para “salvar la Nación”, según palabras textuales
utilizadas en el encuentro por el titular del sindicato de comercio.
La idea fue respaldada por Daer, el dueño de casa, Oscar Lescano,
Saúl Ubaldini y Andrés Rodríguez. Solo encontró
reparos en Schmid, quien pidió excluir del acuerdo a los gobernadores
y a los legisladores que suscribieron el ajuste en el Parlamento.
“Hay una crisis grande, tenemos que hacer una rondas de consultas.
Muchos vieron con buenos ojos la propuesta de unidad nacional de Alfonsín,
sobre todo después de lo que pasó en la sesión del
fin de semana. Pero todo es materia de análisis”, dijo a Página/12
el titular del gremio de dragado y balizamiento. Habrá que ver
qué piensan sus pares de la CGT oficial: el gobernador José
Manuel de la Sota –a quien respaldan en la interna del PJ– ayer
tomó distancia de la propuesta del ex presidente radical.
De todos modos, la jugada de las dos CGT, que alguna vez supieron enfrentarse
a tiros y que hoy se codean en reuniones semanales, fue explicada por
el “rebelde” José Rodríguez. “El país
no sale con medidas aisladas y que perjudiquen a la gente con menos ingresos
sino que sale con un proyecto de unidad nacional que plantee rediscutir
la deuda externa, porque es ella la responsable de la mayoría de
las desgracias de los argentinos”, dijo a la agencia DyN.
Pero el dirigente mecánico del Smata no se privó de una
ironía al despedirse. Fue cuando explicó a quién
se buscará contactar para sumarlo ala propuesta de “salvación
nacional”. “Se la llevaremos no sólo al presidente, sino
a todas las fuerzas políticas, sociales, empresariales y por ahí
podríamos ver al general Escasany, que es el que ha dado este golpe
económico”.
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Por el adiós
de ministros
Ya es costumbre. En tiempos de confrontación, el sindicalismo
no tiene medias tintas. Rodolfo Daer dio muestras de ese particular
estilo al reclamar el alejamiento de los ministros Domingo Cavallo
y Patricia Bullrich.
“El ministro de Economía se tiene que ir porque fracasó
su política”, dijo suelto de cuerpo el titular de la
CGT oficial. Pero por si no hubiese quedado clara su ira contra
Cavallo endulzó en la misma declaración a Chrystian
Colombo, el funcionario con quien compite por el papel de negociador
del Gobierno. “Nuestro interlocutor válido es él”,
dijo el sindicalista.
Al ingresar a la sede de Luz y Fuerza, Daer también regaló
una dedicatoria a la ministra de Trabajo. “Es la vocera del
establishment”, lanzó. El jefe cegetista, de todos modos,
se quedó corto al lado del mecánico José Rodríguez,
quien descalificó a la funcionaria ironizando sobre su pasado.
“Bullrich fue montonera y los montoneros decían abajo
la burocracia sindical”, dijo.
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Colectiveros, en alerta
El titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Juan
Manuel Palacios, amenazó con iniciar medidas de fuerza durante
la próxima semana si se concreta la amenaza de los empresarios
de implementar un nuevo ajuste en las compañías de
colectivos.
El sindicalista de la CGT rebelde respondió de esta manera
luego de conocerse un documento de distintas cámaras del
transporte en el que anuncian una reducción de los servicios
–y eventualmente un achique de personal– a raíz
del incremento de sus costos, producto de la suba del impuesto a
la transferencia de Combustibles e imposición de la tasa
sobre el gasoil”
En ese mismo documento, los empresarios acusaron el impacto del
“aumento de las cargas previsionales patronales, el impuesto
sobre créditos y débitos en cuentas bancarias, y la
aplicación del IVA al autotransporte público de pasajeros”.
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LOS
SINDICALISTAS TENDRAN QUE DECLARAR BIENES
Bullrich saca un nuevo as
Las discusiones entre la ministra
de Trabajo y los líderes de las dos CGT se están convirtiendo
en algo cotidiano. Esta vez lo que disparó la polémica fueron
las nuevas medidas que dispuso Patricia Bullrich. “Cada dirigente
sindical que forme parte del consejo directivo del sindicato, o quien
tenga responsabilidad en el manejo de las cuentas, va a tener que presentar
una declaración jurada de bienes”, declaró ayer a la
mañana, en una entrevista radial. Hugo Moyano y Rodolfo Daer se
mostraron de acuerdo con la iniciativa, pero también criticaron
a la ministra: el primero la acusó de “descalificar para tratar
de evitar las protestas”, mientras que Daer le achacó “pasividad
con los sectores financieros”.
La resolución 377/01 de la cartera laboral contiene tres medidas
básicas que “hacen a la transparencia del manejo de fondos
de los sindicatos”, según destacó la propia Bullrich.
“Una de ellas –explicó la ministra– es la presentación
jurada de bienes de los que son electos en un sindicato y de todos aquellos
que manejan recursos. La segunda decisión es una memoria y detalle
de cómo se usan los fondos sindicales, precisando cada uno de ellos.
Y la tercera es una estrategia de incompatibilidad: todo aquel que sea
abogado del sindicato o contador, no puede a la vez trabajar en el Ministerio
de Trabajo.”
La propuesta tuvo el respaldo de Moyano y Daer: “Me parece perfecto”,
dijo el camionero. “No tengo inconveniente”, aseguró
el segundo. Pero las coincidencias no terminaron allí: los dos
cargaron contra la ministra con argumentos similares. Moyano dijo que
Bullrich “debería poner el mismo énfasis en tratar
de evitar que siga creciendo la desocupación, que es la función
principal del Ministerio de Trabajo”. Y recordó que varios
puntos de la reglamentación que propone la ministra ya estaban
en vigencia. “Nosotros, como presidentes de nuestras obras sociales,
presentamos un sobre donde declaramos todos los bienes. Eso es desde hace
mucho tiempo.” Sin embargo, el auditor interno de la cartera laboral,
Gustavo Bogun, rechazó que esa presentación sea equiparable
a las nuevas medidas que apuntan a “verificar la legitimidad en la
constitución y evolución patrimonial” de los sindicalistas.
La reacción de Daer estuvo en la misma línea. “El Ministerio
de Trabajo es el ámbito que tiene que regular las relaciones del
capital y el trabajo pero, ¿por qué no le pide a los sectores
empresarios, ya que le pide a los sindicatos?”, se preguntó.
Y volvió a coincidir con Moyano cuando acusó a la ministra
de estar haciendo “una persecución contra la dirigencia sindical”.
Consciente de que la reglamentación iba a traer controversia, Bullrich
agendó una reunión con Juan Manuel Palacios, secretario
adjunto de la CGT rebelde, que se concretó ayer a la tarde en el
Ministerio de Trabajo. Durante el encuentro “se habló de sindicalismo”,
según comentaron tras la entrevista varios allegados de Palacios.
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