Las Lecop ya tienen quién
las reciba. La provincia de Buenos Aires suscribió ayer el convenio
con la Nación para utilizar dichos títulos de deuda en sus
pagos a proveedores y empleados. El nuevo instrumento reemplazará
paulatinamente a los también flamantes patacones hasta su extinción,
que aun antes de haber sido puestos en circulación ya tienen firmado
su certificado de defunción. La Nación busca, con las Lecop,
evitar un festival nacional de bonos provinciales, que amenazan brotar
como hongos ante la necesidad de hacer frente a los déficit fiscales
de cada jurisdicción en los próximos meses. Pese a que equivale
a una emisión monetaria paralela, el monto que se pondrá
en circulación será limitado, buscando así evitar
su desvalorización prematura. El gobernador bonaerense, Carlos
Ruckauf, aseguró ayer que a partir de este acuerdo con la Nación
ningún trabajador del Estado provincial tendrá que
aceptar que cada patacón valga menos de un peso.
La Nación aceptará el pago de impuestos a través
de patacones, lo cual aceitará su circulación al mejorar
su aceptación, según se prevé. Cuando el fisco nacional
los reciba, los atesorará y le entregará a la provincia
de Buenos Aires, como parte de pago de los impuestos coparticipables,
un valor similar en Lecop. La provincia podrá utilizar ese instrumento,
con respaldo del Fondo Fiduciario del Desarrollo Provincial, para el pago
a proveedores y empleados estatales.
La mayor o menor aceptación que puedan tener los patacones o las
Lecop en el comercio o para el pago de servicios ocupó buena parte
de las preguntas que debió responder ayer Ruckauf, en la conferencia
de prensa que brindó junto al ministro de Economía, Domingo
Cavallo, y al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, en el Palacio de Hacienda.
Después de mucho insistir con respecto a que ningún estatal
bonaerense deberá aceptar un cambio inferior al uno por uno por
sus patacones, el gobernador recurrió al lenguaje llano para explicarlo:
los patacones van a ser aceptados, porque como hay una gran malaria
(sic), los comerciantes necesitan vender.
Ruckauf admitió que le reclamó al radicalismo y el Frepaso
bonaerenses, que controlan la mayoría en las cámaras legislativas
de la provincia, que consideren la posibilidad de modificar la ley de
creación del patacón, para modificar la composición
de pesos y bonos que cobra cada empleado. La preocupación
es por los agentes de salario medio o alto que puedan tener obligaciones
mensuales por alquiler o pago de cuotas de préstamos, por ejemplo,
por un valor similar o superior al que reciben en efectivo (730 pesos
menos los descuentos). Aunque hasta ahora ni los propietarios de viviendas
en alquiler ni los bancos han demostrado predisposición a cobrar
en bonos, Ruckauf consideró que es fundamental este acuerdo
con la Nación para hacer más factible esa aceptación.
Entre los analistas hay coincidencia en que el nuevo bono nacional no
es una medida sana dentro de la convertibilidad, ya que la ensucia
con emisión encubierta y sin respaldo en reservas internacionales.
Pero también aceptan que es una solución mejor que la circulación
de múltiples títulos de deuda provinciales. En uno y otro
caso, sin embargo, la realidad es que se está cubriendo déficit
fiscal (provincial) con emisión. Pero hasta el momento sólo
la provincia de Buenos Aires aceptó reemplazar sus títulos
provinciales por las Lecop. El gobierno de Catamarca, aliancista, admitió
ayer a través de su ministro de Economía que las Lecop serán
una alternativa para sustituir a los títulos públicos
locales en circulación, pero señaló que si la Legislatura
provincial le aprueba al Ejecutivo la emisión de títulos
al portador, Catamarca no adherirá al bono federal.
Rechazo de aliancistas
Los gobernadores aliancistas de Chubut, José Luis Lizurume,
y de Chaco, Angel Rozas, rechazaron en principio las Letras de Cancelación
de Obligaciones Provinciales (Lecop) que el gobierno nacional ofreció
emitir para el pago a proveedores y empleados de las provincias.
Lizurume advirtió que no lo considera oportuno
para su provincia. El mandatario chubutense explicó que no
es de ninguna manera aplicable, porque si se pagan impuestos con
el bono federal (Lecop) y ese monto se reintegra a través
de la coparticipación, nuestra posibilidad de manejo de fondos
se vería reducida y nosotros estamos muy en el límite.
Aseguró además que su provincia no piensa implementar
un bono que reemplace al dinero. Rozas, en cambio, manifestó
que todavía faltan definir muchas cuestiones técnicas
como para que estemos en condiciones políticamente de decir
si son, o no, convenientes los bonos. En principio no
creo conveniente pagar en el Chaco (los salarios) con bonos, no
querría hacerlo de ninguna manera, opinó, pero
creo, con toda sinceridad, que si la Nación no encuentra
una solución apropiada, lamentablemente nos están
llevando a un camino sin salida.
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CONJUECES
EVALUAN LOS PATACONES
No tengo los pesos
Un tribunal creado especialmente
para resolver la viabilidad del pago con patacones comenzó a sesionar
ayer en el edificio de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, con el
fin de dar una respuesta a los planteos judiciales que frenaron el pago
con esos bonos. La reunión era atentamente esperada por el oficialismo,
ya que el propio gobernador provincial, Carlos Ruckauf, admitió
que, más allá de los fallos judiciales, es imposible
pagar de otra manera que no sea a través de los patacones porque
no hay billetes circulantes.
Ruckauf advirtió yo no puedo pagar en pesos porque no los
hay, como no podría pagar el Estado Nacional más allá
de aquello le ha fijado la ley ahora, que han dado en llamar déficit
cero. Y aseguró que la circulación de los patacones
va ser idéntica a la de un billete de banco y aseguró
que toda la cadena de pagos se podrá hacer perfectamente
con esos bonos.
El cuerpo ad hoc está conformado por nueve conjueces, y están
presididos por el titular del Tribunal de Casación bonaerense,
Federico Domínguez. La situación de crear un tribunal especial
está basada en la resolución del juez laboral número
5 de Lomas de Zamora, Claudio Andino, que hizo lugar a recurso de amparo
presentado por gremios estatales para que no se le pagara a los empleados
parte de sus salarios en patacones, según quedó establecido
en una ley provincial de ajuste. Esta decisión del juez del fuero
del Trabajo fue apelada por la Fiscalía de Estado de la Provincia
de Buenos Aires y entonces la fue trasladada a la Suprema Corte de Justicia.
Pero el alto tribunal se declaró incompetente aduciendo que parte
de sus haberes también los percibía en patacones. Y, cuando
se le dio traslado a Casación, los integrantes de ese cuerpo también
se excusaron aduciendo los mismos motivos.
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