Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


FLORENCIA DE LA VEGA, EL PRIMER TRAVESTI
ARGENTINO QUE CONDUCE UN PROGRAMA DE TELEVISION
“Si no jugara con mi imagen, me pegaría un tiro”

A la hora de las brujas, enfrenta con solvencia el compromiso de ser coequiper de Roberto Pettinato en �Petti en vivo�. Chispeante y desinhibida, también conduce un segmento de �Venite con Georgina�. �Soy una privilegiada, porque en la Argentina no hay respeto por las minorías�, dice, y cuenta que va a criar un bebé, que quiere �ser mamá�.

Por Julián Gorodischer

El adolescente baja la escalera y entra al living de la casa de sus padres. Hay una fiesta. Sorprende a todos: está vestido de mujer y se hace llamar Florencia. A partir de ese momento, el festejo adquiere el tono de un velatorio. Esa noche, hace diez años, Florencia de la Vega fundó su propia vida y empezó a construir un estilo regido por el alto impacto. El mismo que la motiva a elevar el volumen, crispar el gesto, decir sin filtro. Otra de sus reglas, ahora desde su posición de figura pública, es hacer un elogio constante de la “franqueza”, entendida como el énfasis en su naturaleza masculina. “Si no jugara con mi imagen –arroja, en la entrevista con Página/12–, me pegaría un tiro. No puedo ser tan hipócrita de hacerme la Britney Spears.”
Nunca antes la TV argentina había incluido a un conductor travesti. En todo caso, la tele les había reservado el espacio de los talk shows circenses para la pelea escandalosa, la exposición de una rareza de superficie, con poco contenido. En cambio, la que se sienta cada noche junto a Roberto Pettinato en “Petti en vivo” (por Azul, de lunes a viernes a las 24) se aparta del campo de extravagancias de feria, y modifica la dirección del tiro. En la sección que coconduce, pasa revista a los programas de chimentos y los reality del día, y se conecta con lo que más le gusta: la ironía gruesa que, por momentos, se vuelve violenta. Se ríe, por ejemplo, de una “veterana desfigurada por tantas cirugías” y se burla, cómplice, de “esa mariquita que se hace el macho”. En rol de comentarista, por la esencia de su función, descuartiza su mercancía. Mira, con sorna, las escenas de “Gran Hermano”, y la lupa es implacable cuando señala el rollo del supuesto donjuán; pega fuerte cuando observa la impostación de una “calentura” de tiempo completo. Poco después, se somete a su propio látigo, y el punto es siempre el mismo: su anatomía íntima.
–Mis sobrinas saben que soy una tía travesti; los chicos son piolas. En la plaza, una nena de cinco años me dijo: ‘Yo sé lo que sos vos’. Y me sentí orgullosa.
Después, como compensación necesaria a sus declaraciones, dedica seis horas por día a desmentirse, a extremar los recursos que la convertirán en “la más elegante de la entrega de los Martín Fierro” (según la definió una revista de actualidad) o en “una verdadera dama” (a criterio de Mirtha Legrand, su ídola). Florencia realiza un esfuerzo cotidiano para habilitar el acceso a la pantalla: un turno de peluquería, la depilación total, extensas sesiones de maquillaje y rutinas de gimnasio. Cose, además, su propia ropa, porque en otra no confía.
Semejante faena da resultado, y el envoltorio (“¡el glamour!”) hace aceptable la irreverencia de admitir, en el programa, que la tiene más “larga” que muchos hombres. “¡Se mueren de envidia!”, exclama irónica. A ella misma, le impresiona su aceptación televisiva. Conduce también un segmento para la mujer por las tardes en “Venite con Georgina”, ese programa vespertino fundador de una nueva ama de casa, menos utilísima. Si el travesti recuerda “esos viejos tiempos”, en cambio, se le aparece su etapa como manicura, su infancia en el barrio, el rumor malicioso sobre “el puto que vive a dos cuadras”, la mitad de la familia conformada por policías, el miedo... “Siempre tenés miedo a la policía –dice–. Se escuchan cosas horribles sobre lo que pasa en los calabozos.”
–No me interesa asumir una militancia. Siento que mi aporte en los medios es de por sí una ayuda. Muchas se me acercan para hablarme; soy un referente para ellas.
Florencia prefiere eludir la idea de “representación” o “intervención política”. Para eso, según parece, están las duras, las que militan o se dedican a pelear por derechos colectivos. La diva necesita un cierto aura de desentendida. Sobre su relación con otras travestis, marcará unadiferencia de base: ser o no ser prostituta. Estar limpia es haber pasado de la manicuría al Tabarís sin escalas ni concesiones, haber repartido un solo currículum y, por azar o virtud, haberse ganado una vacante como vedette en reemplazo de Cris Miró.
La vivencia del ascenso vertiginoso significa inmediatez y continuidad: “Pisé un escenario y nunca más paré”. Menciona, un poco emocionada, algunos hitos de su “carrera artística”: teatro de revistas en Mar del Plata, una participación en “Verdad/Consecuencia” (“convocada personalmente por Adrián Suar”) y la llegada a “Petti en vivo”. Sin embargo, hay algo que quiere decir ahora, distinto de su forma de aparecer ante las cámaras. Su inclusión mediática parecería ir de la mano de ciertas omisiones. Aunque cuando se decide a hablar, el signo también es vago y generalista, la condición para que una queja no se convierta en denuncia.
–Yo soy una privilegiada, pero en la Argentina no hay ningún respeto por las minorías.
En el manual de estilo de Florencia, hay un capítulo, el más extenso, dedicado a lo que no debería hacerse. Uno de los puntos refiere a la vida privada, y dice: no mostrarás tu romance. Rechaza el lucro sentimental y nunca se plegó a la participación inmotivada en un programa. Si acudió al llamado de Chiche Gelblung en “Memoria”, pudo haber sido por el imán de mostrar ropa o decir algo interesante. “Nunca porque sí”, sostiene. En otra de las reglas, se advierte sobre los peligros de las cirugías estéticas compulsivas. Sabe que el demonio televisivo es el paso de los años y, en el caso de las travestis, el problema se agudiza. “La tele -dice– no perdona crecer ni cumplir años”. Entre sus restricciones más gozosas, figura la de no excluirse de la maternidad sólo por ser un travesti. Quiere, dentro de unos pocos años, adoptar un chico y revelárselo todo desde el origen de la relación: asumir la transgresión con complicidad y sin prejuicios. Como cuando dice, ahora mismo: “Yo voy a ser mamá; voy a criar un bebé”.

