Cecilia Bolocco faltó
a la cita. Los vecinos de la Villa 31, en el barrio de Retiro, la misma
en la que descansan los restos de Carlos Mugica, el sacerdote tercermundista
que hizo una opción pastoral por los pobres, esperaron en vano
a la esbelta ex Miss Universo. El anuncio de que la actual mujer de Carlos
Menem concurriría a repartir juguetes para los niños, había
despertado una fuerte expectativa en el barrio. El faltazo de la Chechi,
como suelen llamarla en su círculo íntimo, se produjo el
mismo día en que desde su portada, el estadounidense diario de
finanzas, The Wall Street Journal, la calificó como una Evita
artificial.
El diario norteamericano, que supo tener un trato más que preferencial
para con el ex presidente durante sus dos mandatos, llegó a la
conclusión de que la presentadora chilena era una versión
artificial de Evita, luego de enumerar una serie de similitudes entre
Bolocco y Eva Perón.
Entre las coincidencias, recordó que se había peinado
al estilo Evita, tenía un traje como usaba ella y un collar de
diamantes. Además del vestuario, la crónica señaló
algunas de las diferencias, por cierto de forma y no de contenido. En
este punto se animó con algunos rasgos físicos del actual
esposo de la ex Miss Universo. Y como la esposa de Perón,
Bolocco tiene a su lado a un político poderoso, el ex presidente
Carlos Menem, líder del Partido Peronista (Justicialista) que es
dos veces más viejo que Bolocco, de 36 años, y una cabeza
más bajo.
El artículo del Journal parece confirmar que muy lejos quedó
aquel tiempo en que los operadores financieros veían a Menem, alto,
rubio y de ojos celestes, como alguna vez aventuró describirlo,
Bernardo Neustadt, uno de los tantos comunicadores que se rindieron subyugados
a los pies del riojano.
Ambas teníamos el pelo castaño, y ahora yo soy rubia.
Ella también se teñía el pelo. Ambas nacimos en mayo,
y yo tengo, y ella tenía, un hermano llamado Juan, le dijo
Bolocco al diario norteamericano. La ex reina de belleza aclaró
que se fotografió peinada al estilo de Evita, debido a que
mi pelo estaba sucio.
La aclaración venía al caso. Luego que la revista Para Ti
la retratara, semidesnuda, peinada como Evita y envuelta por una estola
celeste y blanca que hacía las veces de bandera argentina, fue
denunciada en los tribunales por ultraje a la bandera. Bolocco
debió disculparse y lo hizo desde Santiago de Chile y llorando.
Dijo que había pecado de ingenua y que su intención
había sido darle un abrazo a la Argentina.
¿Por qué a Bolocco le dicen Heidi?, se preguntó
el diario norteamericano, al reproducir una adivinanza que la atribuyó
a la picaresca porteña. Porque cruza la montaña para
visitar al abuelito, fue la respuesta, gorila si las hay, al acertijo.
El periódico incluso aventuró señalar que los diferentes
perfiles sociológicos de las nacionalidades chilenas y argentinas
era el principal obstáculo para que Bolocco se convierta en una
sucesora de Eva Perón. Hay un problema que ningún
estilista o modisto puede resolver: Bolocco es chilena, afirmó
la corresponsal, que no se privó de matizar su crónica con
un toque chauvinista. Así fue que sostuvo que el audaz avance
de Bolocco para convertirse en una nueva Evita parece mucho para
los gustos argentinos.
Lo cierto es que los juguetes finalmente llegaron a manos de los chicos
de la Villa 31. No se los entregó Bolocco, pero si la dirigente
del peronismo porteño, Kelly Olmos. La misma dirigente que visita
con cierta frecuencia a Menem en la quinta de Don Torcuato y que encabezó
dos escraches contra el juez federal Jorge Urso.
Los vecinos que esperaban a Bolocco con pastelitos, debieron contentarse
con la promesa de que la presentadora, tal vez concurra el próximo
12 agosto, día en que se celebre el Día del Niño.
Por lo pronto, anteayer Bolocco siguió atendiendo las actividades
de la peña Joaquín. V. González. Gran parte de esos
encuentros se cristalizan en Don Torcuato y tienen en Adriana Ballestero,
mujer del juez federal Jorge Ballestero, a uno de sus principales motores.
EL
DELARRUISMO PORTEÑO CUESTIONA LA INTERNA
Terragno no quiere acuerdos
El presidente de la Cámara
de Diputados, Rafael Pascual, y el secretario de Seguridad porteño,
Facundo Suárez Lastra, ambos precandidatos por la línea
radical Compromiso Progresista, aseguraron que las internas
del domingo 12 de este mes en la UCR capitalina son inadecuadas
e inoportunas, y destacaron los esfuerzos que hizo su sector para
evitar la pelea electoral. Por su parte, Rodolfo Terragno, precandidato
a senador por la corriente Encuentro, afirmó que no
necesita ir a internas porque todos los sectores le
habían ofrecido encabezar la lista, pero, apuntando al delarruismo
porteño, que es el oficialismo partidario en Capital, abogó
por un cambio dentro de la propia fuerza.
Tanto Suárez Lastra, que aspira a ocupar la banca de senador por
el radicalismo, como Pascual, que pretende liderar la nómina para
diputados, ofrecieron ayer una conferencia de prensa en donde compararon
los inadecuado del deseo de ir a internas por parte de Terragno
como esto de pasar los 30 grados en agosto. Por su lado, Florentina
Gómez Miranda, compañera de Suárez Lastra en la boleta
para senadores, quiso suavizar la disputa al señalar: No
hay posibilidades de encontronazos, porque todos estamos en el radicalismo.
A su turno, Pascual recordó que Compromiso Progresista
está encolumnado detrás del presidente.
Desde la otra vereda, Terragno propuso cambiar la idea de que acompañando
se fortalece al presidente De la Rúa, y, diferenciándose,
dijo que siguiendo esa política se debilita al primer
mandatario. El ex jefe de Gabinete reveló que todos los sectores
lo apoyaban para encabezar una lista de unidad. Leyendo entrelíneas,
se infiere que Terragno planea darse el gusto de derrotar al delarruismo
en uno de los distritos más importantes del país.
También Aldo Neri y Gabriela González Gass, compañeros
del grupo que postula a Terragno a senador, salieron a cruzar al otro
sector. Más que ajustar las jubilaciones, hay que ajustar
varias ideas, señalaron, y criticaron a la UCR de Pascual,
Santibañes y Cavallo.
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