El justicialismo difundió
ayer los puntos más importantes del programa que presentará
en las elecciones legislativas de octubre. El texto del documento propone
reactivar la economía, preservar nuestras instituciones democráticas
y la tranquilidad el interior del país. Entre todas las ideas,
hubo una que rápidamente captó la atención: el peronismo
planteó, a través de su vicepresidente, el gobernador pampeano
Rubén Marín, la necesidad de que el país impulse
un nuevo tratamiento de la deuda externa. Con esa declaración,
el PJ se manifestó por primera vez en forma institucional
a favor de una reprogramación acordada de la deuda
con los acreedores externos.
El lineamiento incluye además una indicación expresa sobre
la urgencia de negociar nuevos plazos y tasas con los organismos
financieros. De esta forma, el justicialismo parece haber iniciado su
propio viraje ideológico: el esbozo de plataforma electoral
nacional que exhibió ayer a la tarde, tras la reunión
que se realizó en la sede de Matheu 130, está en las antípodas
de lo que hizo durante los diez años del menemismo.
De todas formas, la referencia a la deuda externa aparece únicamente
en el sexto punto del documento. En los otros cinco, el PJ propone volver
a las fábricas para recuperar a la Argentina industrial,
implementar una verdadera reforma del Estado, generar un nuevo
sistema impositivo que consiste en una rebaja de todos los impuestos,
y desarrollar una reforma política para reconciliar a la
política con la gente. Por último, habla de convocar
a un nuevo pacto social que permita instrumentar un acuerdo
sindical empresario que suspenda temporariamente los despidos.
Los lineamientos que difundió Marín, quien ejerce la presidencia
del PJ por la detención de Carlos Menem, fueron discutidos durante
el encuentro que se desarrolló en la sede del Consejo Nacional
Justicialista, en el que también estuvieron los gobernadores Carlos
Ruckauf, José Manuel de la Sota, Julio Miranda, Juan Carlos Romero,
Angel Maza, Carlos Rovira, Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo
Fellner. Además, asistieron el titular del bloque de senadores,
José Luis Gioja, el diputado Oscar Lamberto, y tres gordos
de la CGT oficial: Rodolfo Daer, Carlos West Ocampo y Andrés Rodríguez.
Hasta ahora, las ideas que integran la propuesta global del
peronismo son sólo algunas pautas para el debate (según
el propio Marín), pero integran el núcleo central de lo
que se discutirá el próximo martes en una comisión
creada para ese fin, que estará integrada por Ruckauf, De la Sota
y otros mandatarios provinciales. El texto definitivo será presentado
al día siguiente por el Consejo Nacional del partido.
De cualquier forma, la cuestión de la deuda fue el asunto que más
se trató en la sede de Matheu. Hay mucho consenso para hablar
de eso. Se lo planteó como el tema central de la discusión,
contó a Página/12 el asesor de uno de los gobernadores que
estuvo en la reunión. Otro de los puntos que más se debatió
fue la relación con el Gobierno y el llamamiento a un gobierno
de unión nacional que impulsa Raúl Alfonsín. En ese
sentido, Marín expresó la posición de casi todos
sus pares: Siempre fui partidario de esa unidad, pero (el PJ) quiere
saber para qué y si esto tiene contenido, declaró.
Unas horas antes, el senador Eduardo Bauzá había dicho algo
parecido: No están dadas las condiciones para formar un gobierno
de unidad como pidió el Presidente.
Durante la discusión, volvió a notarse la tirantez que existe
entre los gobernadores de las provincias chicas y el bonaerense Ruckauf.
Los primeros habían estado con el Jefe de Gabinete Chrystian Colombo
en la Casa Rosada, de donde se retiraron con cierta desazón, porque
el Ejecutivo no se mostró dispuesto a pagar los intereses de la
deuda de 1200 millones que mantiene con las provincias. Nosotros
queremos que se respete el acuerdo firmado en la Casa de Tucumán,
se quejó ante Colombo el puntano Rodríguez Saá. Ese
enojo se trasladó después a la cumbre del PJ: según
los gobernadores del Noroeste, el Gobierno no les quiere pagar los intereses
porque esos fondos los usó para respaldar a la provincia de Buenos
Aires.
Caravana de menemistas
en la Rosada
Una numerosa y bulliciosa caravana de menemistas se dirigió
ayer a la Casa Rosada, donde un grupo de dirigentes presentó
una carta al Presidente Fernando de la Rúa, en la que dijeron
que el gobierno sólo habla de unidad nacional mientras
mantiene preso al presidente del Partido Justicialista con una causa
absurda que desnuda su índole política. La caravana,
de cerca de un centenar de camionetas, autos y micros, concluyó
en la Quinta de Don Torcuato donde Menem cumple prisión domiciliaria.
Los vehículos, exhibían carteles con las leyendas
Libertad a Menem, No hay unidad nacional con Menem
preso y Menem 2003.
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FRENTE
GRANDE PORTEÑO
El síndrome de Hamlet
El congreso del
Frente Grande de la Capital Federal deliberaba anoche en un club de Almagro
si presentará listas conjuntas con la UCR para las elecciones de
octubre. Aunque al cierre de esta edición continuaba el debate,
todo indica que se ratificará la vigencia de la Alianza.
La sociedad con el radicalismo estaría garantizada ya los principales
dirigentes del distrito como el jefe de Gobierno porteño,
Aníbal Ibarra, o el titular del bloque de diputados de la Alianza,
Darío Alessandro apoyarían esta posición. Sin
embargo, otros dirigentes, como la funcionaria porteña y esposa
de Carlos Chacho Alvarez, Liliana Chiernajowsky, y el subsecretario
de Vivienda, Eduardo Jozami, sostienen que el Frepaso debe retirar a sus
hombres del gobierno nacional.
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