Por
Gustavo Veiga
La paralización del fútbol abrió un espacio para
reflexionar sobre ciertos temas. Son historias de miserias, defraudaciones
y conspiraciones que reflejan, amplificadas porque se trata de un deporte
masivo, las conductas de la sociedad que lo contiene. Cuando Gregorio
Ledesma, el presidente de Belgrano, sugirió el jueves 2 que algunos
dirigentes tenían que dejar de robar un poco, expuso
de modo descarnado un pensamiento extendido entre sus pares. Hay una corrupción
cada vez más obscena, pero poco o nada se aporta sobre ella basado
en suficientes pruebas. Así, balbucear que un directivo adultera
recibos de sueldo o informes para acceder a un crédito nunca se
compadecerá con una denuncia ante la Justicia. Luis Barrionuevo,
el hombre que apunta sin rodeos a desplazar a Julio Grondona como presidente
de la AFA, continúa con su asonada. Y, para ello, no descarta curiosas
alquimias políticas. Mientras tanto, la TV, esa máquina
de hacer plata que durante la última década alimentó
las alicaídas economías de los clubes, ya no entrega billetes.
En ese marco, cabe la utilización de una metáfora encendida:
El fútbol está en llamas. La frase fue pronunciada
por el vicepresidente de Quilmes, José Luis Meiszner, hace unos
días, y cuando avanzaba el conflicto. Acaso hoy empiece a controlarse
o no el incendio, cuando los jugadores deliberen en la sede de Agremiados.
Aunque la atención no será acaparada sólo por ellos.
En otro sitio, también podrían conocerse noticias del conflicto.
Con el plazo vencido para abonar los sueldos de julio, hay directivos
que perdieron de vista una cosa: sus compromisos crecen al ritmo de la
deuda externa. Cuando el martes 7 discutieron Julio Grondona y Fernando
Miele en un tono que no pasó inadvertido, la histeria del duelo
verbal dejó su señal. Testigos del episodio precisaron que
sucedió instantes antes de la reunión del Comité
Ejecutivo. Pero, ni el escenario ni el momento eran lo más relevante.
Los dos pesos pesado se cruzaron reproches en un anticipo de lo que vendría.
Los cinco traviesos
Si se confirma lo que un hombre muy afín al presidente de
la AFA le adelantó a Página/12 la noche del viernes, cinco
clubes de Primera División comenzarían a recibir en sus
respectivas sedes una carta documento conminando a sus autoridades a pagar
los haberes atrasados a partir de mayo y en un plazo perentorio. Se daría,
así, el primer paso para la aplicación de las sanciones
hasta ahora declamadas y no instrumentadas. San Lorenzo, Vélez,
Rosario Central, Talleres y Belgrano son los cinco traviesos de
esta historia y los quince clubes restantes ya decidieron bajarles el
pulgar, aventuró la misma fuente.
El razonamiento que esgrimió para sugerir el escarmiento una
desafiliación consistente en la quita de los puntos en juego
se basa en que hay alrededor de 1500 jugadores distribuidos en casi 70
instituciones de tres categorías profesionales, pero, el problema
más grave afecta a cinco de esas entidades y a no más de
30 futbolistas. En conjunto, este grupo reclama el pago de unos 20 millones
de pesos sobre una deuda de 33 millones, según estima Carlos Pandolfi,
el secretario adjunto de Agremiados. Incluso, en este puñado hay
algunos que acumularon créditos superiores al millón de
pesos porque no cobran desde la temporada 1997-98. Es el caso de Patricio
Camps, el delantero de Vélez.
Este contexto
explica por qué Miele, un hombre de inestable carácter,
se peleó con don Julio. Quizá porque intuya que puede sufrir
el condignocastigo. O tal vez porque el presidente de la AFA haya ignorado
su sugerencia de apelar a una carta de crédito internacional para
saldar la deuda con los planteles, como propuso en la última reunión
del Comité. El vicepresidente de un club que integra este cuerpo
colegiado apuntó que Grondona le guiñó un ojo mientras
exponía Miele y, cuando finalizó el encuentro, le dijo:
A éste no le doy pelota.
A quien sí le hubieran dado su merecido es al indócil de
Chichí Ledesma, un ex concejal peronista de Córdoba, por
haber parafraseado a Barrionuevo. Ya lo había amenazado don Julio
con su proverbial suficiencia. Vos no vas a empezar el campeonato...,
le adelantó la noche del 10 de julio, cuando en la AFA se resolvió
que el seleccionado nacional no participara en la Copa América.
Otros dirigentes también le respondieron, cada uno, a su manera.
Héctor Domínguez, el presidente de Gimnasia, pidió
que no se pase de listo y diga quiénes son los que roban
y Juan Carlos González, el vicepresidente de Vélez, lo tildó
de irresponsable y hasta sugirió que se había
arrepentido de cederle un jugador a Belgrano el pibe Obolo,
sin cargo y sin opción.