 


 

“FANTASMA DEL ABISMO”, UN FILM SUBACUATICO
Cameron vuelve a rodar en el Titanic

El director canadiense James Cameron, que en 1997 rodó Titanic, volverá a los restos del naufragio más famoso de la historia para filmar una película titulada Ghost of th Abyss (Fantasma del abismo). El rodaje del film, que sigue a una expedición de seis semanas al fondo del mar para explorar los restos del Titanic y del navío de guerra alemán Bismarck, comenzará la próxima semana. Este es el primer proyecto de película de gran formato en el que trabaja Cameron, que diseñó algunos de los sistemas de cámaras digitales que serán utilizados para el rodaje. Cameron trabajará en el proyecto durante un año, ya que la película se estrenará a mediados del 2002. El realizador, que desde siempre es un apasionado del tema de los grandes naufragios y de los films acuáticos, se sentirá en familia durante el rodaje. La empresa de televisión de uno de sus hermanos, John David Cameron, realizará un programa sobre el rodaje y otro de ellos, Mike Cameron, es el diseñador del sistema de vehículos operados por control remoto que transportarán las cámaras. Una página web actualizada en directo permitirá a los interesados asistir a los progresos de la exploración, que se concretará a bordo del Akademic Mistislav Keldysh, el mayor navío de investigación oceanográfica del mundo, perteneciente a la Academia de las Ciencias Rusas. Titanic, protagonizado por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, es el film económicamente más exitoso de la historia del cine.

 

PRINCIPAL