Por Raúl Kollmann

La Unidad Antiterrorista de la Policía Federal puso ayer en alerta máxima todas las custodias de los llamados blancos judíos, norteamericanos, británicos e incluso italianos y españoles. El comisario Jorge Palacios, a cargo de la DUIA, dio la voz de alerta ante las amenazas lanzadas por la organización palestina Hamas, tras el asesinato de dos de sus líderes en una incursión israelí. Fuentes de seguridad e inteligencia le dijeron a Página/12 que no tienen ningún dato preciso ni información que hable de una operación en marcha en la Argentina, pero uno de los hombres del Gabinete comentó: “Tenemos que tener máxima precaución porque lo único que nos falta ahora, en esta situación, es que suframos un atentado”.
En verdad, el alerta lanzada ayer abarca una gran cantidad de blancos. Este diario mantuvo el siguiente diálogo con uno de los responsables de todo el operativo de prevención:
–¿Esto se va a centrar en instituciones judías y norteamericanas?
–No, no. Vamos a reforzar las custodias en otros blancos, como por ejemplo, los británicos. Pero también estamos muy atentos a lo que pueda pasar en edificios y embajadas italianas o españolas, por ejemplo.
–No hay antecedentes de atentados u ofensivas de Hamas contra blancos españoles. El gobierno español más bien apoya a los palestinos.
–Mire, el que pretende sembrar el caos, lo hace en el lugar donde le demos la oportunidad. De manera que la orden es cubrir todo.
La preocupación del Gobierno y de las fuerzas de seguridad reside en algunos elementos obvios y otros no tan obvios.
La Argentina ya sufrió dos atentados terroristas y de ninguna manera puede decirse que fueron detenidos los hombres-clave de la conexión local de esos atentados. Es más, si se trata de una célula dormida, nada indica que no pueda volver a actuar.
La CIA norteamericana, la SIDE, la Gendarmería y la Policía Federal vienen trabajando desde hace rato en el seguimiento de grupos relacionados con palestinos, tanto en Ciudad del Este, en la zona paraguaya de la Triple Frontera, como en el Chuy, ubicado en el límite entre Uruguay y Brasil. El diagnóstico es que de ambos lugares puede venir algún fundamentalista. Es más, en los atentados de la Embajada de Israel y la AMIA aparecieron en escena personajes con nítido acento brasileño e incluso documentación de ese país: la camioneta Ford F-100 usada en el ataque contra la Embajada de Israel fue comprada con un documento falso a nombre de Ribeiro Da Luz. En el atentado contra la AMIA apareció otro brasileño dando la voz de alerta en consulados de Europa: Wilson Roberto Dos Santos.
De los países del Mercosur, Argentina es casi el más expuesto. Brasil ha tenido una tradicional política de pacto con los gobiernos islámicos más radicalizados y se considera que difícilmente peguen un golpe en ese país. Paraguay tiene una comunidad islámica grande y algo parecido ocurre en Uruguay que, además, tiene una colectividad judía pequeña. Por el contrario, Argentina aparece como el país más alineado con Estados Unidos y el que tiene, proporcionalmente, una comunidad judía de envergadura.
Para redondear, estamos en vísperas de la realización de un cónclave del Congreso Judío Mundial (ver aparte), un hecho que siempre requiere de atención especial.
Los últimos atentados realizados por grupos fundamentalistas islámicos fuera del teatro de operaciones de Medio Oriente se registraron en las dos embajadas norteamericanas de Tanzania y Kenia. Hace dos años, trascendió también que se abortó un ataque contra la embajada de Estados Unidos en Asunción del Paraguay. O sea que los blancos muy bien pueden ser delegaciones diplomáticas norteamericanas, tal vez no ubicadas en los países centrales, donde hay mayores controles y vigilancias. Anoche se veían reforzadas las custodias en casi todos los edificios de la comunidad judía, en las embajadas e incluso en la inmensa mezquita ubicada en la zona del Puente Pacífico, en Palermo. Allí se notó algo asombroso: no sólo había policías federales sino también aparecían apostados varios integrantes de la Policía Militar.
En el diálogo mantenido por este diario con un alto responsable de los operativos de seguridad surgió la pregunta inevitable:
–¿El alerta se basa en un dato que recibieron de Estados Unidos o en alguna información precisa que ustedes mismos consiguieron?
–No, no tenemos información concreta de que se esté preparando un atentado en la Argentina. En todo el mundo los servicios de inteligencia están alertas porque la advertencia de los líderes del Hamas ha sido muy clara: dicen que van a atacar en cualquier lugar del planeta. Acá ya atacaron dos veces y, además, no nos podemos descuidar: si con el cuadro económico y social que tenemos, encima somos escenario de otro atentado, la crisis del país será irreparable. No podemos correr ningún riesgo. Por eso estamos con los ojos bien abiertos.

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