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Marchas, clases públicas y toma
de facultades en la universidad

Las protestas de estudiantes
y docentes siguieron en todo el país, con focos en Rosario y Buenos Aires. Tomaron Económicas (UBA).

“La policía nos amenazó con reprimir”, denunció un estudiante. En Córdoba y Junín hubo un piquete estudiantil, pasadas las 19.

Con movilizaciones, tomas, actos y clases públicas, los reclamos universitarios contra el ajuste se repitieron ayer a lo largo del país. Concluido el receso de invierno, los estudiantes entraron de lleno en la protesta social: además de proclamar su apoyo a los piqueteros, la Federación Universitaria Argentina (FUA) comenzó en Rosario la serie de marchas regionales que continuará hoy. En Buenos Aires, la propia Franja Morada decidió promover la toma activa de facultades, que ya se concretó en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
La movilización universitaria más fuerte de la jornada se vivió en Rosario. Dos mil estudiantes de las universidades de Rosario, el Litoral y Entre Ríos, y docentes y no docentes, protestaron contra el recorte salarial resuelto por el Gobierno (ver aparte). Las marchas organizadas por la FUA seguirán hoy en Buenos Aires y Corrientes (estarán las federaciones de Misiones, Formosa y el Nordeste) y el martes que viene en Salta. Si bien la FUA anunció su adhesión institucional a los piquetes, hasta ahora no organizó la efectiva participación de los estudiantes.
Mientras los profesores de la Universidad de Buenos Aires cumplen una semana de paro, estudiantes de diversas facultades realizaron durante la tarde de ayer una “jornada cultural de paro universitario” en la Plaza Houssay. A las 18, los alumnos de Sociales cortaron durante más de una hora la avenida Corrientes, a la altura de Angel Gallardo. “Repartimos volantes explicándoles la situación a los vecinos”, contó Mariano Molina, presidente del centro estudiantil.
La protesta se intensificó cerca de las 19, cuando alumnos de diversas facultades de la UBA (Exactas, Filosofía y Letras, Ingeniería, Sociales), más agrupaciones opositoras, cortaron la avenida Córdoba, a la altura de Junín, en un piquete universitario. Un impresionante operativo policial, con camión hidrante y lanzagases incluidos, siguió de cerca a los alumnos. “Nos amenazaron con que iban a reprimir”, se indignó un estudiante, en diálogo con este diario. La tensión duró hasta que la policía se retiró una cuadra. Entonces, se realizó una breve clase pública.
A metros de allí, el centro de estudiantes de Económicas mantenía tomada la facultad más grande de América latina. “La toma va a durar hasta mañana cuando marchemos a la Plaza de Mayo”, explicó a Página/12 el titular del centro, Emiliano Yacobitti. La medida se enmarcó en un viraje de la Regional Buenos Aires de Franja Morada. Como informó este diario, la conducción nacional de la agrupación radical rompió con el Gobierno cuando éste anunció el ajuste. Pero la fracción porteña de la agrupación, la más vinculada al entorno delarruista, había mantenido una actitud cauta y expectante. Ayer resolvió desarrollar “un plan de actividades, con la toma activa de facultades, en protesta por los recortes presupuestarios”.
En las facultades de la UBA, las clases deberían reiniciarse entre la semana próxima y las siguientes, aunque en algunas ya hubo actividades desde el lunes (moderadas por el paro docente activo). La idea de Franja Morada, que conduce la Federación de Buenos Aires (FUBA), es que “no se suspendan las clases, porque lo contrario sería hacerle el juego a los que quieren privatizar la universidad”, según explicó Yacobitti. “Vamos a mantener las puertas de las facultades abiertas a medias, y vamos a organizar constantes clases públicas”, agregó. Una postura similar sostiene el gremio docente Aduba. Pero el otro gremio, AGD, impulsa el no inicio de las clases, aunque también con presencia en las unidades académicas.
Las actividades de protesta seguirán hoy. La FUA y la FUBA se concentrarán, a las 14, otra vez en Plaza Houssay, desde donde irán hasta el Congreso. Otras organizaciones estudiantiles se reunirán directamente allí. Después, todos marcharán hasta Plaza de Mayo, donde se concentrarán también los gremios docentes.
Escenas similares a las vividas ayer en Rosario y Buenos Aires se repitieron en todo el país. En la capital bonaerense, estudiantes de la Universidad de La Plata (UNLP) tomaron pacíficamente las facultades deCiencias Naturales, Ciencias Exactas e Informática. Los docentes de la UNLP seguirán en huelga hasta el jueves y ayer se les sumaron los no docentes. También, mientras continúan los paros, hubo protestas de estudiantes, docentes y no docentes en las universidades de La Pampa, el Comahue (Neuquén), Cuyo (Mendoza), Córdoba, Río Cuarto, Chubut, Catamarca y San Luis, entre otras.

