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 Parece una historia de amor,
como cualquier otra. O casi. Dos personas se separan luego de 35 años
de matrimonio, y se rumorea la existencia de un tercero. Pero una de esas
personas es Marta Suplicy, alcaldesa de San Pablo por el Partido de los
Trabajadores (PT) y una de las máximas dirigentes del partido.
La otra es el senador Eduardo Suplicy, del mismo partido. Y el nuevo hombre
sería Luiz Favre, asesor de Marta Suplicy. Favre es hermano del
dirigente del Partido Obrero (PO), Jorge Altamira. “Vive en el extranjero
hace muchos años, tengo muy poco contacto con él. A veces
nos llamamos para los cumpleaños”, confirmó el propio
Altamira a Página/12. Según algunas versiones, Favre sería
ex integrante de la clandestina Liga Comunista Internacionalista, de orientación
trotskista. Altamira desconoció la existencia de dicha organización.
Según el diario O Globo, Suplicy anunció a sus íntimos
del PT su intención de casarse con Fa- vre el año que viene.
Marta y Eduardo Suplicy eran todo un caso en la política brasileña.
Los dos provienen de familias ricas y los dos pertenecen desde su juventud
a un partido que supo ser de los más marxistas de Latinoamérica
y el mundo. Marta llegó a la política de la mano de Eduardo.
Vivieron juntos durante 36 años y tuvieron tres hijos. Vivieron
felices, aaunque en los ultimos tiempos parecian cada vez más distanciados.
Entonces, un hombre que estaba cerca habría empezado a tallar cada
vez mas. Luiz Favre es asesor del PT desde los años 80 y durante
la campaña para las elecciones municipales del año pasado
permaneció muy cerca de Marta Suplicy, en plena campaña.
Permaneció cada vez más cerca y pudieron brindar con champagne,
porque Marta ganó holgadamente la elección. A principios
de este año, en una entrevista, Eduardo reconoció que sentía
muchos celos de la relación entre su todavía esposa y su
asesor, y la prensa brasileña empezó a hablar de celos políticos:
se sabe que Marta apoya a Luiz Inácio Lula Da Silva, en contra
de Eduardo, para la candidatura a las presidenciales de fines del 2002.
En abril, ambos anunciaron su decisión de separarse, aunque nse
rehusaron a hablar de los motivos.
Marta, por su parte, adoptó un perfil bajo. Esto no es común
en un personaje que, como ella, formó gran parte de su imagen pública
a aparecer en programas de televisión en su condición de
psicóloga y sexóloga, dando consejos sexuales a las parejas,
defendiendo a las minorías sexuales, etc. De hecho, cuando comenzó
su ascenso dentro del PT para el puesto que hoy ocupa, no pocos analistas
políticos hablaron de la “farandulización” de
un partido dirigido por un recio como el ex obrero tornero Luiz Inácio
“Lula” Da Silva. No era tan sólo una diferencia de caracteres
de los personajes: se sabe que Marta Suplicy no abraza el marxismo con
el fervor con que lo hace “Lula”. Sin embargo, desde la separación,
Marta Suplicy resolvió hacer un silencio de radio respecto de su
vida privada. No habló antes y se niega rotundamente a hablar ahora.
Los periodistas brasileños, luego de la nota en O Globo publicada
anteayer, salieron a correr aunque sea a los líderes del PT. “Es
un asunto de naturaleza privada”, declaró el diputado Aloísio
Mercadante. “No voy a hablar del asunto ni dentro ni fuera del partido”,
dijo por su parte el presidente en ejercicio del PT, José Genoíno.
A pesar de los esfuerzos de Marta Suplicy por bajarle el perfil al asunto,
la ex pareja Suplicy fue perseguida por la rama del periodismo dedicada
a la farándula. Y así se supo que Marta fue quien se quedó
en la casa de casados en el barrio paulista de Jardins y que Eduardo se
fue a la de su madre. En julio, Marta alquiló una casa y Eduardo
volvió a la mansión de Jardins, junto con sus dos hijos.
Uno de ellos, “Supla”, músico de rock dijo recientemente
que su madre debe su éxito en la política a su padre, porque
de lo contrario “sería apenas una ama de casa burguesita”.
En cuanto a Luiz Favre, se sabe que tiene 51 años, cuatro menos
que su novia, que reparte su tiempo entre San Pablo y París, donde
viven su cuarta mujer y su cuarto hijo, ambos franceses. Su puesto en
el PT es el de asesor en Relaciones Internacionales, y en esa condición
organizó lavisita, en abril, del premier francés Lionel
Jospin a San Pablo. El Jornal do Brasil publicó en aquel momento
que en el almuerzo de Jospin en casa de los Suplicy, “hubo un momento
de extrema tensión cuando el senador Suplicy debió sentarse
a una mesa de menor importancia, mientras la principal era ocupada por
el premier, la anfitriona, su asesor y otras personas”.
EL
EJERCITO SALE A REPRIMIR
Disparen contra el ELN
El ejército colombiano
no miente. Ayer hizo efectiva su promesa de respaldar militarmente la
decisión de Andrés Pastrana de suspender el diálogo
con la segunda guerrilla del país, el Ejército de Liberación
Nacional (ELN). Tras varios ataques que preanuncian una ofensiva guerrillera
–y a lo que ayer se sumó el secuestro de siete personas–,
la cúpula militar dispuso el envío de la Fuerza de Despliegue
Rápido (Fudra), un comando de élite preparado para la lucha
contrainsurgente y antinarcóticos, a la zona sur del departamento
de Bolívar donde los “elenos” tienen su principal centro
de operaciones.
Al mando del general Alberto Fracica, más de 2000 hombres estarán
respaldados permanentemente por una brigada móvil, aviones de la
Fuerza Aérea, helicópteros artillados, lanchas rápidas
y una unidad fluvial de la Armada, según enumera el diario El Tiempo.
Para justificar semejante despliegue se les encargó una misión
adicional a la de combatir al ELN: también deberán encargarse
de los grupos paramilitares de extrema derecha y de las FARC que están
en ese territorio. “El mando ordenó el traslado de tropas
al sur de Bolívar para perseguir a los jefes del ELN y presionarlos
militarmente a fin de evitar nuevos ataques terroristas como los que se
registraron el jueves”, anunciaron desde el ejército. El plan
para contrarrestar las acciones rebeldes prevé un constante patrullaje
por las riberas del río Magdalena –el principal de Colombia–
y el incremento de tropas en el petrolero puerto de Barrancabermeja, en
una región donde el ELN se alió hace un tiempo con las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para contener una ofensiva
de los paramilitares. El operativo se extenderá en los próximos
días a otras regiones del país. Mientras tanto, el ejército
mató ayer a seis guerrilleros que, presuntamente, iban a realizar
un secuestro masivo de empresarios bananeros del departamento de Magdalena.
El mismo día, el ELN secuestró a siete personas, en dos
acciones separadas en los departamentos de Bolívar (en el Caribe)
y Norte de Santander (frontera con Venezuela). Entre los capturados figura
el líder sindical colombiano Julio Carrascal.
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