Según la Policía
Federal, es uno de los operativos más importantes en los
últimos 30 años: fueron secuestrados 71 kilogramos
de heroína, una droga que hasta hace poco tiempo tenía escasa
presencia en el país, pero cuyo tráfico por lo general
con destino a los Estados Unidos, como fue en este caso ha crecido
más de seis veces en los últimos tres años. El jefe
de la Superintendencia de Drogas Peligrosas, comisario Enrique Vicente
Serén, hizo la evaluación teniendo en cuenta no sólo
la cantidad de droga secuestrada sino también el número
de detenidos, que llega a por lo menos veinte, aunque se supone
que la organización tendría ramificaciones internacionales
que todavía no han sido alcanzadas. Para resaltar la importancia
del caso, Serén destacó que hubo una activa participación
de la Federal junto con la DEA y que el procedimiento va a tener
una gran trascendencia a nivel mundial. Entre los detenidos hay
argentinos, uruguayos y colombianos. Parte de la droga fue incautada en
Ezeiza y otra parte en Estados Unidos.
De acuerdo con lo que dijeron anoche las fuentes de la Federal consultadas
por Página/12, la investigación comenzó hace unos
diez días y tendría alguna relación con dos procedimientos
anteriores, uno de los cuales ocurrió el sábado pasado en
el mismo escenario: el aeropuerto de Ezeiza. Y con un cargamento que llevaba
el mismo destino: Estados Unidos. En esa ocasión hubo dos detenidos,
un matrimonio que fue arrestado cuando estaba por subirse a un avión
que los llevaría a Nueva York. Les secuestraron 16 kilos de heroína.
Antes, en mayo, una mujer cayó en Ezeiza con un cargamento de veinte
kilogramos.
En el nuevo operativo, de las veinte detenciones realizadas, diez ocurrieron
en Ezeiza y en otro procedimiento realizado en la localidad bonaerense
de Ramos Mejía. Los otros diez cayeron en territorio de los Estados
Unidos y con intervención directa de la Drugs Enforcement Agency
(DEA), según confirmaron los voceros policiales argentinos. Todo
indicaría que la cabeza de la organización tenía
su epicentro en la Argentina, donde el tráfico de heroína
ha tenido un auge notable.
La tendencia ascendente se viene produciendo desde 1999, recordaron los
investigadores, pero tuvo un impulso extraordinario desde la detención
en Buenos Aires, en marzo de 2000, del narcotraficante estadounidense
Edward Thomas Phelfs. Interpol lo detuvo mientras caminaba tranquilamente
por
Bartolomé Mitre al 1300, alegando que se dirigía a realizar
unos trámites a la embajada de Brasil. Desde entonces, fueron muchos
los casos de detenciones de argentinos que eran utilizados como mulas
y que llevaban su carga invariablemente hacia los Estados Unidos.
La Policía Federal cree que por los menos dos de los líderes
de la organización cayeron en los procedimientos realizados conjuntamente
con la DEA. Todos los detenidos serán indagados por el juez federal
de Lomas de Zamora, Carlos Ferreyro Pella, quien está a cargo de
la causa. De los 71 kilos, 32 estaban por ser embarcados en Ezeiza y los
otros 39 fueron interceptados por la DEA en Estados Unidos, pero todo
forma parte de un mismo hecho.
UNA
BANDA PONIA AVISOS PARA VENDER CAMIONETAS TRUCHAS
Vuelta previa en la 4x4 robada
¡Gran
oportunidad!, prometía el aviso, y no mentía. El precio
pedido por la camioneta 4x4 casi nueva era un 30 por ciento más
bajo que el de mercado, y hasta ofrecía al interesado la posibilidad
de probar el vehículo antes de comprarlo. Más de diez avisos
similares fueron publicados en los diarios durante este año ofreciendo
autos de lujo, pero ya no habrá más. En realidad, las camionetas
eran robadas y comercializadas tras adulterar patentes y números
de chasis y de motor-por una banda que ayer fue desbaratada y todos sus
integrantes cinco hombres y dos mujeres fueron detenidos.
