Por
Laura Vales
Los
piqueteros entraron en su segunda semana de protestas con un doble objetivo:
mantener su presencia en los medios y extender el rechazo al ajuste a
sectores de la clase media. Lo primero, evaluaban ayer, dependerá
en buena parte de lo segundo. Los cortes de ruta se mantendrán
esta vez por 48 horas, incluirán un apagón y cacerolazo
y culminarán mañana con una marcha a la Plaza de Mayo, encabezada
por la CTA. Lo nuevo, entonces, es que se espera una presencia mayor de
los gremios ajustados y el respaldo de los estudiantes universitarios.
Lo viejo, que se buscará que los piquetes sean otra vez pacíficos
y con alternativas para el tránsito.
u Otras caras. En algunos lugares, como en La Matanza, se decidió
empezar el corte a las diez de la mañana para instalar la
idea de que no queremos molestar a los que tienen trabajo, que viajan
entre las ocho y las diez. Los piqueteros dicen que, según
sus relevamientos, hoy se verá en los cortes la misma cantidad
de desocupados que la semana pasada. Pero se sumarán los maestros
de la CTERA y los estudiantes de la Federación Universitaria Argentina.
El titular de la FUA, Manuel Terrádez, participó ayer de
la conferencia de prensa junto a Luis D`Elía y Juan Carlos Alderete
y anunció que su sector va a participar de los cortes.
También se anunció, aunque sin darle demasiado énfasis,
que habrá un cacerolazo y apagón de quince minutos a partir
de las ocho de la noche.
La CTA de Víctor De Gennaro tendrá un papel más abiertamente
jugado: convocó al paro para el miércoles y a la marcha
a Plaza de Mayo (el mismo día), con la que se va a cerrar la segunda
semana del plan de lucha, junto a estatatales, maestros, jubilados y partidos
de izquierda.
u Mediciones. Las últimas encuestas que recibió el Gobierno
marcan que los piquetes consiguen una adhesión del 30 por ciento
de la población. El número es considerado como muy
alto: hoy ningún partido político genera ese
respaldo, explicó una fuente con acceso a ese trabajo. Si
la comparación se hace con los dirigentes sindicales tradicionales,
que tienen la imagen por el piso, la distancia es aún mayor. Por
eso para el Gobierno se trata de un tema que debe salir a cruzar con fuerza.
La estrategia impulsada desde el Ministerio de Trabajo, que apunta a poner
la lupa sobre la distribución de los planes y a señalar
como si se tratara de un dato negativo que los desocupados
tienen intereses políticos parece haber logrado éxito. En
principio, hace un mes atrás y ante las mismas preguntas, la medición
marcó un apoyo del 40 por ciento al movimiento piquetero, 10 puntos
por encima de lo actual. La diferencia parece estar en que antes los piquetes
y cortes eran vistos como movimientos más bien espontáneos,
mientras que ahora son más vinculados a la imagen de un aparato
político.
u En la Capital Federal. Hoy se va a sentir el paro de 48 horas de ATE,
con cortes de calles y avenida. La medida de los estatales contra el ajuste
se realiza, como la semana pasada, de manera simultánea con los
piquetes. El titular de ATE-Capital, Pablo Michelli, informó que
la huelga se realizará con presencia de los trabajadores
en los lugares de empleo y que los cortes de calles se concretarán
a partir del mediodía. Hoy habrá, de acuerdo a lo anunciado,
asambleas en las puertas de todos los organismos públicos y el
miércoles el gremio se sumará a la marcha hasta la Casa
de Gobierno.
u Para Aldo Rico: En San Miguel y José C. Paz (como en otros lugares
de la provincia) los comedores escolares dejaron de recibir fondos. La
semana pasada la gente de El Encuentro (una organización autogestionaria,
no vinculada a partidos políticos ni a la Iglesia que maneja 19
centros donde comen 2.700 chicos) recorrió oficinas sin mayor suerte.
