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MASIVO PARO DE MAESTROS EN LA MAYOR PARTE DEL PAIS
La otra lección docente

La huelga impulsada por la
Ctera en rechazo al recorte salarial
tuvo un amplio acatamiento. En
la provincia de Buenos Aires los maestros no dictarán clases hasta que no les paguen el sueldo.

Las escuelas vacías fueron una realidad, inclusive en la Ciudad, donde no se practicó el ajuste.

El sistema educativo argentino está cada vez más al rojo vivo. Ayer, la Federación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), realizó un paro masivo en repudio al ajuste lanzado por el Gobierno nacional, y a la difícil situación que atraviesan los docentes en varias provincias. Además, la huelga fue apoyada por los maestros bonaerenses, quienes no retomarán el dictado de clases, en rechazo a la versión ruckaufista del ajuste, que incluye pago con bonos a quienes reciben más de 740 pesos de sueldo, rebajas salariales, el congelamiento de aumentos por antigüedad y el retraso en el pago de sueldos. Por su parte, el ministro de Educación, Andrés Delich, afirmó que “aunque no comparta la metodología”, le parece “razonable” la protesta en la provincia de Buenos Aires y agregó que “si hay consenso”, convocará a paritarias “a partir de setiembre”.
“Hoy la situación es de colapso”, aseguró Marta Maffei, secretaria general de Ctera, al describir el panorama general, y agregó que la medida de fuerza tuvo un acatamiento del “90 por ciento” en Capital, y del “95 por ciento” en la provincia, siempre hablando de los establecimientos públicos. Según el Gobierno de la Ciudad, en cambio, el ausentismo docente en los colegios estatales fue de un 65 por ciento en el nivel primario, y de un 35 por ciento en el secundario.
De todos modos, aun si se toman las cifras oficiales, se comprueba el malestar que existe entre los docentes por su situación y por la del país, ya que casi dos tercios de los maestros de escuelas públicas de Capital, un distrito en donde no hay atrasos salariales ni pago con bonos, adhirió a la huelga. Pero, por otra parte, el impacto máximo se produjo en provincias como Tucumán, en donde se pagan los sueldos docentes con bonos y tickets, o en Jujuy, que tiene atrasos de dos meses en la liquidación de los salarios.
En tanto, en territorio bonaerense, los problemas del sector educativo se agudizan. “Los docentes no van a volver a las escuelas de las provincias hasta que no cobren”, señaló Hugo Yasky, secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba). Pago con bonos, rebaja de sueldos, congelamiento de los plus por antigüedad y por zona desfavorable son los elementos más conflictivos dispuestos por la administración Ruckauf. Pero también está la gravísima situación que atraviesan cientos de comedores escolares en todo el distrito.
Por ejemplo, en La Matanza, “la alimentación en los comedores está suspendida por falta de presupuesto”, dijo Maffei, y reveló que organizaciones no gubernamentales como Cáritas, que brindan el servicio de los comedores, “están en situación de cancelación de prestación del servicio”.
En cuanto al incentivo docente, el Ministerio de Educación informó que ya giró la partida de 55 millones de pesos a las distintas provincias, por lo que el viernes los distritos estarían en condiciones de abonarlo. Sin embargo, en Buenos Aires el mes pasado el Gobierno local usó esa plata para completar el pago de sueldos, y demoró varios días la entrega del incentivo de 60 pesos por cargo.
Delich, por su parte, dijo que es “razonable” el paro en Buenos Aires, pero que no le parece “correcto” en Capital, “donde la ciudad ha hecho un esfuerzo para mantener los salarios”. En otro sentido, el funcionario anticipó que está “convocando a una reunión de la mesa ejecutiva del Consejo Federal Educativo para el martes, y a partir de ahí, si hay consenso, convocar a un acuerdo de paritarias a partir de setiembre”. Según Delich, el objetivo del llamado es “establecer algún mecanismo de articulación de los reclamos, y a la vez de las posibilidades que tienen las provincias y el Gobierno nacional tendiente a evitar que se realicen paros”.
Desde la Ctera, Maffei se mostró escéptica por la convocatoria a paritarias. “Las reuniones por las reuniones en sí no sirven. Nosotrosqueremos que las paritarias no dependan de la voluntad de las provincias para sentarse a negociar”, consideró Maffei, al recordar que la ley de 1990 que regula esos llamados establece un piso mínimo de representantes de las provincias para que comiencen a discutir las paritarias.
Por otro lado, la Ctera resolverá en un congreso a realizarse el 17 de este mes cómo continúa su plan de lucha. Por lo pronto, para estrechar lazos con el resto de la comunidad, y no aparecer únicamente como “huelguistas”, Maffei ya anunció que “desde el 25 de este mes, las escuelas abrirán los sábados, para explicarles a los padres los efectos del ajuste”.

 


 

CONFLICTO CON EL SENADO BONAERENSE
Ruckauf, generoso con él

“Si el gobernador quiere que las empresas y la gente crean en el Patacón, que empiece por aceptarlo en su salario y en el de sus funcionarios”. Con este argumento, los senadores provinciales de la UCR-Alianza, Diego Rodrigo, Gustavo Marelli y Juan Carlos Stávale, presentaron ayer un proyecto de ley que pretende ponerle un tope al cobro en pesos por parte de los funcionarios públicos. De no aprobarse, peligraría el ajuste.
De acuerdo con los senadores, el decreto que reglamenta la ley de ajuste que establece el recorte de sueldos y el pago de bonos a los empleados de la provincia, permite que el gobernador Carlos Ruckauf y sus funcionarios puedan cobrar en pesos la mitad de sus remuneraciones, en erogaciones que van desde 1500 a 7000 pesos. “Excluyen de los alcances de esa ley a los gastos de representación, viáticos y refrigerio que conforman la mitad de su salario”, por lo que argumentan que el decreto de Ruckauf no establece el tope de pesos que cobran él y sus funcionarios, que no respeta el máximo que la ley establece para los sueldos de los empleados estatales.
“Esta situación representa una gran injusticia, ya que mientras a los empleados se les pagará en patacones a partir de los 740 pesos, los funcionarios políticos tendrán el privilegio de percibir la mitad de su sueldo en pesos”, sostienen los senadores. El bloque radical sostiene que podrían dar marcha atrás con el ajuste a los estatales “si los funcionarios no cumplen la ley”. Por ello, el proyecto pretende que “tanto el ajuste de los sueldos a partir de 1200 como el pago en patacones a partir de los 740 pesos, se compute no sólo a la remuneración bruta sino a los conceptos no remunerativos o no bonificables incluidos como gastos de función”.

 

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