Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


EMPEZO LA NEGOCIACION CON EL FMI, CUYOS TECNICOS ESTAN MUY EXIGENTES
Los dólares, con sangre, sudor y lágrimas

La delegación argentina tuvo una maratónica jornada con funcionarios del Fondo y del Tesoro de EE.UU. Daniel Marx adelantó que es poco probable que se anuncie el auxilio este fin de semana, que sumaría 5400 millones. En el FMI hay resistencia a apresurar el paquete.

Daniel Marx: �Las negociaciones van a durar varios días�, señaló tras reunirse con Stanley Fischer.

Por Claudio Zlotnik

En medio de una ola de calor que disparó la temperatura a cerca de los 40 grados y en el más estricto hermetismo, el equipo económico inició ayer en Washington las gestiones para traer desde los Estados Unidos fondos frescos que le permitan a Domingo Cavallo superar con éxito la crisis. “No podemos decir nada, pero las conversaciones son positivas”, dijo Claudio Loser, el director para América latina del Fondo Monetario. La convicción de los financistas de que el Gobierno concretará el nuevo blindaje que le permitiría reforzar las huidizas reservas del Banco Central, sumada a las señales que da el gobierno estadounidense de que ayudará a la Argentina, volvió a impulsar los títulos públicos y el riesgo país cayó otros 74 puntos, hasta los 1392. Mientras tanto, las acciones treparon 1,6 por ciento.
Daniel Marx, viceministro de Economía, también tuvo frases de ocasión al enfrentar a la prensa, luego del rally de entrevistas que mantuvo durante toda la jornada. “Las negociaciones van a durar varios días”, señaló por la mañana luego de reunirse con Stanley Fischer, número dos del Fondo, en la propia sede del organismo, desinflando las expectativas de que podría haber anuncios el fin de semana. Más tarde, Marx se encontró con John Taylor, subsecretario del Tesoro que una semana atrás pasó por Buenos Aires. Y luego con directores de la Reserva Federal. Para trasladarse de un sitio al otro, el viceministro utilizó una camioneta propiedad de la embajada argentina en Washington, evitando mantener contactos con la prensa. En escuetas declaraciones que formuló, manifestó que la reunión con John Taylor había sido “muy productiva”.
No bien aterrizó la comitiva económica –compuesta además de Marx por Jorge Baldrich, Federico Sturzenegger y el flamante vicepresidente del Banco Central Mario Blejer– quedó claro que las negociaciones serían largas y difíciles. Hacia el final del día, cuando era elocuente que no habría anuncios durante el fin de semana, los funcionarios se fueron a descansar con la impresión que el FMI desembolsaría alrededor de 5400 millones a los que se sumarán otros 2500 a 3000 millones de la línea contingente que activará el Banco Central y que aportarán una decena de bancos del exterior. Anoche todavía se desconocía si el Banco Mundial y el BID otorgarán únicamente los 1000 millones que les corresponde de la línea contingente o si efectuarán un aporte extra. Lo que sí se sabe es que todo lo que ingrese servirá para engrosar las defensas del Banco Central, que en los últimos cinco meses adelgazaron 13.000 millones de dólares. La otra parte del anuncio consistirá en el adelanto de 1260 millones que el Fondo hará hacia fines de mes y que en principio iban a desembolsarse a fines de setiembre.
El propio Fernando de la Rúa se sumó a las voces que hablan de que el eventual acuerdo con el Fondo se rubricará recién la semana entrante. “No hay cifras, no hay fechas ni procedimientos que yo pueda anticipar”, dijo el jefe de Estado. De hecho, la delegación argentina permanecerá en la capital estadounidense hasta mediados de semana.
La preocupación principal de los técnicos del FMI no es novedosa. Quieren que los funcionarios expliquen cómo harán para cumplir el próximo año con el Déficit Cero y hacer expandir la economía al mismo tiempo. De eso depende de que los inversores internacionales vuelvan a confiar en la Argentina. Para convencerlos, Baldrich viajó con varios técnicos de su equipo. En juego no sólo está el socorro extraordinario sino también los desembolsos programados en el blindaje, que deberían otorgarse en la medida que la Argentina cumpla con las metas fiscales. Para este año, por ejemplo, figuran dos envíos de 1260 millones cada uno, mientras que para el 2002 corresponderían 4000 millones adicionales y otros 1000 millones en el 2003.
Además de reunirse con los funcionarios argentinos, Taylor mantuvo ayer contacto con los principales bancos estadounidenses. A los banqueros lespidió que mantengan las líneas de comercio exterior que tienen con la Argentina. Y les dejó trascender que el acuerdo para enviar fondos frescos a Buenos Aires se firmaría en los próximos días.