En medio de estos chisporroteos, los detractores de Grondona suelen llamarlo
El Viejo. Para ellos, tiene a la mayoría de los dirigentes
agarrados de los huevos (el autor de esta gráfica definición
integra el Comité Ejecutivo).
Conjuras y negocios
Quienes miran con recelo al principal adversario político
del presidente de la AFA hasta lo llaman Luis Primero. Se trata del sindicalista
gastronómico Barrionuevo, titular de Chacarita y hombre ocupado
en múltiples actividades. Entre él y Grondona hay como algo
personal. Una relación tirante que ha ido agravándose en
la última semana al compás de la crisis futbolística.
El gremialista de la CGT empresaria se abocó en estos días
a lo que habría definido como la búsqueda de una solución
en la que no va a participar el Viejo. Y, en parte, cumplió
con su amenaza.
El martes 7, apenas transcurrido el mediodía, reunió en
la sede de su sindicato gastronómico a la cúpula de Agremiados
integrada por Sergio Marchi, Carlos Pandolfi, Jorge Domínguez y
Juan Carlos Touriño con los dos hombres que comandan Torneos y
Competencias, Carlos Avila y Luis Nofal. Aunque fracasó en su intento
conciliador, Barrionuevo le robó por un instante a Grondona el
centro del escenario.
Armando
Capriotti, vicepresidente de Chacarita y uno de los incondicionales del
gremialista, razona que la venta de los derechos televisivos por
las eliminatorias del Mundial resultó clave para que su mentor
se distanciara una vez más de don Julio. Y, asimismo, sugirió:
Hay que denunciar el contrato. Luis tiene estudiado cómo
hacerlo. Según Capriotti, en la AFA se cajoneó un
informe de la consultora española Inmark que cuestionaba las bases
del acuerdo entre los clubes y la productora TyC. Sin embargo, el doctor
Mario Schmoisman, uno de los principales asesores de Grondona, explicó:
Ese trabajo es un estudio de mercado que data del 5 de noviembre
de 1999 y permitió que las instituciones pasaran de cobrar 40 millones
de pesos por año a 60 millones. Sea como fuere, los dos principales
directivos de Chacarita desearían recuperar ese texto para seguir
avanzando en el objetivo exclamado por Barrionuevo: El Viejo se tiene
que ir de la AFA y, si quiere, permanecer en la FIFA.
Mientras se gesta la conspiración, Mauricio Macri incentiva el
traspaso a capitales privados de la parte más rentable del negocio
que aún administran los clubes. El ingeniero boquense desearía
convertir al fútbol en un terreno fértil para repetir lo
que, con cirugía mayor y sin anestesia, hizo el ex presidente Carlos
Menem con las empresas del Estado durante los años 90. Para ello,
el jueves pasado presentó con toda lapompa un proyecto que, con
algunas modificaciones, es similar al que se discutió a mediados
de 1998 en el ámbito del Ministerio de Justicia, cuando era ocupado
por el riojano Raúl Granillo Ocampo. Uno de los autores de esta
iniciativa, el doctor Guillermo Ragazzi, pasó por el instituto
programático de la Alianza y hace ya algunos años había
interesado a Macri en este tema.
También, cuando por entonces recibió en su estudio de la
calle Viamonte al autor de esta nota, sostenía: Nos han transmitido
el gran temor de que detrás de esto haya personeros o personajes
que puedan adquirir esos paquetes accionarios e incorporen el lavado de
dinero, la droga, etc. Yo les he dicho en todos los casos a los clubes
que sean ellos los que en definitiva contraten a esas sociedades anónimas
deportivas. Y, si esos accionistas no los satisfacen, no contraten, porque
no hay ninguna obligación.
Uno de los artículos clave el 19º de este proyecto
que ya está en manos de los ministros Domingo Cavallo y Patricia
Bullrich se refiere a la denominada prestación accesoria,
condición que el texto redactado por los doctores Ragazzi, Martorell,
Nissen y Porcelli considera como esencial para la constitución,
autorización y funcionamiento de la SAD. En términos
más fácticos que jurídicos, significa la cesión
de enormes patrimonios de las instituciones estadios, canchas auxiliares,
gimnasios a los posibles inversores que, a cambio, remunerarán
ese inestimable servicio.
La realidad indica que la propuesta tomada por Macri como propia opera
sobre un andamiaje legal muy precario. Las asociaciones civiles sin fines
de lucro, según el abogado Schmoisman, se regulan hoy por
un puñado de artículos del Código Civil que está
vigente hace 130 años.
Pero el ingeniero y el sindicalista gastronómico tienen en común
algo más que su propósito de horadar la autoridad de Grondona.
