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EL PRODUCTOR CUENTA COMO SERA “GRAN HERMANO 2”, QUE COMIENZA MAÑANA
La gran novedad es una sala de masajes

El productor Marcos Gorbán explica por qué confía en que el segundo ciclo del reality show más exitoso de la televisión argentina repetirá los logros. Los 12 seleccionados y sus suplentes salieron de un gigantesco casting de 160 mil personas.
La renovación cambia toda la química de la casa, afirma.
Marcelo Corazza, el ganador de la primera edición de “Gran Hermano”.
Mañana comenzarán los 112 días de encierro para el nuevo equipo.


Por Emanuel Respighi

Las caricias, manoseos y arrumacos que se prodigaron los participantes de “Gran Hermano” tendrán un marco institucional en la segunda edición, que comienza mañana: la producción sumó a la casa una sala de masajes. No es secreto para nadie que las escenas de cariño entre los personajes, así como las de los baños matutinos y el momento en que deben desnudarse para cambiarse de ropas fueron claves en el fenómeno de voyeurismo que desataron los 112 días del primer encierro. La producción, atenta al fenómeno, resolvió la cuestión oficializando un ámbito donde los participantes podrán tocarse unos a otros con una excusa, o en todo caso, con un método y un ámbito más o menos privado. “La introducción de la sala de masajes se debe simplemente a probar una idea, que puede llegar a tener varias derivaciones interesantes”, explica en una entrevista con Página/12 Marcos Gorbán, productor ejecutivo del ciclo.
El programa vuelve a las pantallas de Telefé y DirecTV, luego de 35 días de terminada su primera emisión mañana sábado a las 21. La segunda saga de “Gran Hermano”. Otra vez un grupo de 12 personas/personajes tendrán que convivir a ojos de los televidentes en la casa en la que el omnipotente Gran Hermano todo lo ve. Como en el ciclo ganado por Marcelo Corazza, algunos decidirán entregarse fielmente al juego y desnudarán una parte significativa de su intimidad. Otros, en cambio, intentarán estrategias con el objetivo de alzarse con los 200 mil pesos de premio. Hay un dato clave, para esta segunda parte: los elegidos tras un casting de 160 mil personas vieron el envío anterior, por lo cual todos jugarán con notoria ventaja respecto a los pioneros.
Fuera de los masajes, el ciclo no tendrá grandes modificaciones respecto a su predecesor –finalmente, y a pesar de la ola de rumores, Soledad Silveyra seguirá conduciendo el envío de los sábados– pese a que la producción decidió renovar la arquitectura y la decoración de la casa, que incluirá nuevos colores en sus paredes, dos sorpresas-animales y la sala de relax en lugar del gallinero, que cumplió una misión decorativa. El productor Gorbán están convencido de que la segunda parte repetirá el éxito de rating y repercusión de la primera.
–Después de las polémicas, críticas y fantasías que circularon alrededor del reality show, ¿cómo evalúa el primer ciclo de “Gran Hermano”?
–Las expectativas iniciales fueron satisfechas e inclusive superadas, a pesar del riesgo que la inversión suponía para el canal. El programa tuvo un éxito, una adhesión y una repercusión fantástica, que nadie puede poner en duda. La semana pasada estuve en Uruguay dando una conferencia y me enteré que la final fue el programa más visto de la historia de la TV uruguaya. En Argentina marcamos un rating impresionante en las cuatro emisiones diarias. A medida que avanzaban los días, la historia se tornó completamente interesante, ya que todos los días pasaba algo nuevo. De la misma manera que el público no se esperaba determinadas situaciones, nosotros tampoco: los nuevos conflictos, romances y complots sorprendían de la misma manera a la gente y a nosotros.
–¿Cree que la incertidumbre de lo que pasaba y el efecto sorpresa de las situaciones fueron las principales causa del fenómeno televisivo?
–Absolutamente. Lo impredecible del final y el camino que puede llegar a tomar una determinada historia es una de las cosas mas atractivas que tiene el formato y que lo diferencia de una novela. El equipo de producción de un programa de ficción está por delante de la acción: se preparan para trabajar lo que ya se sabe que va a pasar. En cambio, en “Gran Hermano” es al revés: trabajamos por detrás de los hechos y situaciones. No formamos historias estereotipadas como en las telenovelas. Somos una especie de periodistas sobre el mundo acotado de la casa: contamos lo que pasa día a día allí. Y como todos los periodistas, no sabemos lo que va a pasar. Sólo registramos esa realidad. Es maravilloso.
–¿Por qué considera que el éxito televisivo se convirtió en un fenómeno social?
–Creo que, por un lado, tiene que ver con algunas coacciones de identificación del público con ciertas personas que estaban dentro de la casa. Y por otro, debe haber ayudado también la identificación de los espectadores con algunas situaciones que se daban. Quizá la gente no se identificaba completamente con Tamara, Gastón o Marcelo, pero sí con las cosas que les pasaban, con las realidades que ellos contaban. Porque en el fondo, queramos verlo o no, cada uno de los participantes fue, es y será en “Gran Hermano II” una historia de vida a contar, que se plasma en el programa. Realidades que tienen cosas en común con la realidad del país. No quiero decir que ellos sean el reflejo de la sociedad argentina o de la juventud, pero constituyen una muestra pequeña de Argentina. Ese es el secreto del éxito.
–¿Pero es posible que la gente se identifique con personas que funcionan y actúan como personajes?
–Más allá de que haya cámaras de por medio, ellos no son personajes. La experiencia demuestra que los participantes se olvidan completamente de que las cámaras existen, sino no se explicaría que hayan contado o hecho las cosas que hicieron. Por momentos se acuerdan de las cámaras y por otros no: es una relación que va y viene todo el tiempo. Además, más que personajes son personas, ya que no inventaban cosas, sino que les pasaban cosas. Lo que contaban formaba parte de la cotidianidad del país. Marcelo no era la historia de un héroe, sino que era la historia de un profesor de Educación Física que se recibió de abanderado y tenía poco laburo.
–Es decir que para usted “Gran Hermano” es “como la vida misma”.
–”Gran Hermano” es una realidad ficcionada, ya que los doce participantes son personas y no personajes, porque las cosas que ellos cuentan, los conflictos o los brotes solidarios son reales. Todo eso es absolutamente real. Nosotros lo contamos de manera novelada, por eso digo que es una realidad contada de manera ficcional. El relato de media hora diaria es como si fuera una novela. De la misma manera que los diarios cuentan lo que pasó el día anterior en el mundo. La única diferencia es que la realidad que cuenta “Gran Hermano” está acotada al ámbito de la casa.
–El reglamento del formato no permite grandes cambios. ¿No tienen temor de que “Gran Hermano II” no alcance el éxito del primero?
–No, porque hay un cambio que es fundamental para el funcionamiento del programa: los protagonistas serán otros. Al cambiar los participantes, cambia también la historia. Haciendo un paralelo: al terminar una telenovela comienza otra nueva con diferentes actores y diferente guión. Pero mientras que las telenovelas cuentan historias estereotipadas y con final predecible, en “Gran Hermano” nada se sabe: todo está por verse.

