Terror en
Israel
El conflicto palestino-israelí
pasó esta semana otro umbral de violencia. El jueves, un atentado
suicida palestino mató a 18 personas en pleno mediodía en
una pizzería del centro de Jerusalén. Ayer, otro atentado
suicida en un café en Haifa dejó 15 heridos. Israel respondió
en forma política: tomó la Casa de Oriente, sede de la Autoridad
Palestina en Jerusalén.
Jerusalem Post
Hace ocho años desde lo que se llamó la
ruptura histórica de Oslo que la Autoridad Nacional
Palestina y su líder, Yasser Arafat, están practicando un
doble juego. Mientras firma acuerdos y habla de paz frente a los diplomáticos
y los periodistas, por otro lado, usa el lenguaje de la guerra santa y
del odio para la audiencia árabe y crea un estado terrorista equipado
y entrenado para asesinar (...) Llegó la hora de ponerle un fin
a esta doble estrategia. Arafat debe decidir si quiere la paz o la guerra
y actuar en consecuencia. La opción de la paz aún está
abierta pero las dificultades crecen constantemente. Con cada terrorífico
ataque, las palabras palestinas sobre la paz cada vez son menos creíbles.
(Gerald M. Steinberg)
Israel Insider
Después de la masacre de la pizzería en Jerusalén,
algunos creyeron que Israel iría a responder con un acto similar
de violencia. Se equivocaron. (...) Mientras tanto, Israel usó
la oscuridad de la noche para cambiar el balance de poder en Jerusalén
(...) Israel está bajo una presión terrible para devolver
la Casa de Oriente a los palestinos. Pero no habría que apurarse.
En la medida en que los palestinos no cumplen su parte y no combaten el
terrorismo, las vastas concesiones que ha hecho Israel son nulas y vacías.
Si ellos no controlan el terrorismo, tampoco podrían controlar
su propio territorio (...) Cada vez más, los israelíes comprenden
que el único lenguaje que entiende Arafat es el de la fuerza. (Reuven
Koret)
Haaretz
¿Cómo rompemos este terrible círculo vicioso,
que ahora parece sin final? Desde el comienzo de la intifada, hace diez
meses, Israel sólo intentó un curso de acción: la
fuerza (...) Ha llegado el momento de reconocer que el experimento fue
un fracaso (...) Aunque suene muy extraño en las actuales circunstancias,
es tiempo de concesiones generosas. En lugar de atacar con aviones y de
izar la bandera israelí sobre la Casa de Oriente (una respuesta
para la opinión pública, pero sin sentido), Israel debería
encabezar una iniciativa política a gran escala que permita al
liderazgo palestino darle a su pueblo una buena razón para combatir
el terrorismo. Esto también dará alguna esperanza a los
israelíes. (Gideon Levy)
Salvando
la ropa
La Autoridad
Palestina ordenó la evacuación de la mayoría de sus
sedes temiendo una respuesta militar israelí y arrestó este
fin de semana a varios miembros de Hamas, que se atribuyó el atentado
en Jerusalén, algo que Israel viene exigiendo repetidamente. Yasser
Arafat inició una ofensiva diplomática para que Israel desaloje
la Casa de Oriente.
Palestine Times
Uno no puede sino indignarse ante la actitud fútil de la Autoridad
Palestina, que dedica una atención y una energía desproporcionadas
a cuestiones secundarias como el informe de la Comisión Mitchell,
las recomendaciones de Tenet, el emplazamiento de observadores y otras
minucias, lo que lleva a ofuscar el eje del asunto: la continuación
de la ocupación militar sionista en flagrante desdén de
las leyes y normas internacionales. ¿Deben los líderes palestinos
seguir engañándose a sí mismos y a su pueblo esperando
que EE.UU. ejerza presión sobre Israel? ¿No entienden Arafat
y sus asesores que la relación entre Israel y EE.UU. es como la
del organillero y el mono, donde el primero dicta al segundo? (Editorial)
Jordan Times
Los palestinos entendieron las lecciones del pasado. Si Israel cree
en la fuerza, también lo hacen ellos. Si los israelíes matan
a los palestinos, los israelíes serán asesinados. Si estas
lecciones son crueles, si las víctimas son completamente inocentes,
el principio es el mismo: si nos matan los mataremos (...) Guerra
es la mejor palabra para describir la crueldad creciente de este conflicto.
