Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


GRANDES Y PEQUEÑAS MISERIAS QUE CONDENSAN LA ATMOSFERA IRRESPIRABLE DEL FUTBOL ARGENTINO
Suciedades anónimas

El fútbol argentino sigue en medio de la incertidumbre. Mientras los jugadores tienen la pelota, Barrionuevo y Macri, por diferentes andariveles, socavan a un Grondona complicado. Cinco clubes al borde del desahucio: San Lorenzo, Vélez, Talleres, Belgrano y Central.

Por Gustavo Veiga

La paralización del fútbol abrió un espacio para reflexionar sobre ciertos temas. Son historias de miserias, defraudaciones y conspiraciones que reflejan, amplificadas porque se trata de un deporte masivo, las conductas de la sociedad que lo contiene. Cuando Gregorio Ledesma, el presidente de Belgrano, sugirió el jueves 2 que algunos dirigentes tenían que “dejar de robar un poco”, expuso de modo descarnado un pensamiento extendido entre sus pares. Hay una corrupción cada vez más obscena, pero poco o nada se aporta sobre ella basado en suficientes pruebas. Así, balbucear que un directivo adultera recibos de sueldo o informes para acceder a un crédito nunca se compadecerá con una denuncia ante la Justicia. Luis Barrionuevo, el hombre que apunta sin rodeos a desplazar a Julio Grondona como presidente de la AFA, continúa con su asonada. Y, para ello, no descarta curiosas alquimias políticas. Mientras tanto, la TV, esa máquina de hacer plata que durante la última década alimentó las alicaídas economías de los clubes, ya no entrega billetes. En ese marco, cabe la utilización de una metáfora encendida: “El fútbol está en llamas”. La frase fue pronunciada por el vicepresidente de Quilmes, José Luis Meiszner, hace unos días, y cuando avanzaba el conflicto. Acaso hoy empiece a controlarse o no el incendio, cuando los jugadores deliberen en la sede de Agremiados. Aunque la atención no será acaparada sólo por ellos. En otro sitio, también podrían conocerse noticias del conflicto.
Con el plazo vencido para abonar los sueldos de julio, hay directivos que perdieron de vista una cosa: sus compromisos crecen al ritmo de la deuda externa. Cuando el martes 7 discutieron Julio Grondona y Fernando Miele en un tono que no pasó inadvertido, la histeria del duelo verbal dejó su señal. Testigos del episodio precisaron que sucedió instantes antes de la reunión del Comité Ejecutivo. Pero, ni el escenario ni el momento eran lo más relevante. Los dos pesos pesado se cruzaron reproches en un anticipo de lo que vendría.

Los cinco traviesos
Si se confirma lo que un hombre muy afín al presidente de la AFA le adelantó a Página/12 la noche del viernes, cinco clubes de Primera División comenzarían a recibir en sus respectivas sedes una carta documento conminando a sus autoridades a pagar los haberes atrasados a partir de mayo y en un plazo perentorio. Se daría, así, el primer paso para la aplicación de las sanciones hasta ahora declamadas y no instrumentadas. San Lorenzo, Vélez, Rosario Central, Talleres y Belgrano “son los cinco traviesos de esta historia y los quince clubes restantes ya decidieron bajarles el pulgar”, aventuró la misma fuente.
El razonamiento que esgrimió para sugerir el escarmiento –una desafiliación consistente en la quita de los puntos en juego– se basa en que hay alrededor de 1500 jugadores distribuidos en casi 70 instituciones de tres categorías profesionales, pero, el problema más grave afecta a cinco de esas entidades y a no más de 30 futbolistas. En conjunto, este grupo reclama el pago de unos 20 millones de pesos sobre una deuda de 33 millones, según estima Carlos Pandolfi, el secretario adjunto de Agremiados. Incluso, en este puñado hay algunos que acumularon créditos superiores al millón de pesos porque no cobran desde la temporada 1997-98. Es el caso de Patricio Camps, el delantero de Vélez.
Este contexto explica por qué Miele, un hombre de inestable carácter, se peleó con don Julio. Quizá porque intuya que puede sufrir el condignocastigo. O tal vez porque el presidente de la AFA haya ignorado su sugerencia de apelar a una carta de crédito internacional para saldar la deuda con los planteles, como propuso en la última reunión del Comité. El vicepresidente de un club que integra este cuerpo colegiado apuntó que Grondona le guiñó un ojo mientras exponía Miele y, cuando finalizó el encuentro, le dijo: “A éste no le doy pelota”.
A quien sí le hubieran dado su merecido es al indócil de Chichí Ledesma, un ex concejal peronista de Córdoba, por haber parafraseado a Barrionuevo. Ya lo había amenazado don Julio con su proverbial suficiencia. “Vos no vas a empezar el campeonato...”, le adelantó la noche del 10 de julio, cuando en la AFA se resolvió que el seleccionado nacional no participara en la Copa América. Otros dirigentes también le respondieron, cada uno, a su manera. Héctor Domínguez, el presidente de Gimnasia, pidió que “no se pase de listo y diga quiénes son los que roban” y Juan Carlos González, el vicepresidente de Vélez, lo tildó de “irresponsable” y hasta sugirió que se había arrepentido de cederle un jugador a Belgrano –el pibe Obolo–, sin cargo y sin opción.
En medio de estos chisporroteos, los detractores de Grondona suelen llamarlo “El Viejo”. Para ellos, tiene a la mayoría de los dirigentes “agarrados de los huevos” (el autor de esta gráfica definición integra el Comité Ejecutivo).

