El proyecto para soterrar el
ex ferrocarril Sarmiento y reemplazar las vías por espacios verdes
para la zona oeste porteña avanza a paso firme: ayer, el jefe de
Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, presentó en sociedad
el programa Corredor Verde del Oeste (CVO), elaborado en forma conjunta
por las distintas agrupaciones de vecinos de la zona y un equipo de la
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. La obra
consiste en trazar un tendido ferroviario bajo tierra, desde Caballito
a Liniers, para eliminar 21 pasos a nivel, que están cerrados,
en las horas pico, 45 minutos por hora, y que ocasionan 140 accidentes
de tránsito por año. De la presentación participó
el ministro de Infraestructura de la Nación, Carlos Bastos, quien
anunció a Página/12 que en dos meses comienza el proceso
licitatorio.
Tal como adelantó este diario el 20 de mayo, el programa de construcción
del CVO tiene un plazo estimado de 8 años. Durante la primera etapa
se realizará el soterramiento de dos pares de rieles. El costo
estimado de este tramo ronda los 85 millones de pesos, costo que será
financiado por el Plan de Infraestructura. Esta etapa deberá estar
concluida en 18 meses, a partir de mayo de 2002, mes previsto para el
comienzo de la obra. En la segunda fase del programa se construirán
otros dos pares de rieles, que implicarán un gasto similar.
El proyecto suprimirá los 21 pasos a nivel que actualmente existen
entre las estaciones Liniers y Once del ex ferrocarril Sarmiento; elevará
de 8 a 75 las hectáreas de espacios verdes en la franja oeste de
la ciudad, y apunta a mejorar la calidad de vida de 450 mil vecinos que
viven en el área de influencia del corredor.
En la mitad de su recorrido, los trenes circularán por un túnel;
el otro 50 por ciento se hará en una trinchera construida a cielo
abierto. La obra podrá techarse por completo después de
que la concesionaria del servicio (TBA) reemplace por trenes eléctricos
las locomotoras diesel que brindan el servicio de cargas.
Según el secretario de Planeamiento Urbano de la Ciudad, Enrique
García Espil, el CVO responderá a dos antiguos pedidos de
los vecinos: mayor superficie de espacios verdes y ordenamiento del tránsito.
El funcionario señaló ayer a Página/12 que la
parquización costará unos 70 millones de dólares
y estará a cargo de la Ciudad. Ya se está trabajando en
el sector de la plaza Giordano Bruno, en Caballito, que se integrará
al futuro espacio verde de los ex terrenos ferroviarios. También
adelantó que en las próximas semanas se enviará a
la Legislatura el proyectos elaborado por los vecinos para Once y Balvanera.
Los parques del Corredor Verde estarán surcados por 8 kilómetros
de ciclovías, y tendrán bosquecitos de tipas y otras especies.
A la altura de Flores, las áreas verdes se complementarán
con dos calles laterales de circulación restringida: Yerbal y Venancio
Flores, con pavimento articulado similar al de las peatonales
y reductores de velocidad. El arquitecto Jaime Grinberg, que coordinó
el equipo de la FADU, indicó que además se remodelarán
las estaciones y se aprovecharán los espacios debajo de la autopista
Perito Moreno.
Grinberg destacó el aporte de las asociaciones vecinales: Sólo
tuvimos que hacer precisiones técnicas, y luego compatibilizar
los proyectos que ellos presentaron, dijo. El más elaborado
fue el del llamado Parque de la Estación Once, desarrollado por
la Asociación de Vecinos de Almagro, Once y Balvanera. Allí,
las vías ya corren bajo nivel: sólo resta colocar una losa,
y sobre ella, un parque.
LOS
LADRONES QUE HUYERON A NADO
Escapando de los perros
Como si se tratara de una escena
protagonizada por Moe, Larry y Curly, tres ladrones que intentaron asaltar
un comercio de insumos de computación se vieron en apuros cuando
tuvieron que escapar de la policía, que los sorprendió a
ellos y a sus dos cómplices con las manos en la masa. Los
asaltantes en fuga tuvieron que trepar a la azotea del local en cuestión,
ubicado en el barrio porteño de Núñez, luego saltó
hacia el jardín de una vivienda vecina, pero fueron atacados por
los perros guardianes y tuvieron que continuar la huida cruzando a nado
la pileta de la casa.
El episodio se produjo en la tarde de ayer, cuando los cinco ladrones
ingresaron al negocio de la empresa Politech, ubicado en la calle Vidal
3850, y amenazaron a las 25 personas que se encontraban en el interior.
Luego empezaron a sacar insumos del depósito del local, y a cargarlo
en una camioneta Trafic que estaba estacionada en la puerta. Pero en un
descuido de los asaltantes, uno de los rehenes activó la alarma
conectada con la comisaría 35ª.
Cuando llegó la policía, uno de los agentes fue directo
a la parte trasera de la Trafic, donde se encontró a un hombre
cargando mercadería. ¿Qué está haciendo?,
preguntó el uniformado. Estoy cargando, contestó
el ladrón, que fue detenido casi de inmediato. Otro miembro de
la banda corrió la misma suerte, mientras que sus tres cómplices
consiguieron trepar al techo del local y saltar al jardín del vecino.
Claro que no calcularon que serían recibidos por tres pichichos,
que a los tarascones los obligaron a saltar a la piscina. Aún así,
lograron escapar, uno de ellos rengueando, a causa de las mordeduras recibidas.
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