 

Rotundo “no” en Rosario

“No al ajuste, sí a la universidad pública.” Esa fue la consigna bajo la que dos mil estudiantes, profesores y empleados de las universidades de Rosario, el Litoral y Entre Ríos realizaron ayer una marcha por las calles rosarinas. Organizada por la FUA con el apoyo de la Conadu y el gremio no docente, la protesta partió, a las 10, desde distintos puntos de la ciudad: un grupo salió de la Siberia (facultades de Arquitectura, Ciencias Políticas y Psicología); otro de las facultades de Ciencias Médicas, Odontología, y Bioquímica; y la tercera columna lo hizo desde la sede central de la Universidad de Rosario. Todos confluyeron en la Facultad de Ciencias Económicas, donde se hizo el acto central. “La movilización es para demostrarle al Gobierno nuestro rechazo al ajuste impuesto a la educación de una manera totalmente arbitraria”, dijo el titular, de la Federación Universitaria de Rosario, Miguel Pedrana.

 

OPINION
Por Patricia Walsh *

El valor de la unidad

Como ocurre en estos días, pocas veces la realidad mostró tan bien la razón del pensamiento de izquierda. Es verdad que cuando hablamos de una práctica política, más allá de las ideas, los argumentos de la izquierda parecen perder fuerza. La fuerza que daría la unidad y resta la fragmentación. Una profunda fractura entre la militancia social, que también es política, y la militancia política, que también es social, se instaló como dolorosa herencia del genocidio. Pero, pese a todo, existe y resiste. Esta izquierda, que entiende la batalla electoral como una forma más de lucha para obtener representación parlamentaria no ha bajado sus banderas, sus banderas de izquierda. Y al ganar sus bancas, resultó la única que cumplió con sus promesas de campaña. Parece ahora que la transparente trayectoria de Fernando de la Rúa, siempre “derecha y humana”, ha sido al fin descubierta por quienes lo ayudaron a ocupar el sillón. Los que ahora se lavan y refriegan la cara, cambiando de look, para ser concejales de novísimos repollos de los que surgieron, o diputados o senadores que fingen ignorar las bancas nacionales o internacionales que bancaron sus bancas. Es que él no traiciona a la derecha. Trabaja para ella incluso más que el divertido Menem. Lo cual no es poco. Porque más de lo mismo, no es lo mismo: es peor. Y la responsabilidad política existe; la recuerda y denuncia, día a día, una izquierda que no delira, no está perimida ni ha desaparecido, y expresa algo de la poca verdad que hoy circula. Una izquierda que lucha desde los cortes de ruta junto a los piqueteros, que reclama el no pago de la deuda externa y la libertad de todos los presos políticos, y que propone dar también batalla electoral. Para contar con una alternativa de gobierno y de poder, política, sindical, social, de género y compromiso con las causas justas. Esta será entonces una verdadera unidad nacional: la de la izquierda y los que luchan. No la de Raúl Alfonsín, aquel del punto final, la obediencia debida y la hiperinflación. No la de Domingo Cavallo o el PJ, verdadera unidad contra el pueblo. Ni la de aquellos que fingen olvidar, con gestos y cruces, su cercana responsabilidad. Hablamos del valor, valioso y valeroso, de seguir construyendo la unidad de la izquierda.

* Candidata a diputada nacional (Izquierda Unida).

 

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