Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


RODOLFO TERRAGNO, CANDIDATO OPOSITOR
“Hay que recuperar los principios aliancistas”

Hoy es la interna del radicalismo porteño, que enfrenta al secretario de Seguridad
de la Ciudad, Facundo Suárez Lastra, con el ex jefe de Gabinete Rodolfo Terragno. La lista oficialista se completa con la alfonsinista Florentina Gómez Miranda y con el titular de la Cámara baja, Rafael Pascual. La opositora, con la también alfonsinista Gabriela González Gass y con el secretario de Salud porteño, Aldo Neri. La elección toma particular importancia por el anuncio de Elisa Carrió sobre su renuncia a ser candidata.

�Hay que profundizar las políticas activas y dar una durísima batalla contra la evasión y la elusión fiscal.�

�Le dije a De la Rúa que esta política iba a debilitar el apoyo social a su gobierno.�

Por Santiago Rodríguez

–¿Por qué los radicales porteños deberían votarlo a usted?
–Porque estamos comprometidos en recuperar los principios del radicalismo y la plataforma de la Alianza.
–¿Considera que el Gobierno ha perdido esos principios?
–No los ha perdido definitivamente, si no, nuestra batalla no tendría sentido. Sí es indudable que las restricciones financieras y la presión de economistas, banqueros y otros actores de poder le hicieron sentir al Gobierno que debía dejar a un lado el programa de la Alianza para adoptar las políticas del ajuste. En eso está el origen del debilitamiento del Gobierno y de la crisis económica. Recuerdo el día en que finalmente De la Rúa me pidió la renuncia, le dije que quería señalarle algunas cosas. El sacó dos hojas y comenzó a escribir; no sé si las habrá guardado, pero si las guardó sería bueno que las leyera.
–¿Qué decían?
–Que esta política iba a debilitar el apoyo social a su Gobierno y su liderazgo y que era necesario cambiar. Estoy convencido de eso y por eso sigo en esta lucha. A mí me ofrecieron ser senador de una lista única y dije que no porque eso me habría asegurado la banca, pero significaba hacer un promedio entre quienes creemos que hay que cambiar y aquellos que opinan que el Presidente debe seguir por el mismo camino. Ese es un promedio imposible que termina en cosas como las del Congreso, cuando se les dice a los legisladores que hagan el discurso que quieran, pero después levanten la mano.
–¿Qué hay de cierto en que discursos como el suyo dan argumentos a la oposición?
–Se le regala todo el campo a la oposición con este tipo de políticas. De la Rúa tenía 70 por ciento de popularidad y hoy tiene el 13 por ciento; no porque haya habido una interna en la UCR o críticas, sino porque se siguió una política económica de esta naturaleza.
–¿Qué implicancias políticas tendría el triunfo de la oposición al delarruismo en el distrito del propio De la Rúa?
–No creo que fuera la derrota de De la Rúa. Son cosas distintas: el delarruismo es una maquinaria que ha seguido a De la Rúa como líder distrital; el propio De la Rúa supo poner distancias entre su gestión y esa maquinaria. Suárez Lastra está sustentado por el delarruismo, no necesariamente por el Presidente, y el nosiglismo. Esto debe ser un plebiscito sobre la política económica. Quienes lo han querido plantear como una discusión sobre el Presidente o usar a Alfonsín, están desviando la atención y haciendo un usufructo de personas que no corresponde.
–¿Se refiere al oficialismo, que en sus avisos invoca a Alfonsín?
–Sí, eso no corresponde. Es algo que ni Aldo Neri, ni Gabriela González Gass, ni Rodríguez, ni yo hemos hecho.
–Usted plantea la interna como un plebiscito a la política económica. ¿Un pronunciamiento en contra no debilitaría aún más al Gobierno?
–Es que la crisis y la desconfianza están provocadas por esta política. Es muy claro lo que está pasando en la Argentina y lo están diciendo economistas como Rudger Dornbusch, que fue el sponsor de Cavallo. Yo había dicho que se debían fijar los intereses de la deuda en 7 por ciento y abrir una cuenta para depositar los intereses de aquellos que no acepten la reducción, y lo que Dornbusch sostiene es que la Argentina tiene que honrar su deuda y sus plazos, pero propone en lugar de una tasa fija la norteamericana más 1,5. Esto, como él señala, sería en interés de los acreedores mismos, porque hoy hay incertidumbre sobre el cobro o más bien certidumbre de que este camino lleva al default, que es lo que debemos evitar porque implica devaluación no programada y dolarización de facto. Si los intereses pasan a ser tasas norteamericanas más 1,5, el gasto público argentino baja 6000 millones de pesos, en un año desaparece eldéficit y Dornbusch dice que se crean oportunidades para bajar impuestos en aquellas actividades que pueden motorizar la recuperación del producto bruto. Estas cosas se están discutiendo afuera, es lo que discute la gente sensata mientras aquí se sigue con estas políticas económicamente ineficaces y socialmente impías.