 

Argentina dejó atrás a Ecuador

En el ranking de riesgo país, y después de varias semanas, la Argentina cayó al tercer puesto (1392 puntos), por debajo de Ecuador (1496) y de Nigeria (1887). Esa mejora que refleja la recuperación de los títulos públicos acompaña la racha ascendente en las acciones, que ayer subieron 1,6 por ciento, acumulando un alza del 6,1 por ciento en la semana. El alivio en las tasas de interés (el call cayó otro escalón, al 18,5 por ciento) completa el panorama financiero más tranquilo que tuvo la semana, después de que quedara en claro que el FMI girará fondos frescos a la Argentina. El costado negativo, no obstante, siguen siendo los depósitos. El miércoles salieron otros 339 millones, acumulando una huida de 870 millones en los tres primeros días de la semana. Desde que empezó la crisis, los depósitos cayeron 8600 millones, el 10 por ciento del total. Frente a esta situación, el Central renovó asistencia a los bancos por 2087 millones. El lado positivo fue el robustecimiento de los plazos fijos, que el miércoles subieron 87 millones.

 

Datos de la crisis
Empezó la negociación con el FMI para conseguir fondos frescos. “Va a durar varios    días”, advirtió Daniel Marx.
El riesgo país volvió a bajar y quedó en 1392 puntos, debajo del de Ecuador. Hacía dos    semanas que no cerraba abajo de los 1400 puntos.
Las acciones mejoraron 1,6 por ciento. En la semana ganaron el 6,1.
Los depósitos bancarios siguen huyendo. En los tres primeros días de la semana se fueron    870 millones. La corrida ya se llevó 8600 millones.
Domingo Cavallo negó que la Argentina vaya a dejar de pagar la deuda. También desechó    una devaluación y la dolarización.
El semanario inglés The Economist, en cambio, es pesimista. Dijo que la Argentina no    podrá evitar el default.
Chrystian Colombo y los gobernadores avanzaron en la implementación del bono federal.
La Justicia laboral dictó un nuevo fallo en contra de los recortes salariales con los que el    Gobierno busca cumplir con el déficit cero.

 

EL SEMANARIO APUESTA A UN DEFAULT DE LA DEUDA
Para “The Economist”, no funciona

El semanario inglés The Economist, publicación de cabecera de los ejecutivos de bancos internacionales y multinacionales, asegura en su último número que “la actual fórmula para evitar el default de Argentina...no funcionará”. Y dice que Washington no tiene una estrategia coherente “ya sea para salvar a Argentina del desastre” o para minimizar el impacto frente al colapso. Por el contrario, The Washington Post afirma en un editorial que existen “fuertes argumentos a favor” de una nueva ayuda del FMI para Argentina. En tanto, advierte que “rechazar el rescate tiene el riesgo de que se desarrolle un mayor contagio (en la región) y provocará grandes penurias a un país que, al menos, ha mostrado algún compromiso con las reformas”.
The Economist es implacable en su último número con el rumbo que está tomando la crisis argentina. En un artículo titulado “Tiempo de quiebre”, el conservador semanario británico sostiene que la clave está en “saber si la nueva política presupuestaria de austeridad de Argentina da una solución duradera a sus problemas”. “Si es así, como piensa el gobierno argentino, entonces la pérdida de confianza se explica por un comportamiento irracional de los mercados”, argumenta. “Pero otra posibilidad, más plausible, es que sea ya demasiado tarde para que una política fiscal rigurosa pueda por sí sola resolver los problemas del país”, alerta.
En la visión de The Economist, aún en el caso de que se logre detener la fuga de depósitos, “los impopulares y recesivos recortes fiscales no tendrán éxito en convencer a los inversores de que Argentina podrá volver a crecer. Sin crecimiento, el fantasma del default perdudará”, asegura. “Si la crisis es inevitable, cuanto más rápido suceda mejor”, dispara luego.
Para The Economist, sin embargo, la solución no pasa porque el FMI niegue la ayuda financiera al país, sino en destinar ese financiamiento a una “reestructuración ordenada” de la deuda. “Hay una gran diferencia entre una reestructuración de la deuda en cooperación con el FMI –con aportes de fondos no sólo del organismo sino también de los gobiernos país ricos– y una caída caótica como la de Rusia en agosto de 1998”, considera. El semanario reconoce que aún si aparece el cash de Washington, “no hay garantía de que este default (ordenado) no derive en un espiral fuera de control”. Pero “una estrategia riesgosa como esta parece mucho más prometedora que no tener ninguna estrategia”, sentencia.
Menos categórico en sus afirmaciones es The Washington Post. En un articulo titulado “Ayuda para Argentina”, dice que existen “fuertes argumentos a favor” de un salvataje financiero, aunque la decisión pueda ser “muy difícil para Washington”. Entre los argumentos a favor, destaca que estos préstamos “casi siempre son devueltos”, por lo que su costo para la comunidad internacional es bajo.

 

Juega a favor

El economista jefe del banco de inversión ABN Amro, Arturo Porzecanski, aclaró en diálogo telefónico con este diario, desde Nueva York, que él nunca planteó que Argentina estuviera al borde del default. Al contrario, Porzecanski sostiene que él ha sido uno de los analistas de bancos de inversión que más apuesta a que Argentina podrá superar la crisis. Tanto es así que el ABN Amro es uno de los pocos bancos que viene recomendando hace semanas a sus clientes aumentar la posición de títulos públicos argentinos en sus carteras de inversión.

 

PRINCIPAL