Por
Laura Vales
Los piqueteros quieren cerrar su tercera semana de protestas con una imagen
fuerte: la de chicos y maestros desarrollando sus clases en el centro
de los cortes de rutas y avenidas. Por eso desde mañana (y hasta
el jueves) los docentes del conurbano, acompañados por los padres
y madres que no tienen trabajo, van a empezar a sacar a la calle bancos
y pizarrones. La idea es armar aulas en los piquetes, como una manera
de expresar que no habrá un país mejor si no se atiende
la educación, indicó ayer Juan Carlos Alderete. En
lugar de gomas humeando, entonces, es probable que se vean guardapolvos
y tizas.
La iniciativa promete hacerse notar sobre todo en la provincia de Buenos
Aires, donde el reclamo de los piqueteros va a coincidir con el paro de
72 horas de los docentes del Suteba. Los maestros bonaerenses, al igual
que los desocupados, comenzarán su medida de fuerza en la mañana
del martes y la extenderán hasta el jueves a la noche.
Los desempleados quieren mostrar símbolos claros de que su pelea
no se circunscribe a conseguir o mantener planes de empleo de 120 pesos
mensuales. Hasta ahora, la realidad se encargó por su cuenta de
generarlos. Y lo hizo de la manera más cruda: en el primer día
de cortes, mientras todo el país se preguntaba si estallidos de
violencia o represión, los piqueteros tuvieron que velar a una
nena de 10 años, que murió por la complicación de
una apendicitis mientras la trasladaban de un hospital a otro por falta
de insumos.
Ahora esperan clausurar los piquetes con una nueva marcha a la Plaza de
Mayo en que la que se vean muchas caras jóvenes. La movilización
se hará el jueves y las columnas de desocupados serán acompañadas
por los estudiantes de la Federación Universitaria Argentina, los
secundarios y las juventudes de la Central de Trabajadores Argentinos
y la Corriente Clasista y Combativa.
También quieren convocar, antes de que termine la semana, a un
segundo congreso nacional de desocupados de todo el país. El encuentro
tendrá como fin lanzar nuevas medidas y se realizará el
4 de septiembre en San Justo, en el mismo lugar donde se realizó
el primer encuentro nacional de piqueteros.
Luis DElía y Juan Carlos Alderete convocaron a una conferencia
de prensa para esta tarde, en la iglesia del Sagrado Corazón de
La Matanza, en la que difundirán otras características de
la última semana de su plan de lucha. Es muy probable que allí
también se de a conocer un réplica a la denuncia que realizó
el jueves pasado la ministra de Trabajo Patricia Bullrich, sobre supuestas
irregularidades en la distribución de los planes de empleo.
Los dirigentes están reuniendo documentación para desmentir
una serie de auditorías que señalaron la ausencia de los
beneficiarios en sus lugares de trabajo. La desmentida, según anticiparon
ayer, estará centrada en marcar que Bullrich habría enviado
a los inspectores a controlar proyectos que finalizaron a finales de julio.
En la Capital Federal y en el territorio bonaerense, los tres días
de cortes van a confluir con un nuevo paro de los estatales nucleados
en ATE. Todavía no está definido si en la ciudad de Buenos
Aires habrá asambleas con interrupción del tránsito.
El miércoles, los trabajadores de ATE tienen previsto movilizarse
frente a la Jefatura de Gabinete. En el interior, el reclamo volverá
a sentirse en Neuquén, Río Negro y Misiones.
El clima de la semana de protesta tendrá hoy algunos anticipos.
Al mediodía, los docentes provinciales van a reunirse frente a
la Casa de la Provincia de Buenos Aires para mostrar sus recibos de sueldo.
El titular de Suteba, Hugo Yaski, anticipó que hay maestros
que cobraron sólo 230 pesos, a pesar de que la gobernación
anunció que los recortes tendrían un piso de 720.
En casi todas las escuelas los maestros mantendrán reuniones con
los padres para explicarles la situación y pedirles su apoyo. Además
delrechazo al ajuste y al pago con patacones, los maestros de la provincia
quieren difundir el gravísimo momento por el que están pasando
cientos de comedores escolares que dejaron de recibir alimentos.
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