La banda se dedicaba a robar camionetas 4x4, pero no desechaba la oportunidad
de alzarse con algún otro auto caro. Operaba mediante asaltos a
mano armada o levantando vehículos estacionados. Los investigadores
calculan que la banda robó por lo menos 40 camionetas. Una vez
que se apoderaban de una, falsificaban la documentación y le adulteraban
la patente y los números de chasis y de motor en un taller ubicado
en Iriarte 2586, en el barrio de Barracas. Entonces comenzaba el operativo
venta: para captar clientes, la banda publicaba avisos en los diarios,
atrayendo al potencial comprador con precios bastante por debajo de los
habituales (hasta un 30 por ciento menos). En los avisos aparecía
un número de teléfono celular a través del que combinaban
citas con los interesados.
Fuentes de la investigación detallaron que los acusados llegaron
a alquilar departamentos para realizar las transacciones, y que
tanto el alquiler como la compra de los teléfonos celulares que
usaban eran concretados con documentación falsa. Una
vez que los clientes se contactaban, eran citados en las oficinas donde
operaban las dos mujeres de la banda, que eran las caras visibles
de la organización, confió un investigador. Las mujeres
justificaban el bajo precio de la camioneta diciendo que debían
viajar de urgencia y que por eso necesitaban el dinero. Los argumentos
sonaban convincentes, y ante cualquier duda sobre el estado del vehículo,
le ofrecían al potencial comprador hasta la posibilidad de probarlo.
A veces la operación se concretaba, pero en algunos casos la
banda no llegaba ni a entregar las camionetas y se quedaba con las señas
que les entregaban los compradores como adelanto de la operación,
explicaron las fuentes. En muchos casos, cuando obtenían
el dinero de la seña, desaparecían, y los departamentos
quedaban vacíos y limpios, sin nada que permitiera identificar
a los vendedores. Algunos compradores se vieron estafados en su
buena fe y cuando iban a hacer la verificación del vehículo,
descubrían que era robado. También hubo denuncias de personas
a las que les cobraron la seña por una camioneta que nunca fue
entregada.
A partir de una serie de denuncias comenzó la investigación,
que llevó más de un año, detalló a Página/12
el subcomisario Gómez, de la Unidad Operativa de Sustracción
de Automotores, de la División Robos y Hurtos de la Policía
Federal. Ayer realizamos nueve allanamientos en Capital y Gran Buenos
Aires en los que detuvimos a los siete integrantes de la banda: cinco
hombres y dos mujeres, todos argentinos y de entre 25 y 30 años
de edad, describió el subcomisario, y agregó que fueron
incautados una 4x4, un utilitario y un BMW, todos con pedido de
secuestro, documentación falsa y armas de puño, además
de otros tres vehículos.
UN
POLICIA MUERTO Y OTRO HERIDO
Ladrones de uniforme
La avenida General
Paz pareció convertirse ayer a la tarde en el escenario de una
película de acción, con persecuciones, balas y muerte. Pero
lo que ocurrió no fue ficción: las balas no eran de fogueo
y un policía retirado perdió la vida en un enfrentamiento
con dos asaltantes, curiosamente vestidos con uniformes de la Bonaerense.
El otro agente con el que custodiaba un camión que transportaba
un contenedor con mercadería recibió un disparo en
la cabeza que le provocó heridas graves.
El hecho ocurrió en el barrio de Saavedra, cuando dos personas
vestidas con uniformes de la policía Bonaerense se cruzaron en
el camino de un camión que transportaba comestibles.
Los dos asaltantes se pusieron a la par del camión y comenzaron
a dispararle con armas largas. Los custodios respondieron, pero uno terminó
muerto y el otro herido
Los ladrones se apoderaron del camión que, poco después,
fue encontrado abandonado en Munro con la carga completa. Los asaltantes
lograron huir.
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