Con una formidable defensa y
oportunismo para aprovechar los momentos favorables del encuentro, la
selección argentina Sub-21 de básquet derrotó 75-64
a Australia y se metió en las semifinales del Mundial de la categoría.
El equipo de Fernando Duró jugará hoy su chance de acceder
a la final ante Estados Unidos a partir de las 8 (televisa ESPN). Con
este resultado igualó la actuación de la camada anterior,
integrada entre otros por Emanuel Ginobili, Fabricio Oberto, Leandro Palladino
y Juan Ignacio Sánchez, que finalizó cuarta en el Mundial
de Australia 97.
El triunfo de los pibes cobra más valor porque llegaron a la definición
sin dos de las principales figuras, Luis Scola y Federico Kammerichs,
que debieron abandonar el juego por acumulación de faltas. Además
es una revancha de la edición anterior, cuando el Australia se
llevó el triunfo en las semifinales 71-68, con un triple a falta
de dos segundos. Los integrantes del plantel argentino coincidieron en
que la llave de la victoria estuvo en la gran actitud defensiva, que contuvo
a los peligrosos tiradores rivales. La defensa fue la clave del
triunfo aseguró Kammerichs, el mejor argentino ayer.
Incluso se hizo más fuerte cuando nos fuimos por faltas junto a
Scola, aseguró el ex alero de Ferro, que todavía sueña
con conseguir algo más en el torneo. Este grupo se merecía
esto. Pasó por muchas problemas y por suerte estamos cerca del
podio. Estados Unidos es un gran equipo, pero si jugamos como hoy podemos
ganarle, comentó el correntino. Junto con Adrián Bocchia,
Kammerichs fue la principal vía de gol del equipo, ya que Scola
se cargó rápido de faltas y además fue bien tomado
por la defensa rival.
Atrás quedó Australia y ahora se viene Estados Unidos. En
la fase inicial, Argentina cayó 84-71 aunque en esa ocasión
no pudo contar con Scola, preservado por una lesión. Los estadounidense
son los únicos invictos del torneo y en cuartos de final vencieron
110-83 a Eslovenia. La otra semifinal es más que sorpresiva. República
Dominicana, tercero en el grupo A, dio el gran batacazo al vencer 91-72
a Israel. Su rival será Croacia, cuarto en el B, que asombró
con su triunfo 83-67 ante España, ganador del A y actual campeón
europeo.
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SU TITULO EN CORDOBA
El gordito Chacón
Por Daniel Guiñazú
Pablo Chacón debió
pasar por el sauna para poder dar el límite del peso pluma (57,152
kg). Y ésa no es la mejor noticia de cara a la primera defensa
de su título mundial OMB que hará esta tarde ante el colombiano
Edward Barrios Santana en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza con
televisación de TyC Sports a partir de las 15. Chacón era,
hasta ayer, claro candidato a la retención de la corona. Pero la
exigencia a la que debió someter su físico para encuadrarse
en la categoría, abre un grueso signo de interrogación respecto
de lo que puede llegar a suceder.
Mas allá de que estuvo 15 días trabajando duro en Buenos
Aires y otro tanto en Formosa, Chacón nunca ha sido un ejemplo
de responsabilidad profesional. Su gusto por las golosinas y las gaseosas
lo lleva muy por encima de esos 57 kilos a los que cada vez más
le cuesta ceñirse. Y por eso, sus entrenamientos se parecen más
a titánicas luchas por bajar de peso que a sesiones en las que
el físico y la técnica se acondicionan para el gran esfuerzo.
Sería una pena que Chacón, un peleador talentoso, dueño
de la mejor cintura y la mejor izquierda en gancho del boxeo nacional,
desaproveche en la balanza lo que ganó sobre el ring el 16 de junio
pasado, cuando noqueó en 6 rounds al húngaro Istvan Kovacs
en Budapest y se alzó con la corona OMB de los plumas.
Para su fortuna, Barrios es un rival accesible. Con un record de 31 triunfos,
26 por nocaut, 6 derrotas, 1 empate y 1 pelea sin decisión en el
que no se encuentran grandes nombres de referencia, el movedizo y aguerrido
colombiano no parece capacitado para dar un golpe en Mendoza. Pero los
desarreglos que Chacón ha hecho con su cuerpo, bien pueden abrirle
paso al milagro de una victoria en la que nadie cree.
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