Por Santiago Rodríguez
Aníbal Ibarra y Rodolfo
Terragno delinearon ayer el trazo grueso de la campaña de la Alianza
en la Capital Federal: volver a las fuentes, reivindicar la coalición
tal como fue fundada y con sus propuestas económicas originales
y exponer que lo ha venido haciendo en la ciudad. El jefe de gobierno
porteño y el flamante candidato a senador del radicalismo en el
distrito acordaron también que la sociedad entre radicales y frepasistas
se presentará a las elecciones bajo el nombre Alianza 2001, que
las listas se integrarán intercalando dirigentes de cada una de
las fuerzas y que el Frepaso encabezará la nómina de candidatos
a diputados, mientras que la UCR liderará la de senadores.
La reunión que Ibarra y Terragno mantuvieron en el despacho del
frepasista en el primer piso de la Jefatura de Gobierno porteño
los mostró como los hombres que fijarán los ejes y conducirán
la campaña aliancista en la ciudad. A sólo 48 horas de la
victoria del radical en la interna que puso fin a la hegemonía
delarruista de años en el distrito, los dos posaron para la foto
después de tomar las primeras decisiones de la coalición
de cara a las elecciones del 14 de octubre próximo.
Tenemos la gran responsabilidad de reconstruir la Alianza y coincidimos
en la necesidad de volver a las fuentes y reivindicar la coalición
tal como fue fundada, contó Terragno a Página/12 a
la salida del encuentro. La intención es ir a las elecciones
con la mirada puesta hacia adelante porque pueden ser una herramienta
que la gente demanda, necesita y se merece, opinó el jefe
de gobierno porteño.
Ibarra y Terragno habían mantenido una primera conversación
el lunes por la mañana, cuando el frepasista lo llamó para
felicitarlo por su triunfo sobre el precandidato a senador del oficialismo
radical, Facundo Suárez Lastra, y entonces quedaron en verse. El
presidente del bloque de la Alianza en la Legislatura porteña,
el frepasista Ariel Schifrin, y su segundo en la conducción de
la bancada, el radical Cristian Caram, organizaron el encuentro y se sumaron
una vez finalizado el tramo a solas que en un principio compartieron los
protagonistas de la reunión.
Apurados por el vencimiento del plazo para anotar las coaliciones electorales,
que cerró ayer a las 24, una de las primeras cosas que Ibarra y
Terragno resolvieron fue que radicales y frepasistas se presentarán
a las elecciones bajo el nombre de Alianza 2001. Después ratificaron
un acuerdo tácito: que en las listas de candidatos se intercalarán
dirigentes de ambas fuerzas. También definieron que Terragno encabezará
la boleta de senadores y que el Frepaso ocupará el primer lugar
en la de diputados.
Es casi un hecho que María América González irá
primera en la lista de diputados. González dudaba en buscar la
renovación de su banca desde esa posición, pero la victoria
de la oposición en la interna radical tornó más atractivo
el ofrecimiento de Ibarra para que ocupe ese lugar.
Una alternativa para secundar a Terragno es Nilda Garré, aunque
en el entorno del jefe de Gobierno analizan ahora la posibilidad de jugar
una carta propia, ya barajada en algún momento: Vilma Ibarra. La
razón es que en la administración porteña consideran
que el triunfo en octubre está al alcance de la mano a partir de
la decisión de Elisa Carrió de no postularse como senadora.
Todo salió redondo, ganó Terragno, se bajó
Lilita y encima el cavallismo se alió al menemismo. Ahora, y más
después del congreso del Frente Grande donde fuimos nosotros los
que bancamos la posición de ir en la Alianza sin saber cómo
saldría la interna radical, de la primera a la última candidatura
pasará por el escritorio de Aníbal, dijo a este diario
un alto funcionario del gobierno porteño.
La sensación de que la victoria es posible también se instaló
en la UCR y estuvo presente en la reunión entre Ibarra y Terragno.
Con Terragno y María América que nos agarren ahora,
se entusiasmó un radical.
Los ejes de campaña esbozados por Ibarra y Terragno no desentonaron
con su prédica. La idea es aprovechar el megáfono
porteño, porque no es lomismo hacer campaña acá que
en una provincia, para plantear un proyecto de país sobre la base
de una política económica distinta a la del Gobierno,
comentó el radical. Aportaremos el sello de la ciudad, donde
la Alianza se mantuvo según su origen, acotó el frepasista.
Policías acuartelados
Más de trescientos policías de las ciudades rionegrinas
de General Roca, Cipolletti y Villa Regina se encontraban hasta
anoche en estado deliberativo en rechazo al ajuste salarial.
El gobierno provincial advirtió que no habrá diálogo
con los uniformados rebeldes hasta que no depongan su actitud.
El ministro de Gobierno, Esteban Rodrigo, minimizó la medida
al indicar que serían unos 60 efectivos los que
protestan, aunque fuentes policiales indicaron que los uniformados
en estado deliberativo son unos 200 en Cipolletti y
120 en Roca. A ese grupo se sumaron anoche los policías de
la Unidad Regional 5 de Villa Regina, según confirmó
el secretario de Gobierno provincial Fabio Rey. Durante toda la
jornada, los policías no dieron marcha atrás en su
protesta de modo tal que el ministro Rodrigo se reunió con
la plana mayor de la fuerza y el secretario de Seguridad de la provincia,
Rolando Martín, para analizar la situación. La protesta
comenzó el lunes en la comisaría cuarta de Cipolletti
y luego se extendió al resto de las unidades de esa ciudad
y a las de General Roca. Los policías rechazan recibir una
parte de sus salarios con vales y que se les hayan recortado las
asignaciones familiares, y piden que les abonen sus haberes sin
retrasos.
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