La
imposibilidad de la AFA de conseguir crédito y avales bancarios
para que los clubes puedan hacer frente a la abultada deuda con sus jugadores
provocó ayer un notorio estancamiento con presagio de retroceso
en la crisis que ha vuelto a paralizar a los principales campeonatos del
fútbol argentino: Primera División y Primera B Nacional.
Las malogradas gestiones de la AFA determinaron que Futbolistas Argentinos
Agremiados (FAA) postergara todo tipo de reuniones y asambleas entre los
capitanes de los clubes hasta tanto no reciba una propuesta de solución
seria y responsable, que garantice el cobro de la deuda, tal como las
partes, incluyendo al gobierno nacional, se comprometieron a cumplir oportunamente,
sentenció el secretario general del gremio de los jugadores, Sergio
Marchi. Mientras esto no ocurra, no habrá fútbol,
esto es concreto y definitivo, añadió el gremialista.
Desanimado y evidentemente pesimista, Marchi manifestó anoche que
no se registró ningún avance en el conflicto y se preocupó
en aclarar que esto no es una huelga, sino que es dejar de prestar
servicios. Es un conflicto de derechos y no de intereses, y por eso no
cabe la conciliación obligatoria. Las reuniones con la AFA siguen
en forma constante, pero hoy no hubo ninguna solución y entonces
no habrá asamblea ni reunión ni nada por parte del gremio,
sentenció, visiblemente molesto. Muchachos, hay jugadores
que hace seis meses que no cobran, protestó Marchi.
Algo más de dos horas antes, otro directivo de FAA, Jorge Domínguez,
había trazado un panorama igual de sombrío respecto del
conflicto al señalar que desgraciadamente todo sigue igual
y no están dadas las condiciones para la reanudación
de los torneos de Primera División y Primera B Nacional.
En la AFA continuaban anoche reuniones y tratativas en procura de la búsqueda
de una solución, pero hacia las 21.30 las gestiones resultaban
infructuosas. El presidente de Argentinos Juniors, Oscar Giménez,
adelantó que de momento las negociaciones estaban estancadas
debido a que la AFA no logró créditos ni avales para hacer
frente a la abultada deuda; reveló, además, que hasta último
momento habría contactos con entidades bancarias. Giménez
dijo que hay cinco clubes muy comprometidos y con posibilidades
de ser sancionados duramente aun cuando se inicie el campeonato. Si bien
declinó nombrarlos, trascendió que serían San Lorenzo,
Vélez Sarsfield, Talleres y Belgrano de Córdoba, y Rosario
Central.
Acotó Giménez, además, que una propuesta preliminar
del club Lanús de comenzar el torneo Apertura con juveniles fue
descartada de inmediato.
Cabe recordar que ayer el presidente de la AFA, Julio Grondona, amenazó
con que renunciaría al cargo si este conflicto no tenía
una solución definitiva. La deuda con los jugadores asciende a
unos 46 millones de dólares y la AFA ni siquiera consiguió
hoy reunir un 50 por ciento de esa cifra para abonarla al contado y el
resto cubrirlo en 18 meses, con un interés anual cercano al 12
por ciento. Esa había sido la última propuesta de la AFA
y que FAA estaba en vías de analizar, con la idea de proponer un
incremento del contado y la reducción de prórroga de pago
global.
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