Conjuras y negocios
Quienes miran con recelo al principal adversario político del presidente de la AFA hasta lo llaman Luis Primero. Se trata del sindicalista gastronómico Barrionuevo, titular de Chacarita y hombre ocupado en múltiples actividades. Entre él y Grondona hay como algo personal. Una relación tirante que ha ido agravándose en la última semana al compás de la crisis futbolística. El gremialista de la CGT empresaria se abocó en estos días a lo que habría definido como “la búsqueda de una solución en la que no va a participar el Viejo”. Y, en parte, cumplió con su amenaza.
El martes 7, apenas transcurrido el mediodía, reunió en la sede de su sindicato gastronómico a la cúpula de Agremiados integrada por Sergio Marchi, Carlos Pandolfi, Jorge Domínguez y Juan Carlos Touriño con los dos hombres que comandan Torneos y Competencias, Carlos Avila y Luis Nofal. Aunque fracasó en su intento conciliador, Barrionuevo le robó por un instante a Grondona el centro del escenario.
Armando Capriotti, vicepresidente de Chacarita y uno de los incondicionales del gremialista, razona que “la venta de los derechos televisivos por las eliminatorias del Mundial” resultó clave para que su mentor se distanciara una vez más de don Julio. Y, asimismo, sugirió: “Hay que denunciar el contrato. Luis tiene estudiado cómo hacerlo”. Según Capriotti, en la AFA se cajoneó un informe de la consultora española Inmark que cuestionaba las bases del acuerdo entre los clubes y la productora TyC. Sin embargo, el doctor Mario Schmoisman, uno de los principales asesores de Grondona, explicó: “Ese trabajo es un estudio de mercado que data del 5 de noviembre de 1999 y permitió que las instituciones pasaran de cobrar 40 millones de pesos por año a 60 millones”. Sea como fuere, los dos principales directivos de Chacarita desearían recuperar ese texto para seguir avanzando en el objetivo exclamado por Barrionuevo: El Viejo se tiene que ir de la AFA y, si quiere, permanecer en la FIFA.
Mientras se gesta la conspiración, Mauricio Macri incentiva el traspaso a capitales privados de la parte más rentable del negocio que aún administran los clubes. El ingeniero boquense desearía convertir al fútbol en un terreno fértil para repetir lo que, con cirugía mayor y sin anestesia, hizo el ex presidente Carlos Menem con las empresas del Estado durante los años 90. Para ello, el jueves pasado presentó con toda lapompa un proyecto que, con algunas modificaciones, es similar al que se discutió a mediados de 1998 en el ámbito del Ministerio de Justicia, cuando era ocupado por el riojano Raúl Granillo Ocampo. Uno de los autores de esta iniciativa, el doctor Guillermo Ragazzi, pasó por el instituto programático de la Alianza y hace ya algunos años había interesado a Macri en este tema.
También, cuando por entonces recibió en su estudio de la calle Viamonte al autor de esta nota, sostenía: “Nos han transmitido el gran temor de que detrás de esto haya personeros o personajes que puedan adquirir esos paquetes accionarios e incorporen el lavado de dinero, la droga, etc. Yo les he dicho en todos los casos a los clubes que sean ellos los que en definitiva contraten a esas sociedades anónimas deportivas. Y, si esos accionistas no los satisfacen, no contraten, porque no hay ninguna obligación”.
Uno de los artículos clave –el 19º– de este proyecto que ya está en manos de los ministros Domingo Cavallo y Patricia Bullrich se refiere a la denominada “prestación accesoria”, condición que el texto redactado por los doctores Ragazzi, Martorell, Nissen y Porcelli considera como “esencial para la constitución, autorización y funcionamiento de la SAD”. En términos más fácticos que jurídicos, significa la cesión de enormes patrimonios de las instituciones –estadios, canchas auxiliares, gimnasios– a los posibles inversores que, a cambio, remunerarán ese inestimable servicio.
La realidad indica que la propuesta tomada por Macri como propia opera sobre un andamiaje legal muy precario. Las asociaciones civiles sin fines de lucro, según el abogado Schmoisman, “se regulan hoy por un puñado de artículos del Código Civil que está vigente hace 130 años”.
Pero el ingeniero y el sindicalista gastronómico tienen en común algo más que su propósito de horadar la autoridad de Grondona. La influencia de ambos no deviene del ambiente del fútbol, sino de sus otras actividades. El primero es un empresario que quiere dar el salto a la política hace tiempo y el segundo, un político lanzado a la búsqueda de escenarios propicios para la acumulación de poder. El presidente de la AFA no sólo debe temer por las consecuencias de la inactividad que vive el fútbol y por el costo de las irregularidades que toleró en su propia casa. Tampoco puede soslayar el efecto de esta tormenta desatada por quienes le declararon las hostilidades.
Una tormenta que no pasará tan fácilmente porque el ambiente donde se desempeña Grondona no condensa humedad sino miserias humanas que lo contaminan.


