Por M. L. S. M.
En plena escalada de violencia
en Medio Oriente, Página/12 habló con el embajador de la
Autoridad Palestina en Argentina, Suhail Akel, quien advirtió que
queremos detener el terrorismo de la mejor forma: buscar el diálogo
constructivo, volver a la mesa de negociaciones.
Israel dice que los asesinatos colectivos son en respuesta al terrorismo
de Arafat. ¿Cuál es su respuesta?
Nosotros venimos alertando contra una posición del gobierno
de Israel de eliminación étnica de la población palestina.
Esta situación Israel la encubre con la eliminación selectiva;
pero de todos modos Israel está llevando a cabo el plan instrumentado
por pedido del primer ministro Ariel Sharon a su jefe militar, Shaul Mofaz,
que en julio pasado presentó un plan alternativo para definir la
situación del conflicto palestinoisraelí. Esto significa
una solución final que Mofaz elaboró, que se puso en práctica
al día siguiente el 10 de julio y ya ha representado
más de 20 muertos palestinos.
Israel dice que la tortura busca evitar atentados, ¿usted
que opina?
En primer lugar, nosotros somos víctimas del terrorismo.
Obviamente, tanto el presidente Yasser Arafat como nuestro gobierno siempre
dejamos en claro que nos oponemos a cualquier acto de terrorismo. Sin
embargo, con el plan Mofaz también se especula con la estrategia
de la semántica: encubrir el terrorismo de Estado que lleva adelante
Israel y el terrorismo de los colonos israelíes ilegales que están
asentados en territorio palestino y tienen armas aprobadas por el Parlamento
israelí. Queremos detener el terrorismo de la mejor forma: buscar
el diálogo constructivo entre Palestina e Israel, volver a la mesa
de negociaciones dentro de lo que significa la propuesta Mitchell. Estamos
a 48 días de la propuesta de George Tenet, el enviado norteamericano
y jefe de la CIA, para detener los asentamientos, la violencia, pasar
un tiempo prudencial y volver a la mesa de negociaciones. En estos 48
días Israel no respetó las pautas.
¿Qué pasa con la violencia del Hamas y Jihad Islámica?
Lo que pueden hacer Hamas o Jihad Islámica dentro de nuestro
territorio están haciéndolo en defensa del pueblo palestino,
al igual de todo el pueblo que está inserto en la resistencia contra
la masacre israelí. No estamos de acuerdo en operar militarmente
dentro de Israel, pero tampoco que Israel opere militarmente dentro del
territorio palestino ocupado.
¿Qué piensa de la apertura del proceso en Bélgica
contra Sharon?
Esperamos que Israel tenga la valentía que tuvo Yugoslavia
con Milosevic y entregue a Sharon. Esto es una deuda pendiente para los
defensores de los derechos humanos que todavía anida en la conciencia
internacional. Sharon es un criminal de guerra que no solamente asesinó
a los pueblos palestinos en los campos de refugiados, sino que buscó
la eliminación de la Organización para la Liberación
de Palestina. Y como no la consiguió en su momento, en 1982, hoy
la principal misión del gobierno de Israel es precisamente eliminar
al presidente Arafat y al pueblo palestino.
¿Tienen más apoyo de Estados Unidos con la gestión
Bush?
Esto es una cuestión que le compete a Estados Unidos como
país garante de los acuerdos; hemos firmado unos acuerdos de negociación
con Israel, la declaración de principios, que serían los
acuerdos de Oslo de 1993, y no hemos visto resultados contundentes con
respecto a la política de Israel hasta la fecha, que viola todo
lo que signifique diálogo y se niega constantemente reconocer a
Palestina como un estado soberano con Jerusalén como su capital.
Las resoluciones de Naciones Unidas desde 1948 hasta la fecha jamás
fueron cumplidas.
Israel dice que ustedes rechazaron el año pasado una oferta
inmejorable: 97 por ciento de Cisjordania, 100 por ciento de Gaza,Jerusalén
Oriental como capital y la transferencia gradual de la soberanía
sobre el Valle del Jordán. ¿Qué opinan?
Será una oferta inmejorable para Israel, pero nosotros partimos
de la base que éste es un conflicto político y no comercial,
no escuchamos ofertas. Estamos dispuestos a llegar a un acuerdo en el
marco de las resoluciones de Naciones Unidas y los acuerdos que firmamos
con Israel. Nosotros no firmamos la devolución del 95 por ciento
del territorio palestino, ni tampoco la devolución de algunos barrios
para su comodidad de Jerusalén. Firmamos un acuerdo
sobre la base de la resolución 242 de 1967 y 73 que exige a Israel
retirarse de los territorios ocupados en 1967, incluyendo Jerusalén
Este sin condición alguna. Es decir, Israel no puede imponer condiciones.
Para nosotros era inaceptable el plan de Barak propuesto en la reunión
de Camp David porque el territorio palestino en la zona norte de Cisjordania
iba a estar dividido en cinco partes o cantones; en el medio de cada uno
habría puntos de control israelíes, todas las fronteras
externas quedarían bajo control de los israelíes, además
de los 222 puntos de asentamientos ilegales en Palestina.
La exigencia palestina al derecho de retorno de los refugiados en
Israel es visto como una destrucción demográfica del Estado
judío, ¿Cómo se compatibiliza ese reclamo con los
compromisos de paz palestino?
Cuando se creó el estado de Israel en 1948 y a través
de la ley del retorno emitida en 1952 hasta hoy, se acepta la entrada
de judíos de cualquier parte del mundo, convirtiéndolos
en ciudadano israelíes. ¿Acaso esto no es una destrucción
demográfica para Palestina? Porque los refugiados palestinos han
sido desplazados de su territorio y de sus hogares. Yo soy refugiado palestino
y a mí me expulsaron en 1948 de Jerusalén; no tengo el derecho
de retorno. Hay una resolución de Naciones Unidas que al mismo
tiempo obliga a Israel al retorno de los refugiados palestinos. Si Israel
hubiese aceptado esa resolución, hoy no tendríamos 3.700.000
refugiados.
La Intifada lleva 11 meses, lleva ya 600 muertes y la interrupción
del diálogo de paz. ¿Cuál es el balance?
Cargado de dolor, porque jamás pensamos volver a vivir esta
situación límite en este camino legítimo de la soberanía
de nuestro pueblo. Los acuerdos de Israel, que vencieron en mayo de 1999
y su última fase en setiembre de 2000, no se pusieron en práctica.
Lamentablemente con Sharon se llevó adelante esta política
desatada de invasión de Jerusalén Este y el intento de invadir
al predio sagrado de la mezquita.
¿Está muerto el proceso de paz?
Si muere el proceso de paz, habrá mayor dolor y frustración
de nuestros pueblos. Nadie quiere la guerra. Israel tendrá que
ponerle punto final a esta ocupación del territorio palestino,
y restituírselo a sus dueños.
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