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Emitirán las Lecop, seudomoneda
para tapar los rojos provinciales

Como los Patacones bonaerenses, esas letras serán introducidas compulsivamente por las provincias. Con ellas podrán pagarse tributos, pero no el impuesto al cheque ni a la seguridad social.

Horacio Tomás Liendo (h), asesor externo de Economía, diseñador también de las Lecop.

Ayer quedó decretada la creación de las Lecop, letras que las provincias recibirán del Fondo Fiduciario para tapar sus agujeros fiscales y con las cuales pagarán compulsivamente parte de sus cuentas, como hará La Plata con los Patacones. Tras dar toda la vuelta, pasando por el pago de impuestos nacionales por parte de quienes posean las Lecop, éstas podrán retornar a las mismas jurisdicciones por medio de la coparticipación de cada una en los tributos que recauda la AFIP. En su circulación, las letras deberían cumplir la función de cualquier medio de pago y, en este sentido, su lanzamiento equivale a una emisión monetaria paralela, realizada por fuera de las reglas de la convertibilidad. Esta sólo admite la creación de moneda como contrapartida de la adquisición de reservas en dólares por parte del Banco Central. Las Lecop, en cambio, tendrán como respaldo al mencionado Fondo Fiduciario, cuyo pozo de mil millones de pesos se compone de pagos impositivos anticipados por un conjunto de grandes empresas, y que por tanto representan menores ingresos futuros para el fisco. El carácter espuriamente monetario es otorgado a estas letras por los estados provinciales al obligar a sus empleados a aceptarlas como si fueran pesos.
Las letras serán emitidas por el Banco Nación, como fiduciario del FF, por cuenta y orden de las provincias hasta un total de mil millones y a un plazo máximo de cinco años. Antes de recibir estos papeles, cada provincia deberá comprometerse a aceptar que le liquiden con ellos la coparticipación o cualquier otro concepto, pero por supuesto en proporción a los que hubiera suscripto. También se comprometerá a pagárselos en pesos al FF cuando venzan. En cuanto a los bonos emitidos por las provincias (hay cinco en esta situación: Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, Córdoba y Tucumán), la Nación también los aceptará, convenio mediante, en pago de impuestos. Pero los bonos propios se restarán del monto total de Lecop que le corresponda a la provincia.
Aunque con las Lecop se podrán saldar impuestos nacionales, esa facilidad queda recortada en el decreto que concibió el abogado Horacio Liendo, quien desde el aparentemente marginal puesto de asesor externo de Economía viene concibiendo y dando forma a todas las medidas fundamentales que adopta Domingo Cavallo. En concreto, estas letras no servirán para pagar el impuesto que grava créditos y débitos en cuenta corriente, ni las contribuciones a la seguridad social ni a obras sociales, como tampoco las obligaciones que correspondan a agentes de retención o percepción de impuestos. Cada provincia determinará qué gravámenes locales podrán cancelarse con la Lecop. Por otra parte, la deuda de $ 1200 millones que reconoció la Nación tener con las provincias será certificada por el FF (cuyo nombre completo es Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial), previéndose incluso la posibilidad de emitir un Bono Interprovincial por cuenta y orden de las jurisdicciones que lo deseen.

 

Dudas sobre los Patacones

“Creo que ante la situación de emergencia económica que atraviesa la provincia, es necesario que los políticos seamos los primeros en dar muestras de austeridad. Yo mismo, como vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, cobraré la totalidad de mi salario en bonos”, afirmó ayer el justicialista Osvaldo Mércuri, difundiendo esta sorprendente declaración a través de un comunicado de la “oficina de prensa del diputado O.M.” (¿cada legislador tiene una?). Lo desconcertante en las expresiones del parlamentario hoy ruckaufista es que identifican el cobro en bonos (es decir, Patacones) como un gesto de “austeridad”, cuando tanto el gobernador Carlos Ruckauf, como el vice Felipe Solá y el vocero Eduardo Amadeo aseguran que el patacón valdrá exactamente un peso, y ni un centavo menos. ¿Mercuri no lo cree?
Otra gacetilla, pero de la vicepresidencia primera de la Cámara, detentada por el propio Mercuri, recoge a su vez declaraciones de éste para aclarar que “todos los funcionarios políticos de la administración provincial cobrarán su sueldo íntegramente en Patacones”, pidiendo a los legisladores de la Alianza “evitar errores al transmitir esta información”. Mércuri también aclaró que los haberes de los funcionarios sufrirán un descuento no sólo en la remuneración bruta, sino también en conceptos no remunerativos o no bonificables.

 

ALCANCES DEL USO DE BONOS PARA CANCELAR IMPUESTOS
Plan para empapelar la AFIP

Las Letras del Tesoro que se emitan de aquí en más tendrán poder cancelatorio a su vencimiento (es decir, serán medio de pago) de las obligaciones tributarias nacionales, con excepción de los aportes y contribuciones a la Seguridad Social, y del impuesto a los créditos y débitos en cuentas bancarias (transacciones financieras). Las obligaciones de los agentes de retención y percepción, y los aportes y contribuciones destinados al régimen de Obras Sociales y Riesgo de Trabajo tampoco podrán cancelarse con las Letes. Así lo establece el Decreto 1005, conocido ayer, que además dispone una suerte de moratoria para las deudas por tributos nacionales, aduaneros y contribuciones a la seguridad social vencidos al 30 de junio pasado, que podrán ser canceladas hasta el 31 de diciembre próximo mediante entrega de títulos de la deuda pública nacional con vencimiento hasta el 31 de diciembre de 2005, a su valor técnico.
Por otra parte, se definió el régimen de emisión de los certificados de crédito fiscal que se entregarán a los tenedores de títulos públicos que los depositen en custodia, antes de fin de año, en la Caja de Valores SA. El Ministerio de Economía quedó autorizado a emitir certificados de crédito fiscal por el importe equivalente a los cupones de intereses de los títulos de deuda que se depositen hasta el 31 de diciembre próximo, en custodia, en la Caja de Valores. Dichos certificados tendrán vencimiento simultáneo al de los cupones que representen, serán transferibles y podrán utilizarse, a su vencimiento, para el pago de obligaciones tributarias nacionales que venzan a partir de entonces.
Finalmente, el decreto establece un régimen de cancelación de deudas vencidas al 30 de junio último a través de títulos de deuda en circulación con vencimiento anterior al 31 de diciembre de 2005. La cancelación de deudas mediante este régimen supondrá la eximición parcial de intereses y sanciones en los términos que lo establezca la AFIP. Esta suerte de moratoria también alcanza a las deudas por tributos aduaneros y contribuciones a la seguridad social, y los títulos que se entreguen en pago serán reconocidos a su valor técnico, sustancialmente mayor al que en general tienen hoy estos papeles en el mercado.

 

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