Viajaron a La Plata para manifestar junto a otros comedores, hablaron
con funcionarios y pasaron por el sindicato de municipales de General
Sarmiento, para ver si les podían conseguir alimentos. No pudieron,
pero en cambio se decidió unir en un mismo acto protesta y solidaridad.
En lugar de corte de ruta habrá una concentración frente
al hospital Larcade con una clase pública, un acto y una colecta
de comida para los chicos. De la concentración participarán
desocupados, municipales, estatales de ATE, maestros del Suteba, médicos,
enfermeros y la Universidad Nacional de General Sarmiento, encabezada
por su rector José Luis Coraggio.
Alberto López Camelo, del sindicato de Municipales, explicó
que se está pidiendo a todos los manifestantes que lleven alimentos
para los comedores. La consigna de la jornada es contra el ajuste,
por la salud y la educación gratuita.
u Cuerpos especiales. Con todo, el elemento más novedoso en la
escena de los piquetes (o el que promete funcionar como disparador de
nuevas situaciones) es el que aportará el Ministerio de Trabajo,
con el envío de auditores (ver aparte). Los desocupados debatían
anoche cómo encarar la presencia de los inspectores y de qué
manera enfrentar el tema ante las cámaras.
En la provincia de Buenos Aires, la policía también destinará
sus cuerpos especiales a controlar los cortes desde la madrugada. Habrá,
además, efectivos de Infantería y Caballería de la
fuerza. Como el fin de semana no hubo fútbol, explicó el
ministro Orestes Verón, los policías están disponibles
y descansados para el operativo.
COMO
ASIGNAN LOS PIQUETEROS LOS PLANES TRABAJAR
Los
que participan, primeros
Por
L. V.
¿Cómo se asignan los planes de empleo? ¿Es
verdad, como dice Patricia Bullrich, que en los piquetes se toma
asistencia y que el desocupado que va al corte de ruta tiene un
trato preferencial para acceder a un programa? Página/12
trasladó ambas preguntas a los dirigentes de los desocupados
de La Matanza. La respuesta fue que sí, que efectivamente
quienes participan de los piquetes tienen prioridad sobre los que
no lo hacen para recibir un Plan Trabajar. En las siguientes líneas
se desarrollan los argumentos centrales con que Luis DElía
y Juan Carlos Alderete defienden esta postura.
La Matanza recibe 12.500 planes del Gobierno nacional y 8 mil de
la provincia. Hay por lo tanto 20.500 planes para repartir en un
distrito en el que existen 106 mil desocupados y más de 400
mil personas por debajo de la línea de pobreza.
El Estado es quien entrega los planes y quien designa a sus beneficiarios.
Pero lo hace éste es el punto del que parten los cuestionamientos
del Gobierno a partir de listas de candidatos que elevan los
piqueteros junto a diversas organizaciones sociales.
El criterio básico de los piqueteros (tanto de los que integran
la Federación de Tierra y Vivienda como los de la Corriente
Clasista y Combativa) es que los desocupados que participa de los
reclamos tienen prioridad para integrar esas listas sobre
los desocupados que se quedan en su casa. En la CCC, por ejemplo,
se usa un sistema de planillas y puntaje. En la FTV, se discute
en asambleas. En ambas organizaciones se señala que el mecanismo
fue decidido y votado por sus adherentes.
El argumento básico de los piqueteros se resume de la siguiente
manera: cuando el Estado asigna cualquier tipo de asistencia
social sigue (al menos en teoría) un criterio de pobreza:
primero ayuda al que está peor. Nosotros somos organizaciones
de desocupados; sugerimos al Estado quién tiene prioridad
para recibir esa ayuda y armamos esas listas con el criterio de
que primero debe estar el que más participa. El que pasó
17 días en la ruta para mantener un corte y consiguió
que se enviaran más planes, no puede quedar detrás
de quien no estuvo. ¿Cómo se decidía
antes de los cortes el reparto de los planes?, preguntó este
diario a un funcionario del gobierno municipal. La respuesta fue
que por lista de espera. El se anotaba primero, o lograba
que lo anotaran primero, entraba como beneficiario.
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