 

Cómo aprovechar la fama repentina

El proceso es la mejor explicación de la multitud que se presentó al casting de “Gran Hermano II”: aunque buena parte de los participantes de reality shows sólo alcanzó a disfrutar la fama durante el tiempo que duró el programa, no son pocos los que pudieron encontrar una salida laboral en la TV. “Expedición Robinson” le permitió a Daniel Garibotti convertirse en notero de “Venite con Georgina”, pero su ex participante más bizarro es “Chopper”, quien en la actualidad conduce –o más bien choca– un programa sobre videojuegos en la señal infantil Magic. “El bar” le permitió a Celeste alcanzar la categoría de panelista de “Indomables”, mientras que Mónica hoy se desempeña como movilera de “Rumores”.
Los primeros habitantes de la casa del Gran Hermano, en tanto, tienen por delante una relación contractual de tres años con Telefé, aunque algunos declinaron la oferta y prefirieron volver al anonimato. No será el caso del ganador, Marcelo Corazza: la idea de los directivos del canal es aprovechar, de un modo aún no definido, la buena imagen que le proporcionó el hecho de ser el único que se enfrentó abiertamente a Gastón Trezeguet. Pero al “Anticristo” también le rindió su estrategia de juego, ya que a partir del lunes a las 23 podrá explotar su perfil “maldito” como columnista de “El debate” centrado en el juego, que será conducido otra vez por Juan Alberto Badía. Fernando Navarro, tipificado en su momento como “el vago” de la casa, estrenará su nuevo rol de movilero para “Maru a la tarde” (lunes a viernes a las 14), presentando imágenes en directo de los nuevos participantes. Que, a esta altura, ya saben que podrán no alzarse con los doscientos mil pesos, pero aun así quedarán varios premios consuelo para quien sepa aprovecharlos.

 

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