–¿La renegociación de la deuda es la única salida a la crisis?
–Sí, porque el problema es la deuda. La Argentina está sobreendeudada.
–¿Quiénes son los responsables de que se insista con estas políticas?
–Influyen los sectores financieros, los tenedores locales de bonos; también un usufructo ideológico de la situación porque quienes creen que hay que debilitar aún más al Estado y bajar más los salarios aprovechan para sostener sus políticas. En el caso de Cavallo hay una obstinación o una sobreestimación de su capacidad para resolver el problema o de la confianza en que el mundo no puede dejar que la Argentina caiga.
–¿Si es que la hace, cuál es la autocrítica de su año por el Gobierno?
–La primera es que no debí haber aceptado la Jefatura de Gabinete. No quería ser jefe de Gabinete, le dije al Presidente que no era el puesto para mí; mi tesis era que De la Rúa aceptaba que el jefe de Gabinete era el jefe de la administración y el que formulaba la política económica o tenía a un secretario General de la Presidencia bis. Yo no estaba dispuesto a lo segundo y él no estaba dispuesto a lo primero. Me pidió que fuera porque lo necesitaba, y dijo que estaba dispuesto a que tuviera todo el poder necesario, pero se dio mi pronóstico. Entonces, el segundo error fue no haberme ido directamente al segundo ajuste. Discutí mucho ese ajuste, fue pública mi posición y en un momento le planteé a mi mujer si no debía irme porque era claro que no tenía poder, pero había cierta responsabilidad porque venía de ser presidente de la UCR y cofundador de la Alianza y pensaba que mi renuncia podía provocar una crisis y que uno tenía que pelear desde adentro.
–¿Qué opina de la protesta social?
–Hay algo muy interesante que no se está teniendo en cuenta. Marx explicaba cómo la revolución industrial al congregar a las masas obreras en las fábricas les había dado sentido de pertenencia y creado las bases de un movimiento anticapitalista. La desindustrialización y la globalización financiera que han provocado concentración del ingreso, exclusión y desempleo están congregando a la gente en las calles. Antes el conflicto social se daba entre el capitalismo productivo y las clases trabajadores y ahora se da entre el capitalismo rentista y los desocupados. Estamos ante un fenómeno social cuyas implicancias todavía no han sido estudiadas. Hay una encuesta que indica que el 83 por ciento de la población desaprueba los métodos de los piqueteros, pero el 63 por ciento está de acuerdo con sus motivaciones y 47 por ciento piensa que los piquetes son una alternativa a los partidos políticos. Eso es la base de una democracia inorgánica muy peligrosa provocada precisamente por estas políticas económicas. Esto no se resuelve con medidas policiales que pueden agravar el problema.
–¿Si finalmente gana y es candidato a senador, cómo hará para descontarle a Elisa Carrió la ventaja que le lleva y ganarle?
–No voy a enfrentar a Carrió, no lo voy a plantear de esa manera. Deseo fervientemente que Lilita sea candidata porque en esa confrontación puedo ganar o perder y una cosa es perder con quien encabeza el ranking de credibilidad en la Argentina y ha levantado una bandera tan importante como la lucha contra la corrupción sistémica y otra es perder ante un candidato cualquiera; en el caso de ganar, una cosa es hacerlo como ganó Colombia la Copa América porque no fue Argentina y otra ganar de una manera indiscutible. Además, si la opción que tiene la gente es la candidatura de Lilita y la mía habrá en juego dos valores muy importantes. Lilita representa la restauración de un sistema cuya corrupción lo hatornado no sólo injusto, sino ineficiente y generador de nuevas injusticias. Yo creo que además de luchar contra la corrupción, uno tiene que saber después cómo se hace para generar riqueza y distribuirla. Uno de los problemas de la Alianza, era que tenía claro que quería luchar contra la corrupción, pero no qué hacer cuando llegara al Gobierno. Serían dos ofertas interesantes, la gente tendría que colocar una primera y otra segunda y me sentiría bien en cualquiera de las dos ubicaciones.

