Por R. K.
Uno de los ex carapintadas
acusados en una causa de tráfico de armas que estuvo relacionada
con el atentado contra la AMIA reveló ayer una trama increíble
de pruebas falsas, sexo y traiciones, todo armado por comisarios de la
Bonaerense que les querían echar el fardo del atentado a los militares.
De todas maneras, el ex suboficial retirado del Ejército Juan Carlos
Coppe confesó ya lo había hecho antes en el expediente
que efectivamente participó de una operación en la que se
robaron armas y explosivos de los cuarteles con el objetivo de vendérselos
a delincuentes especializados en asaltar camiones de caudales. En la jornada
de ayer lo único que apareció relacionado con la causa AMIA
es que otra vez quedó expuesta la forma vergonzosa en que la Bonaerense
intervino en la investigación del atentado.
La base de la historia es que cuando empezaban a juntarse pruebas contra
algunos mandos de la Bonaerense en relación el negocio de los autos
truchos y la camioneta que estalló frente a la AMIA, los comisarios
prepararon una maniobra para desviar la pesquisa: le dijeron al juez Juan
José Galeano que un grupo de militares carapintadas de la zona
de General Sarmiento fueron los que entregaron las armas y explosivos
a los terroristas. En realidad esa banda de traficantes existía,
pero no colaboró con el atentado sino que era proveedor de delincuentes
comunes, algo que los policías bonaerenses sabían perfectamente.
Según contó ayer el ex suboficial Coppe, conoció
a una mai umbanda, Mónica Cañete, que empezó a seducirlo
y lo convenció de que robe armas de su cuartel para venderlo a
los ladrones de blindados. En realidad, Cañete era amante de quien
es hoy un alto mando de la Bonaerense, el comisario Oscar Mantel jefe
de operaciones de la Brigada de Quilmes y, según Coppe me
puso 20 mil dólares en la cara, me sedujo, como prostituta que
es, vieja delincuente que quería acostarse conmigo y después
me hizo caer en la trampa para involucrarme en la causa AMIA. Coppe
también habló de otra mujer, Elba Fernández, quien
igualmente tenía una relación amorosa con el comisario Angel
Salguero, el encargado de la investigación del atentado. Fernández
habría jugado el mismo papel: seducción, sexo, sugerencia
de robo y venta de armas y posteriormente la denuncia ante el juez Galeano
vinculando a Coppe y a otro ex carapintada, Jorge Pacífico, en
el atentado.
El caso de las dos mujeres terminó en forma increíble: Cañete
y Fernández empezaron a vender terrenos supuestamente invocando
su carácter de testigos encubiertos del juez Galeano, estafaron
a distintas personas en 800.000 pesos y terminaron en la cárcel
por varios años.
Como se ve, toda la pesquisa fue un escandaloso sainete y la Cámara
Federal y hasta el propio juez Galeano terminaron reconociendo que, al
menos Coppe, no tuvo relación con el atentado. Eso sí, es
difícil que el ex carapintada no sea condenado por el robo y la
venta de las armas a los delincuentes comunes. Todo indica que Coppe y
sus allegados hacían esas operaciones en forma más o menos
habitual.
Quien no llegó ayer a declarar fue el imputado estrella, el ex
comando en explosivos Jorge Pacífico. Desde el punto de vista del
robo y el tráfico de armas es el que está menos comprometido
ya que en su casa sólo se encontraron dos fusiles antiguos y uno
registrado en el Renar.
Pero Pacífico tiene dos particularidades:
Estuvo en el momento de la
explosión de la AMIA, según él por casualidad. Estaba
en un bar de Corrientes y Pasteur cuando se produjo el atentado y se lo
ve entre los escombros ayudando a las víctimas. El dice que como
era militar y experto en explosivos se acercó a colaborar con el
socorro de los heridos. Para el juez Galeano y los fiscales Eamon Mullen
y Alberto Nisman parece demasiado casual que justo un hombre que aparece
metido en el negocio de las armas, también se haga presente en
la escena de la calle Pasteur. Su coartada se reunía allí
con otros dos integrantes del Modín e iban a ver un auto para comprar
no pudo ser derribada por los investigadores, quienes comprobaron en buena
parte lo que dijo. Sin embargo la declaración de Pacífico
tal vez sea la más interesante para el caso AMIA porque es el único
sobre el que hay dudas.
Pacífico tiene más
datos sobre la forma en la que se armaron las pruebas falsas. En este
terreno promete más denuncias sobre maniobras sexuales, extorsiones
y traiciones. No va a apuntar sólo contra la Bonaerense sino también
contra dos dirigentes del Modín, Miguel Romero y Sergio Nantillo,
que según él se vendieron a la SIDE y colaboraron
con la central de espías y la propia Bonaerense en el armado de
la trama falsa para echarle la culpa del atentado a los carapintadas.
Pacífico, uno de los platos fuertes del juicio, será el
primero en declarar hoy.
NAZARENO
DEJARIA DE PRESIDIR LA CORTE
La crisis por el recorte
El ministro Julio Nazareno podría
renunciar a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia debido a la
crisis que generó la decisión del Gobierno de rebajar un
13 por ciento los sueldos del sector público.
El máximo tribunal tiene la última palabra frente a los
recursos contra el ajuste pero, además, debe resolver qué
ocurrirá con los salarios de los empleados del Poder Judicial.
La Constitución Nacional garantiza la intangibilidad
de los haberes de los magistrados, pero la ley de déficit
fiscal cero establece que el recorte resultará aplicable
en lo pertinente al Poder Legislativo, Poder Judicial y Ministerio Público.
Funcionarios de la Corte señalaron que ayer hubo reuniones durante
toda la jornada para analizar este tema y que el tribunal daría
a conocer su decisión hoy. Las discusiones internas habrían
impulsado a Nazareno a analizar su posible renuncia a la presidencia del
tribunal, que renovó el año pasado con su propio y definitorio
voto.
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