LOS JUGADORES DECIDEN HOY SI ACEPTAN
Agremiados, con la pelota

El gremio que nuclea a los futbolistas (FAA) determinará hoy si acepta o rechaza la propuesta de pago de la AFA para saldar las deudas que los diferentes clubes mantienen con sus jugadores. Lo hará a partir de las 15 en la sede del sindicato, durante una reunión que mantendrán los representantes de todos los equipos que disputan los torneos de Primera División, Primera B Nacional y Primera B. Si se resuelve levantar la medida de fuerza, el viernes volverá el fútbol; si no, crecerá el clima de tensión imperante en las últimas dos semanas y el conflicto entraría en una zona oscura, ya que hay dirigentes que proponen, ante una nueva negativa de los profesionales, empezar los torneos con equipos de las divisiones inferiores.
La propuesta que discutirán los futbolistas fue presentada el viernes último por el presidente de la AFA, Julio Grondona. Se trata de un plan de pagos que contempla una suma en efectivo, dos cheques a 30 y 60 días, para saldar el 35 por ciento del total de la deuda, y una serie de pagos en 18 cuotas mensuales para cancelar el 65 por ciento restante. En principio la AFA pagaría 3,85 millones de dólares y dos cheques por 1,075 millón. Con estos números, la AFA estaría cumpliendo el porcentaje de la deuda que los dirigentes habían acordado pagar ante funcionarios del Ministerio de Trabajo y del sindicato de jugadores, a finales de julio pasado; lo que finalmente no sucedió y desencadenó el presente conflicto.
En cuanto a los 18 millones de dólares que conforman el 65 por ciento restante de la deuda, se irían saldando a partir de octubre en 18 cuotas mensuales de un millón de dólares cada una, con un interés del 1 por ciento mensual. El Banco Credicoop será el garante de la AFA en esta propuesta, para lo cual el ente regulador del fútbol argentino presentó como aval los derechos que recibirá por el quinto partido televisado de cada fecha (unos 33 millones de dólares en tres años).
Los últimos sondeos realizados entre los jugadores indican que avanzó la idea de aceptar el nuevo plan de pagos, pero serán los capitanes, de acuerdo con el mandato de los respectivos planteles, los que definan la situación durante la reunión, en la que habrá opiniones divididas.
Si los jugadores aceptan el plan de pago, la actividad retornará el próximo fin de semana, pero “con estado de alerta permanente y bajo amenaza de una nueva huelga” ante cualquier incumplimiento por parte de los directivos. Pero la postura de los jugadores se divide entre los que pretenden volver a trabajar y aquellos que persisten con la idea de cobrar hasta el último centavo antes de levantar el paro. Sin demasiadas armas para la negociación, los planteles a los que se les adeuda una cifra menor desean terminar con la huelga y no seguir pagando el costo de la recesión por aquellos clubes que acumularon deudas millonarias. Por su parte, los planteles más perjudicados por la crisis (San Lorenzo, Vélez, Central y los cordobeses Talleres y Belgrano) buscarían seguir con la medida de fuerza hasta que esté todo saldado.
No obstante, más allá de las especulaciones, versiones extraoficiales indican que los futbolistas levantarían la huelga, aunque los principales dirigentes gremiales mantienen cierto hermetismo en este punto y dejan todo supeditado a la decisión de la “reunión extraordinaria” de capitanes y subcapitanes. Por su parte, los dirigentes sostienen –a excepción del presidente de Boca, Mauricio Macri, quien presentó la semana pasada su propio plan de salvataje del fútbol argentino– que esta propuesta es la mejor y última alternativa, y que la única manera de encontrar una puerta de salida de este conflicto es con el comienzo de los torneos y sus respectivos ingresos.
La decisión final la tienen los jugadores, aunque los dirigentes estudian echar mano a una última opción si el acuerdo no se concreta: comenzar el torneo con juveniles, una decisión que podría desatar otro conflicto.

 

 

PRINCIPAL