 


 

FACUNDO SUAREZ LASTRA, OFICIALISTA
“Yo integro una lista que expresa un acuerdo”

–¿Por qué los radicales porteños deberían votarlo a usted?
–Porque en las dos cosas que están planteadas en esta elección, la propuesta de nuestra lista hace más competitivo al radicalismo y le sirve más al país al fortalecer al Gobierno en un momento en que necesita fuerza. La primera tiene que ver con que la lucha por el senador de la ciudad es muy importante, donde Terragno después de muchos meses de instalación está muy mal porque no articula un discurso capaz de expresar los intereses de la ciudad en una confrontación electoral. Nosotros estamos en mejores condiciones de darle un carácter local que le agregue a la competitividad de la Alianza. En segundo lugar, sin haber diferencias ideológicas entre las dos listas hay una profunda diferencia de actitud. Terragno parte de la idea de que el Gobierno va a fracasar en su capacidad de resolver la crisis de la Argentina y quiere estar diferenciado para recuperar su advertencia previa; nosotros trabajamos en la convicción de que la situación es muy difícil pero puede andar si nos involucramos y al Gobierno se le da más poder.
–¿Coincide con Terragno en que la interna es un plebiscito del rumbo económico del Gobierno?
–No. Ellos apuntan a capitalizar la insatisfacción de la sociedad por los resultados del primer tramo de la gestión del Gobierno, pero no lograron instalar ese eje, que además es incorrecto y cruza los actores: Jesús Rodríguez fue un protagonista principal de las relaciones entre el Congreso y el Ejecutivo; con su soporte a José Luis Machinea fue un protagonista de la estrategia con la cual la Alianza arrancó su esquema de gobierno. Muchos de los que votamos la propuesta de sostén del Gobierno lo hacemos para estar cerca en un proceso de discusión acerca de con qué contenidos se producen los ahorros. Estamos todos de acuerdo con el déficit cero y ha tenido consenso en la sociedad, pero para ser viable requiere de equidad y el ahorro será equitativo en la medida que haya poder político radical y de la Alianza en las instituciones de representación política.
–¿Qué opina de la política económica?
–La estrategia que está planteando el Presidente de vivir con lo nuestro es acertada, pero hay que profundizar las políticas activas que ya han empezado a desarrollarse y dar una durísima batalla contra la evasión y la elusión fiscal para que se libere el 15 por ciento de los jubilados afectados por el ajuste. Es incomprensible que Terragno sugiera que se la ha metido la mano a todos los jubilados después de que los diputados radicales lograron excluir del ajuste al 85 por ciento; miente para ganar una interna. Los ahorros para salir adelante se hacen trabajando adentro y no criticando de afuera.
–¿Le parece que hay margen para trabajar desde adentro?
–Sí. Esta actitud del radicalismo del distrito del Presidente de haberse abierto al alfonsinismo en la lista que compartimos es una clarísima señal de un cambio de relación entre el partido y el Gobierno.
–¿Qué análisis haría de una derrota suya y del delarruismo?
–Evidenciaría una debilidad del Presidente en un momento muy difícil; traería mayores dificultades a la tarea de sacar el país adelante.
–¿Qué les dice a aquellos que no entienden cómo usted, opositor desde hace años al delarruismo, aceptó esta vez representar al oficialismo?
–Que integro una lista que expresa un acuerdo político. Hay una decisión política que acompañan en mi minoritaria agrupación Transformación radical porque se comparte la visión de que hay responsabilidades propias de los partidos de gobierno, aunque yo no haya sido jefe de Gabinete de De la Rúa ni haya sido un actor principal en los acuerdos del Congreso como Jesús, quien fue el operador político del bloque radical para la aprobación de los superpoderes de Cavallo. Es la lógica con la que funciona Raúl Alfonsín.
–¿Está de acuerdo con Aníbal Ibarra de que en el gobierno nacional no hay Alianza?
–Creo que hay una Alianza debilitada. La consolidación de un proyecto aliancista del radicalismo que profundice el compromiso con el gobierno de Ibarra y que conforme con Ibarra una alianza electoral competitiva en el distrito le agrega fuerza política a la idea de ampliar el espacio de la Alianza en el ámbito nacional, que por otro lado es imprescindible. El aporte que le hace al Frepaso a un gobierno como el de De la Rúa es de una importancia cualitativa extraordinaria.
–¿No le incomoda que la mayoría de los frepasistas vea con mejores ojos la candidatura de Terragno que la suya?
–Eso tiene que ver con la instalación que hizo Terragno, pero por las relaciones políticas que tengo construidas con el Frepaso a lo largo de muchos años creo que es un fenómeno que ya se está superando. Así como los radicales van entendiendo las razones de esta alianza electoral interna que hemos formado, en el Frepaso se está generando un proceso creciente de entendimiento de esto y de ver en un radicalismo con vocación de poder, de construcción y de gobierno un aliado más importante para sostener el gobierno que ellos lideran en el caso de la ciudad.
–¿Cuál es su relación con Raúl Alfonsín?
–Alfonsín es prescindente. No lo hemos querido involucrar y nuestra relación no pasa por el apoyo, sino porque nuestra línea política sintoniza con la de Alfonsín. Alfonsín nunca hubiera tenido una campaña con su gobierno como la que está teniendo Terragno.
–¿Qué opina de la protesta social?
–Es absolutamente legítima, es la herramienta para el cambio. En la historia las luchas de aquellos que estaban marginados o explotados fueron el motor del crecimiento de las condiciones de igualdad. La protesta social hoy es la base sobre la cual tiene que armar su nueva agenda la dirigencia política. Acá no sólo está en crisis el nivel del gasto y el endeudamiento por encima de nuestras posibilidades, sino principalmente la distribución de ingresos. Hay un proceso de concentración de ingresos que arrancó con el programa de Martínez de Hoz que ha determinado que el 10 por ciento de la población se quede con más del 50 por ciento de los ingresos y eso no hace viable una sociedad democrática.
–Usted mencionó el endeudamiento de la Argentina por encima de sus posibilidades. ¿Hay que renegociar la deuda externa?
–Sí, pero hay cosas que se hacen sólo desde posiciones de poder. La única forma que va a tener la Argentina de encarar una renegociación de sus compromisos externos es a partir de ganar en confiabilidad y va a ganar en confiabilidad y ser fuerte para negociar si logra equilibrio fiscal y acuerdos políticos sólidos. Plantear quitas unilaterales de la deuda, como lo hizo Terragno, lo demuestran como un dirigente altamente irresponsable. Terragno tiene una contradicción esencial al exponer una única idea con una estrategia de competencia y debilidad del Gobierno; como lo plantea es un acto demagógico.
–¿Qué puede decir de Elisa Carrió, con quien seguramente tendrá que competir si gana la interna?
–Es una gran dirigente. Me hubiera encantado y no voy a restar ningún esfuerzo para que podamos encontrarnos, inclusive, en acuerdos electorales. Hay espacio para tener un marco de relación política con el ARI sobre la base de la consolidación de la Alianza.
–Ellos parecen firmes en su decisión de competir y las encuestas ubican a Carrió muy por encima de los demás candidatos.
–Las encuestas son un punto de partida y en todo caso tendrán que ver con la enorme capacidad que tiene Lilita de expresar el hartazgo de la sociedad argentina. La capacidad de expresar el hartazgo se ha demostrado como una fuerza importantísima de construcción de poder electoral, pero nocomo una fuente importante de construcción de poder político para el cambio. El radicalismo y el Frepaso unidos, dando muestras de líneas de gobierno progresista como estamos haciendo en la ciudad, son capaces de expresar no sólo el hartazgo, sino también la posibilidad de construir poder en serio para transformar las cosas.