Recuerda el comienzo de la guerra de Argelia en 1954. El conflicto comenzó
con el corte de carreteras y vías de tren por parte de los argelinos
contra sus colonizadores, piedras contra los franceses y reacciones desproporcionadas
de estos últimos. Después vinieron los ataques aéreos,
muerte de inocentes, torturas y terrorismo de Estado. (Robert Fisk)
Arabic Media
Internet Network
Ahora debemos dejar atrás la deshumanización de la
otra parte y revivir la opción de una paz justa que ofrezca una
promesa de futuro a los dos pueblos. Los dos lados han cometido errores
durante el pasado año, pero ya tuvimos suficiente de acusaciones
y culpabilizaciones mutuas. Los dedos acusadores no señalan el
camino de la paz. Lo que se necesita de inmediato es la plena implementación
de las recomendaciones de la Comisión Mitchell, incluyendo el cese
de la violencia, el congelamiento total de la colonización, la
implementación de los acuerdos preexistentes y un regreso a las
negociaciones sobre el acuerdo definitivo. Todo esto debe ser monitoreado
por un tercero objetivo. (Yasser Abed Rabbo, ministro palestino, y Yossi
Beilin, ex ministro israelí)
Washington
bifronte
Sea por división
del trabajo o por divisiones dentro del gobierno norteamericano, hubo
dos reacciones de Washington. Mientras el presidente norteamericano George
Bush llamaba a Arafat a condenar el hecho y a hacer más para controlar
el terrorismo palestino, el secretario de Estado Colin Powell condenó
en duros términos la ocupación israelí de la Casa
de Oriente.
The New York
Times
La creciente violencia en Medio Oriente es horripilante, pero el
liderazgo palestino no parece dispuesto a controlarla, e Israel, pese
a todo su poder militar, parece incapaz de detenerla. Yasser Arafat puede
no ser capaz de prevenir cada ataque terrorista palestino contra los israelíes,
pero dispone de formidables medios persuasivos y policiales a su disposición.
Arafat no puede presentarse a los israelíes y los norteamericanos
como el líder del pueblo palestino y luego decir que es impotente
para ordenar y poner en vigor un cese del fuego. Al no impedir el terrorismo,
juega a favor de los israelíes que apoyan los asesinatos selectivos.
EE.UU. debe persuadirlo de que un cese del fuego es necesario para seguir
adelante. (Editorial)
Libération
El horror, como se temía desde hace días, llegó
puntual a su cita en Jerusalén. Despedazando los cuerpos de los
civiles tranquilamente sentados en una pizzería, pero también
haciendo volar en pedazos los cálculos de Ariel Sharon: obtener
un descenso del terrorismo palestino decapitando las organizaciones palestinas,
tanto Hamas como la Jihad Islámica o Al Fatah, gracias a la eliminación
selectiva de sus responsables. Según este razonamiento,
los terroristas candidatos al suicidio acabarían por encontrarse
aislados, sin un apoyo material competente, incapaces de sembrar la muerte,
menos en el caso de que ésta fuese la suya. Ahora bien, lo mínimo
que puede decirse es que este plan ha fracasado. (Jacques Amalric)
The Guardian
Lejos de responder al atentado suicida en Jerusalén con una
respuesta armada masiva, como muchos temían, el gobierno de Ariel
Sharon lanzó una respuesta política sobre la Autoridad Palestina
de Yasser Arafat (...) La operación contra la Casa de Oriente es
una prueba provocativa de la determinación de Sharon de mantener
a Jerusalén entera dentro de la soberanía israelí.
Es una manera de recordarle a todo el mundo su oposición a las
concesiones de los Acuerdos de Oslo (...) La relativa contención
que muestra Israel en el plano militar no significa que tenga las manos
libres para deshacer una década de esmerada diplomacia. ¿Pero
dónde está esa diplomacia ahora? Aquí hay un conflicto
sin remedio inmediato. (Editorial)
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