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RUSIA VOLVIO A �RECHAZAR� EL ESCUDO ANTIMISILES
Cuando digo no,
es no, o no sé

Sonrisas duras entre Donald Rumsfeld (izq.) y Vladimir Putin.
El norteamericano viajó a Moscú para hablar del escudo antimisiles.

Por Rodrigo Fernández *
Desde Moscú

El presidente ruso Vladimir Putin rechazó la idea de que Washington y Moscú salgan conjuntamente del tratado ABM antimisiles de 1972, como pretende el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld. Rumsfeld, de visita oficial en Moscú, expuso ante el presidente ruso, Vladimir Putin, y su ministro de Defensa Serguei Ivanov la posición de Estados Unidos, que aboga por el fin del citado tratado para poder desplegar su escudo nuclear sin enemistarse con Rusia. A pesar del rechazo del Kremlin a la proposición norteamericana, en Moscú hay un ambiente de optimismo y muchos expertos piensan que ambos países llegarán a un compromiso. Al fin y al cabo, Rusia terminará por aceptar modificaciones al tratado de 1972 o por firmar un nuevo acuerdo.
Putin repitió que Rusia considera que el tratado antimisiles es la piedra angular en la que se basa el desarme y el fundamento en el que descansan los acuerdos START-I y START-II de reducción de armas estratégicas. Es decir, que el abandono del tratado de 1972 significaría, según el Kremlin, el fin de los acuerdos sobre armas nucleares, lo que indudablemente se traduciría en una menor seguridad internacional. Rumsfeld, por su parte, volvió a argumentar que �ser vulnerables a ataques de misiles balísticos de países como Irán, Irak o Corea del Norte no es una política responsable� y confirmó que Estados Unidos piensa salirse en los próximos meses del tratado ABM de 1972.
El presidente ruso se mostró abierto a dialogar sobre los planes norteamericanos, pero dijo que para ello es necesario �obtener los parámetros técnicos y militares de las proposiciones� hechas por Rumsfeld. �Rusia confía en que el alto nivel de las negociaciones rusoestadounidenses conduzca a una solución en la esfera de las armas ofensivas y los sistemas defensivos�, declaró Putin. Rumsfeld reiteró que Estados Unidos está dispuesto a reducir sus armas estratégicas independientemente de lo que Rusia haga. El Kremlin, principalmente por razones económicas, desea que las cabezas nucleares sean reducidas a 1500 por parte. El START-II prevé un techo de 3500 ojivas para el 2007.
Rumsfeld subrayó, además, que si bien es cierto el tema de defensa es muy importante, el principal objetivo de Washington es establecer una nueva y más amplia relación con Rusia, con el fin de acercarla a la comunidad de democracias occidentales y alejarla de países comunistas como Corea del Norte y Cuba. Las negociaciones ruso-estadounidenses continuarán próximamente con la reunión de los titulares de Defensa en Nápoles en septiembre, con la de los ministros de Exteriores en Nueva York ese mismo mes y con dos cumbres entre Putin y George Bush: una también en septiembre, en Shanghai, y otra prevista para noviembre en Texas, en el rancho del presidente norteamericano. 
Por otro lado, la construcción del escudo antimisiles choca con la reducción de impuestos, la principal promesa electoral de George Bush. Rumsfeld tiene tiempo hasta el 30 de septiembre, día en que debe presentar el plan de defensa en los próximos cuatro años ante el Congreso, para decidir qué gastos militares recorta. Tiene que recaudar nada menos que 8300 millones de dólares para el primer tramo del escudo antimisiles. Y una de las opciones que maneja es la reducción de las tropas en Europa y Asia.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

 

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