La influencia de ambos no deviene del ambiente del fútbol, sino
de sus otras actividades. El primero es un empresario que quiere dar el
salto a la política hace tiempo y el segundo, un político
lanzado a la búsqueda de escenarios propicios para la acumulación
de poder. El presidente de la AFA no sólo debe temer por las consecuencias
de la inactividad que vive el fútbol y por el costo de las irregularidades
que toleró en su propia casa. Tampoco puede soslayar el efecto
de esta tormenta desatada por quienes le declararon las hostilidades.
Una tormenta que no pasará tan fácilmente porque el ambiente
donde se desempeña Grondona no condensa humedad sino miserias humanas
que lo contaminan.
LOS
JUGADORES DECIDEN HOY SI ACEPTAN
Agremiados,
con la pelota
El
gremio que nuclea a los futbolistas (FAA) determinará hoy si acepta
o rechaza la propuesta de pago de la AFA para saldar las deudas que los
diferentes clubes mantienen con sus jugadores. Lo hará a partir
de las 15 en la sede del sindicato, durante una reunión que mantendrán
los representantes de todos los equipos que disputan los torneos de Primera
División, Primera B Nacional y Primera B. Si se resuelve levantar
la medida de fuerza, el viernes volverá el fútbol; si no,
crecerá el clima de tensión imperante en las últimas
dos semanas y el conflicto entraría en una zona oscura, ya que
hay dirigentes que proponen, ante una nueva negativa de los profesionales,
empezar los torneos con equipos de las divisiones inferiores.
La propuesta que discutirán los futbolistas fue presentada el viernes
último por el presidente de la AFA, Julio Grondona. Se trata de
un plan de pagos que contempla una suma en efectivo, dos cheques a 30
y 60 días, para saldar el 35 por ciento del total de la deuda,
y una serie de pagos en 18 cuotas mensuales para cancelar el 65 por ciento
restante. En principio la AFA pagaría 3,85 millones de dólares
y dos cheques por 1,075 millón. Con estos números, la AFA
estaría cumpliendo el porcentaje de la deuda que los dirigentes
habían acordado pagar ante funcionarios del Ministerio de Trabajo
y del sindicato de jugadores, a finales de julio pasado; lo que finalmente
no sucedió y desencadenó el presente conflicto.
En cuanto a los 18 millones de dólares que conforman el 65 por
ciento restante de la deuda, se irían saldando a partir de octubre
en 18 cuotas mensuales de un millón de dólares cada una,
con un interés del 1 por ciento mensual. El Banco Credicoop será
el garante de la AFA en esta propuesta, para lo cual el ente regulador
del fútbol argentino presentó como aval los derechos que
recibirá por el quinto partido televisado de cada fecha (unos 33
millones de dólares en tres años).
Los últimos sondeos realizados entre los jugadores indican que
avanzó la idea de aceptar el nuevo plan de pagos, pero serán
los capitanes, de acuerdo con el mandato de los respectivos planteles,
los que definan la situación durante la reunión, en la que
habrá opiniones divididas.
Si los jugadores aceptan el plan de pago, la actividad retornará
el próximo fin de semana, pero con estado de alerta permanente
y bajo amenaza de una nueva huelga ante cualquier incumplimiento
por parte de los directivos. Pero la postura de los jugadores se divide
entre los que pretenden volver a trabajar y aquellos que persisten con
la idea de cobrar hasta el último centavo antes de levantar el
paro. Sin demasiadas armas para la negociación, los planteles a
los que se les adeuda una cifra menor desean terminar con la huelga y
no seguir pagando el costo de la recesión por aquellos clubes que
acumularon deudas millonarias. Por su parte, los planteles más
perjudicados por la crisis (San Lorenzo, Vélez, Central y los cordobeses
Talleres y Belgrano) buscarían seguir con la medida de fuerza hasta
que esté todo saldado.
No obstante, más allá de las especulaciones, versiones extraoficiales
indican que los futbolistas levantarían la huelga, aunque los principales
dirigentes gremiales mantienen cierto hermetismo en este punto y dejan
todo supeditado a la decisión de la reunión extraordinaria
de capitanes y subcapitanes. Por su parte, los dirigentes sostienen a
excepción del presidente de Boca, Mauricio Macri, quien presentó
la semana pasada su propio plan de salvataje del fútbol argentino
que esta propuesta es la mejor y última alternativa, y que la única
manera de encontrar una puerta de salida de este conflicto es con el comienzo
de los torneos y sus respectivos ingresos.
La decisión final la tienen los jugadores, aunque los dirigentes
estudian echar mano a una última opción si el acuerdo no
se concreta: comenzar el torneo con juveniles, una decisión que
podría desatar otro conflicto.
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