Por Nicholas Wood y
Richard Norton-Taylor *
Desde Skopje y Londres
Los principales partidos políticos de Macedonia firmaron ayer un acuerdo para poner fin la guerra de guerrillas que ya lleva seis meses, en medio de temores de que la lucha pueda reanudarse. La firma llevada a cabo por los principales líderes étnicos de Albania y Macedonia fue observada por el secretario general de la OTAN, George Robertson, y por el enviado de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Javier Solana, en una ceremonia en la residencia del presidente Boris Trajkovski. El �acuerdo marco�, diseñado para darles mayores derechos constitucionales a los albaneses, prepara el camino para el desarme del rebelde Ejército de Liberación Nacional (UCK) con la ayuda de las tropas de la OTAN dirigidas por los británicos. Robertson dijo que el acuerdo era �un hecho histórico para la historia de Macedonia. Esta día marca la entrada de Macedonia a la Europa moderna�. Pero advirtió que tendría que haber un �cese de fuego durable� antes que las tropas de la OTAN pudieran desplegarse.
�Claramente, debe haber un cese de fuego sustentable e indicaciones claras de los insurgentes de que están hablando en serio cuando se hablan de un completo desarme y de entregar sus armas y municiones a las tropas de la OTAN cuando éstas lleguen,� dijo. Según los planes de la OTAN, la Brigada de Asalto 16ª de Gran Bretaña encabezará la misión, estrictamente limitada a recolectar las armas entregadas voluntariamente por los rebeldes de UCK. Unos 1800 soldados británicos, incluyendo paracaidistas, serán desplegados en Macedonia. Se les unirán tropas de otros estados de la OTAN, incluyendo Francia, Italia y Grecia para formar una fuerza combinada de más de 3500 hombres. Los gobiernos de la OTAN insisten en que sus tropas entrarán a Macedonia solo después que se hayan cumplido una serie de condiciones, y que la misión deberá tener una duración limitada. La OTAN está hablando de un máximo de 30 días, pero los comandantes militares aceptan en privado que sería difícil y peligroso ponerle un límite de tiempo tan estricto a la misión.
Un vocero de la OTAN en la capital Skopje recalcó que el gobierno tendrá que amnistiar a miembros de la UCK antes que de que comiencen las preparaciones para el despliegue de las fuerzas aliadas. El Ejército macedonio atacó pueblos a cinco millas de la capital Skopje hasta la 0.30 del lunes, horas antes de la tregua unilateral pedida por el gobierno. Desde el centro de Skopje se podían oír las explosiones y los relámpagos de luz. Un vocero del gobierno también acusó a la guerrilla de provocar a tropas cerca de Kumanovo, a 20 millas al noroeste de la capital. El gobierno tiene 45 días para convencer al país de la necesidad de hacer los cambios necesarios en la Constitución. Estos incluyen hacer del albanés un idioma oficial, aumentar el número de albaneses en la policía y dar mayores responsabilidades a las autoridades locales.
Una ola de ataques de uno y otro lado contra civiles y combatientes mató a por lo menos 31 personas en los últimos siete días y convirtió en algo casi irrelevante, para muchos en ambas comunidades, la ceremonia de la firma del acuerdo. Se informó que ocho civiles albaneses resultaron muertos en el pueblo de Ljoboten, cinco millas al norte de Skopje, durante el fin de semana. Los testigos informaron haber visto a por lo menos tres civiles muertos a disparos y otros golpeados por una multitud enojada por la muerte de ocho soldados macedonios en la explosión de una mina cerca del pueblo el viernes pasado. Los habitantes del pueblo negaron que soldados del UCK estuvieran en el área.
Dilaver Fatahu dijo que su familia se ocultó en el sótano desde el viernes hasta el domingo mientras las fuerzas del gobierno bombardeaban el pueblo. Dilaver dijo que él y su padre salieron de su sótano y escaparon mientras la policía comenzó a registrar Ljoboten el domingo, pero fueron golpeados y detenidos en el puesto policial en el pueblo de Radisan. Dijo que un policía le ordenó que se acostara en el suelo. �Dijo �No te muevaso te mato�. Luego llamó a un grupo del pueblo. Vinieron y comenzaron a patearme y golpearme. Luego caí inconsciente.�
Dijo que se despertó en el hospital donde lo tenían con las manos y los pies atados antes de tirarlo, junto con su padre y otro hombre, en los bosques cercanos a Skopje.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère
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