En los centros financieros internacionales
se seguía ayer con expectativa la probabilidad de que la administración
Bush adopte una definición en favor de otorgar una ayuda extraordinaria
a la Argentina, que le permita cubrir los vencimientos de deuda de los
primeros meses del año que viene. Pero mientras el diario conservador
Financial Times especulaba con dicha posibilidad, The Washington Post
aseguraba que el gobierno estadounidense no estaría dispuesto a
hacer pesar sus decisivos votos en el FMI a favor de un fuerte desembolso
para Argentina, porque su política es apoyar a los países
sólo antes de que éstos entren en crisis.
El artículo publicado ayer por el Post compara la decisión
del FMI de otorgar un préstamo adicional de 15 mil millones de
dólares a Brasil para atenuar el efecto contagio de
la crisis argentina, con la de apenas adelantarle en un mes al país
que es epicentro de la crisis un desembolso de 1200 millones previamente
otorgado. Alimentando la especulación de una disparidad en
el tratamiento entre los dos países, está la creencia de
que la decisión encaja con la nueva política hacia las crisis
financieras que impulsa el secretario del Tesoro, Paul ONeill,
indica el Post. Por meses, ONeill ha estado afirmando que
la administración Bush quiere que el FMI encare las crisis antes
de que se vuelvan crónicas, y que ponga menos énfasis en
rescatar a los países que ya están en profundo descalabro,
agrega.
Sin embargo, una fuente que participa de las actuales negociaciones entre
los gobiernos argentino y estadounidense en Nueva York aseguró
ayer que está próxima una definición acerca de una
asistencia adicional a través del FMI. Todas las agencias
del gobierno del presidente George W. Bush ya tienen la información
necesaria sobre las medidas tomadas en la Argentina y las cifras de la
economía, aseguró la fuente, en referencia al informe
elevado por el subsecretario del Tesoro, John Taylor, tras la visita del
fin de semana a Buenos Aires. Financial Times, citando voceros del gobierno
argentino, indicó que la cifra del aporte podría llegar
hasta los 6000 millones de dólares, y consideró que la decisión
podría conocerse esta semana. La fuente que participa de la delegación
que encabeza Daniel Marx, secretario de Finanzas, señaló
que todavía no se puede hablar de cifras, es prematuro; esperemos
que haya una decisión y luego veremos los montos.
El Washington Post consideró que el paquete de ayuda anunciado
para Brasil el viernes pasado es como una valla de protección
ante la posibilidad de que las turbulencias ocasionadas por
la crisis argentina afecten también a la región. Agregó
que el FMI, al preparar un paquete financiero destinado a fortalecer
las defensas del Brasil contra el contagio de la Argentina,
abre el interrogante acerca de si está preparado para dejar a Buenos
Aires en la situación que el mercado ha temido desde hace tiempo:
la cesación de pagos de sus 128.000 millones de deuda externa y
una devaluación forzada del peso.
El Post señala que muchos economistas argumentan que proveer
más dólares a Argentina simplemente haría más
fácil a los inversores, tanto extranjeros como nacionales, convertir
sus pesos en dólares y enviar sus capitales fuera del país.
De acuerdo a esta lógica, agrega, el país
no tiene la posibilidad de pagar su deuda en el largo plazo, y la única
forma de resolver la crisis de una vez y para siempre sería reestructurar
la deuda, pero el Post destaca que es probable que el gobierno de
Estados Unidos y el FMI terminen salvando a Argentina por salvar el modelo
del libre mercado.
De todas maneras, la administración (Bush) y el FMI seguro
que estarán bajo intensa presión para aprobar más
préstamos para Argentina, aunque sea sólo por razones de
política exterior, dicen los expertos. Un default,
una devaluación, o ambas, validaría críticas de los
latinoamericanos que han culpado a las reformas hacia el libre mercado
inspiradas por Estados Unidos de ser las responsables de las dificultades
económicas de la región.
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