 

Cómo es la elección

Unos 200 mil radicales están habilitados para votar hoy. La interna “cerrada”, sólo para afiliados, no es lo único que el radicalismo mantiene de fiel a su centenaria tradición: el comicio empezará a las 8 y terminará recién a las 22. Este largo horario de cierre fue establecido a principios del siglo pasado con la explicación de que los correligionarios eran aficionados a los caballos, lo que hacía necesario esperar a que concluyera el programa de carreras para que pudieran sufragar. Lo que se elige son candidatos senador y diputado y delegados al Comité nacional.
La interna se disputará entre dos sectores: el oficialismo, conformado por delarruistas y nosiglistas, y la oposición, donde confluyen el Ateneo del Centenario de Jesús Rodríguez, la línea Futuro de Rodolfo Terragno y dirigentes que hasta no hace mucho jugaban con los oficialistas, como Daniel Bravo y Marcela Larrosa. Aunque hay más alfonsinistas en las filas opositoras, algunos optaron por sumarse al oficialismo.
El secretario de Seguridad porteño, Facundo Suárez Lastra, es el candidato a senador de la oficialista nómina Compromiso Radical y lo secunda la alfonsinista Florentina Gómez Miranda. Sus adversarios directos serán Rodolfo Terragno, postulante al Senado de la opositora lista Encuentro, quien va en compañía de la también alfonsinista Gabriela González Gass. A la cabeza de la boleta de la oposición para Diputados aparece el secretario de Salud porteño, Aldo Neri; lo siguen Horacio Vivo y Larrosa. Rodríguez es candidato a primer delegado al Comité nacional.
Al frente de la nómina de diputados del oficialismo está el actual titular de la Cámara baja, Rafael Pascual, acompañado en los primeros lugares por Cristina Guevara y el subsecretario de Justicia porteño, Agustín Zbar. Como primer delegado al Comité nacional se postula José Canata.
Los afiliados votarán en la escuela habilitada para hacerlo en cada una de las 28 circunscripciones porteñas. Aquellos que no sepan dónde deben sufragar o tengan inconvenientes al votar pueden llamar al Comité Capital, 372-8967/371-6625 o a la línea que habilitó la oposición, 5031-8555.

 

PRINCIPAL