Argentinos por una República de Iguales (ARI), el partido de Elisa Carrió, pasará a llamarse Alternativa por una República de Iguales porque la Justicia no permite que la palabra “argentinos” forme parte del nombre de un partido político. El flamante matrimonio entre el cavallismo y el menemismo porteño –sí, leyó bien– llevará el nombre de Unión por Buenos Aires. Y, por enésima vez, se frustró un intento de convergencia de la izquierda: el Partido Obrero e Izquierda Unida se acusan mutuamente del fracaso de las gestiones para formar un frente. Esas fueron las novedades de ayer, día en el que venció el plazo legal para la presentación de las alianzas electorales transitorias que competirán en las elecciones legislativas del 14 de octubre, en las que también pelearán el Polo Social, el frente peronista de Gustavo Beliz y el resto de los partidos de izquierda. La presentación de los candidatos vence el 25.
Un operador del ARI, el partido que fundó Elisa Carrió, contó a este diario que ayer presentaron ante la Justicia el armado en todo el país de lo que ellos denominan su “herramienta política”, que está integrada por el partido socialista democrático, por sectores de otros partidos y políticos nacionales y por partidos provinciales y vecinales. En aproximadamente 15 provincias, el ARI se presentará como alianza electoral y en el resto del país le pedirá a otro partido (que podrá ser el PI, el MID o el Frente Grande) que inscriba al ARI con un nombre de fantasía y le preste una personería jurídica. En La Pampa, la productora Joaquina Moreno, dirigente del Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha, será candidata a senadora nacional. La presentación oficial en esa provincia está prevista para el jueves, con la presencia de todos los candidatos de la lista. El diputado provincial Oscar Santamarina, disidente del Frepaso pampeano, consideró que “el ARI puede hacer una gran elección en La Pampa, porque los candidatos que ofrecen los partidos tradicionales ya anunciaron que responden estrictamente al modelo impuesto por Fernando de la Rúa. Así que los únicos opositores en esta provincia seremos nosotros”.
Tal vez una de las alianzas más bizarras de esta elección sea la que conformaron el cavallismo porteño con el menemismo. Bizarra porque Domingo Cavallo es el ministro de Economía de la Alianza y no del PJ, y porque Cavallo se peleó con Carlos Menem en 1996 protagonizando un escándalo que es de público conocimiento. Pero business are business, sobre todo en política, y el dirigente justicialista Daniel Scioli y Alfredo Castañón, el secretario Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, se pusieron de acuerdo para conformar listas conjuntas. El flamante engendro se llama Unión por Buenos Aires.
Y ante el histórico fracaso de la unidad de la izquierda, que esta vez protagonizaron el Partido Obrero e Izquierda Unida, ambas agrupaciones irán a las urnas por separado. No sin antes haber protagonizado un duelo de solicitadas en los diarios acusándose mutuamente de poner obstáculos para llegar a un acuerdo razonable.
El 14 de octubre, los porteños podrán elegir también votar por la Alianza, en cuyo caso deberán votar para senador a Rodolfo Terragno, o al Polo Social, que promueve la candidatura de Antonio Cartañá, o a Gustavo Beliz y el sector del PJ porteño no menemista; o al Partido de los Trabajadores por el Socialismo o al Movimiento al Socialismo (MAS), que al cierre de esta edición trataban de sellar un acuerdo.

PRINCIPAL