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“LA CANASTA”, UNA COMEDIA MUSICAL ENCANTADORA
Otras chicas superpoderosas

Un elenco de niñas bailarinas y actrices se saca chispas en una
obra sobre la amistad y sobre las relaciones entre madres e hijas.

El elenco de “La canasta”, una
obra para público de cualquier edad.
Estuvo en cartel durante estas vacacio-nes y sigue hasta diciembre.

Por Verónica Abdala

Alba Lux tiene el pelo color verde y la ropa haciendo juego. Alba (Yanina Carchak y Johana Sciarotta) es nerviosa e hiperconsumista, al punto de que su léxico está compuesto básicamente por frases de publicidades televisivas. Rebeca (Lucía Ríos) –cabellera y ropa naranja– es una especie de arquetipo de la madre judía tradicional: sobreprotectora y siempre ahorrativa, no pierde oportunidad para recordar a sus amigas que “la comida jamás se tira, porque nunca se sabe...” Delfina (Gala Mesturini), cabeza amarilla, pollera y camisa del mismo color, es la encarnación del bueno gusto, el refinamiento y la elegancia, aunque parece no conocer otro adjetivo que “chic”. Su imaginario parece, por momentos, tan reducido como el de las candidatas a reinas del mar. Violeta (Camila Dasneves), entretanto (¿hace falta aclarar de qué color va por el mundo?), lidia con las obsesiones de sus tres compañeras, intentando contagiarles un poco de calma. Aunque su muletilla (“relájate-relájate”) y sus masajes en las sienes no siempre le deparan los resultados esperados.
Las manías de estas cuatro “mujeres”, amigas desde la infancia, hacen morir de risa al público que convirtió a la obra que protagonizan en una de las sensaciones, entre los numerosos espectáculos para chicos de estas vacaciones de invierno. La obra, que comenzó tanteando el terreno, seguirá en cartel, en el auditorio Cendas (Bulnes 1350, reservas al 4862-3418), durante lo que resta del año. De las personalidades de las cuatro señoras se disparan varias historias, una más divertida que otra para el público estrictamente familiar (con bebés incluidos) que tapiza la sala. En la ficción, las protagonistas de La Canasta, comedia musical infantil auspiciada por el Collegium Musicum, son muy distintas entre sí, pero siguen juntas después de décadas de amistad. La obra apunta así a dos públicos: a los niños que sueñan con amistades eternas y a los grandes que saben conservar a los amigos. O en todo caso, añoran los que tuvieron.
En la trama también son claves las cuatro hijas, Jesi, Meri, Barbi y Maia (Julia Perelrozen, Luciana Morelli, Daiana Vera y Agustina Dapello), que repiten los colores y las obsesiones de sus respectivas madres. Y los personajes secundarios, que airean la acción. Entre ellos, una abuela tanguera con fallas de memoria que repite interminablemente que nació en San Telmo, en un “cuartito azul” (Manuela Ortega), y un hada aggiornada decidida a ayudar a una de las chicas, Meri, que atraviesa una típica crisis adolescente. Mientras Meri se despacha, ya adolescente, con el tema musical “Nadie me entiende” con ritmo de blues, la encantadora hada que compone la pequeña Tatiana Resnik enfrenta las caras largas y las pálidas de la que se siente “incomprendida”, con expresión desolada y un reiterado “¡Pero qué mala oooooonda!” que la platea celebra a carcajadas.
Los autores de la obra, Florencia Carchak (libro original y dirección) y Marcelo Frajmowicz (música original y producción general) logran convertir exitosamente algunas situaciones típicas de la vida cotidiana en materia de un puñado de buenas canciones. En conjunto, proponen un espectáculo básicamente divertido sobre una temática poco fácil: los conflictos entre las amigas, los conflictos entre madres e hijas, el duro oficio de crecer entiendo a los otros. Uno de los milagros del espectáculo es el rendimiento de las niñas del elenco: sólo al final, cuando están en el hall saludando a su público, queda claro para el espectador que el promedio de edad apenas supera los 10 años. Sobre el escenario, la mayoría de ellas lucen una prestancia y hasta una autoridad que impresionan.
Este auténtico semillero ha sido formado en gran parte en los talleres de teatro y comedia musical de Nora Bender (a cargo del entrenamiento actoral del elenco) y Florencia Carchak. La joven Carchak estudia, a su vez, con el compositor Carlos Gianni, coequiper del gran actor y autor teatral Hugo Midón. Para un espectador promedio de los espectáculos infantiles queda bastante claro que esa escuela, la de Gianni y Midón, hasido clave para el sistema de ideas que circula en los textos y en la puesta de un espectáculo sorprendente y lleno de las mejores intenciones.

 

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